Ah, los camareros, esos mudos testigos de situaciones de lo más peculiares. Desde detrás de la barra ven a gente pelearse o enamorarse; a parejitas recientes haciéndose arrumacos y a matrimonios de toda una vida romper. A veces sirven copas a tipos que celebran su ascenso laboral, otras rellenan el vaso en el que algunos desgraciados ahogan sus penas.Los camareros son los maestros de ceremonias de algunas de las escenas más disparatadas de la humanidad. La suya no es una tarea sencilla. Lo que para nosotros es una noche de diversión y desenfreno, para ellos es trabajo puro y duro. Huelga decir que, como a cualquier otro profesional, a ellos también les gusta que los traten con respeto. Hablamos con varios camareros para que nos expliquen qué es lo que les cabrea más y lo que más les gusta de su trabajo.
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No seas "de esos"
Sé creativo
El bar no es tu cargador de móvil personal
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