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Música

Los primeros días de Soda Stereo

A 34 años de su disco debut, nos metimos en la máquina del tiempo para llevarlos a uno de los primeros toques de Cerati, Zeta y Charly.
Imagen: Soda Stereo en el Pumper Nic haciendo su primer show. Vía.

Buenos Aires, Argentina, 1984. Después de años de miedo, represión y desapariciones, el país, poco a poco, se comenzaba a quitar el lastre de una maldita dictadura. No más listas negras para los artistas que incomodaban al régimen, ni grises canciones de protesta.

Argentina estaba lista para algo más.

Coloridos, bailables, acelerados y vibrantes -como casi todo en los ochenta- un trío que ensayaba regularmente en una casa en Victorino de la Plaza y Barilari encontró el momento preciso para darse a conocer masivamente. Ya llevaban un año largo presentándose en la escena underground que se encontraba en pequeños bares de la ciudad donde se codeaban cada fin de semana con bandas como Sumo del incendiario Luca Prodan, Los Twist y Los Encargados, liderados por el que sería uno de sus coequiperos de ahí en adelante: el tecladista Daniel Melero.

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Se llamaban Soda Stereo y de a pocos iban reclamando su lugar dentro del rock argentino con fuertes influencias de The Cure y The Police. Eran new wave a la sudamericana, con el pelo alborotado de Robert Smith y la fórmula musical de reggae y rock de Sting. Ese mismo año Federico Moura de la popular banda Virus, que tanto fue criticado durante la dictadura y calificado de “frívolo” por querer hacer pop bailable durante los días oscuros, se puso en la tarea de hacer la producción artística de su primer largo duración.

Así fue que con el apoyo de CBS Discos -hoy Sony Music-, la banda se metió en un estudio en la Calle Paraguay y con técnicos de sonido que iban cambiando y horarios rotativos, grabaron su debut en un larga duración que condensaba el sonido que llevaban perfeccionando desde hace un par de años. A pesar de esos pequeños obstáculos, Cerati quedaría feliz con el producto y al poco tiempo diría que “estamos absolutamente conformes con el disco. Queríamos lograr una música super directa y realmente bailable. Nuestro deseo fue crear un shock compacto”.

Había crítica a la sociedad superficial y hedonista de los ochenta en temas como “¿Por qué no puedo ser del Jet Set?”, “Mi novia tiene biceps” y “Sobredosis de TV”, letras de amor y desamor en “Tratame Suavemente” o “Un Misil en mi Placard” e incluso una despedida propia y medio escondida a la dictadura en “Dietético”, un tema sobre la obsesión con el físico que trae el coro “¡El régimen se acabó, se acabó!”.

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Todos fueron hits instantáneos, los cimientos de la leyenda.

El primero de octubre se presentó por primera vez en público y el lugar elegido fue el piso subterraneo de una hamburguesería llamada Pumper Nic, que era el furor entre los jóvenes de la época antes de que llegara McDonalds. “Fue una de las primeras cadenas de hamburguesas y tenía que ver con el espíritu de Soda, con esos decorados que tomaban algunos códigos de la new wave que rescataban íconos que venían de los ’60”, aseguró Zeta Bosio en una entrevista que homenajeaba tres décadas de su lanzamiento. A lo que Charly agregó, “Soda en algún punto empezó como algo cuasi punk. Cuando tocábamos en el under, yo tenía una remera rota pintada con aerosol”. Un pequeño espacio dentro de una cadena de comida rápida y con solo algunos periodistas y amigos, fue el primer paso hacia el ascenso de la banda, que al poco tiempo se cansaría de llenar estadios gigantes a lo largo y ancho del continente.

La idea era desacartonar todo, que la música fuese más una experiencia de disfrute y menos una gran pantalla para las problemáticas políticas del país. Lastimosamente no existe ningún registro de esa noche en el Pumper Nic pero hoy 27 de agosto y a exactamente 34 años del lanzamiento de Soda Stereo, les traemos el registro de una de las primeras presentaciones televisivas de la banda en el programa Badía & Cia a principios d 1985 cortesía de nuestro amigo Boxitraci0. Es Soda Stereo en estado puro, con solo los tres en tarima y sorprendentemente, sin ningún tipo de playback en una época en la que era común que las bandas de rock recurrieran a ese recurso cuando aparecían en la pantalla chica.

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Disfruten:

¡Y aguante Soda carajo!

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