Beavis & Butt-Head representó a una generación entera de metaleros

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Beavis & Butt-Head representó a una generación entera de metaleros

Estos insolentes personajes se convirtieron en la voz más influyente del metal en los años 90.

Con un riff de metal en el fondo y un niño sin playera corriendo por el bosque, arranca el video musical de "The Philosopher", canción de Death de 1993. Dos adolescentes irreverentes de caricatura, Beavis y Butt-Head, ven el video sentados en un sillón, listos para ofrecer su peculiar dosis de comentarios sin sentido desde la comodidad de su casa.

"Oye, mira, es Jeremy", señala Butt-Head refiriéndose a la angustiada estrella del single que catapultó a Pearl Jam.

Publicidad

"¿Mencioné que apesta?", recrimina mientras el título de la canción aparece al final del video. "Sí, sí, pero no me afecta si lo dices de nuevo", responde Beavis.

Antes de aparecer en la destartalada televisión análoga de Beavis y Butt-Head, Death había hecho bien las cosas. Habían tocado juntos durante una década y su influencia era tan grande y su repertorio musical tan respetado, que se les suele reconocer como los padres fundadores del género epónimo del death metal. Pero Death nunca alcanzó el nivel de éxito de Pantera, cuyo video de la canción "This Love" agradó más a la dupla caricaturesca.

El trato que nuestros héroes en permanente orfandad le dieron a "This Love" concentra los elementos que convirtieron a Beavis y Butt-Head en un programa inquietante —y, de paso, puso de manifiesto lo que le faltaba al video de Death—, esperando a que alguien los liberara: adolescentes con hormonas furiosas, el aburrimiento de los suburbios, la ira absoluta e historias de familias disfuncionales. En concreto, se identificaban con Pantera. Death era muy agobiante, demasiado progresista, un producto insoportable de una era pasada o, cuando menos, producto de una escena más urbana y desconocida. Pantera representaba el estancamiento socioeconómico del que no se podía escapar, los hábitos de comprar en tiendas de descuento, el crecimiento descontrolado de las subdivisiones regionales pero, sobre todo, la rabia. Mucha rabia. Sus miembros eran alcohólicos empedernidos y fiesteros de la áspera vida sureña estadounidense que contaron con la suerte de tocar magistralmente sus instrumentos. Death fue fundado por un niño que creció en la Costa Dorada de Long Island y sus compañeros eran los nerds que llegaban de la escuela a sus casas para practicar con sus instrumentos hasta el cansancio y quienes, finalmente, expandirían los límites del metal para incorporar elementos de jazz y música antigua. Desafiantes e interesantes, desde luego, pero si en aquella época te había tocado ser un adolescente —merodeando sin rumbo entre los lotes de los suburbios y jugando beisbol con una rana viva como pelota— ¿cuál de los grupos habrías preferido?

Publicidad

En 1993, el metal necesitaba un salvador y, gracias a Beavis y Butt-Head, obtuvo dos. Si parece una locura creer que dos personajes animados, producidos en la imaginación de su creador Mike Judge, hayan revivido a todo un subgénero del rock, consideremos el panorama de la música pesada en aquel entonces. El glam metal, también conocido como hair metal, había muerto de manera brutal dos años antes cuando fue reemplazado por la lánguida, desnuda y ambivalente actitud del grunge. El trash metal había envejecido, su furia y agresión jovial se vio reemplazada por la pulidísima producción de Bob Rock en el black album de Metallica. El grupo de seguidores de death metal fracasó para materializar lo que los sellos discográficos creyeron que pasaría cuando Earache Records —con su pretencioso cartel conformado por Carcass, Entombed, Godflesh, Napalm Death, entre otros— firmó un acuerdo gigantesco de distribución con el gigante Columbia que terminó tan rápido como arrancó. Pero para una nación de adolescentes iracundos y preadolescentes conscientes de las complejidades del metal, Beavis & Butt-Head sirvió como portal de una escena en plena evolución. El programa fue una influencia, un creador de tendencias, y un reflejo vergonzoso y atinado de la juventud estadounidense.

Sorprendentemente, Beavis y Butt-Head tenían un amplio conocimiento de metal y se mantenían al tanto de tendencias para vagos que apenas podían con conceptos básicos de aritmética en sus clases de preparatoria. En ocasiones, la simple presencia de cualquier combinación de fuego, tetas, culos, y/o cosas asquerosas en general de la juventud (mierda, mocos, etc.) era suficiente para ganarse su sello de aprobación. El atractivo de Gwar era obvio —disfraces de monstruos intergalácticos que escupían sangre y semen de cañones y prótesis de pitos gigantescos—, mientras que las grandilocuentes presentaciones en vivo de Rammstein eran irresistibles porque había fuego por todas partes. Al adentrarse en esa sensibilidad visceral e irracional (o la ausencia de la misma), Beavis & Butt-Head se conectó con todo una generación, y sirvió de molde para que los metaleros procesaran su música y desarrollaran nuevos gustos; vínculo que prevalece hasta nuestros días.

Publicidad

Pero al mismo tiempo, Beavis y Butt-Head fueron capaces de evaluar el valor cultural de los artistas en un nivel más subconsciente. Siempre había algo inherentemente más "cool" sobre Crowbar que Grim Reaper, y Beavis y Butt-Head lo sabían como hoy sabemos que la cultura "cool" del metal se caga en Periphery mientras da su aprobación a grupos con elementos musicales muy parecidos como Pallbearer. No se necesita ser un genio para saber qué es cool y qué no. Tal vez la evaluaciones están mejor en las manos de aquellos que no analizan todo en exceso.

La influencia del dúo llegó, inclusive, más allá del metal y se coló en el hard rock con Nirvana, Aerosmith, Primus, y Red Hot Chili Peppers; todos aparecieron en The Beavis and Butt-Head Experience, álbum de recopilación producido por Geffen Records que ganó dos discos de platino. La interpretación de RHCP de la canción "Lover Rollercoaster" de Ohio Players en la exitosa cinta Beavis and Butt-Head Do America —la cual ha generado más de 60 millones de dólares hasta la fecha— se convirtió en uno de sus hits preferidos, alcanzado la posición 22 en las listas de popularidad. Incluso la estrella del pop, Cher, se unió al proyecto y grabó con el dúo una nueva versión de su éxito de 1965, "I Got You Babe", el primer single del álbum.

Beavis y Butt-Head tenían la fascinación de ser brutalmente honestos incluso cuando elogiaban a alguien, y a veces un ligero comentario burlón servía como su sello de aprobación. Por ejemplo, en alguna ocasión Butt-Head dijo que la banda Crowbar, "siempre está cagando", mientras veía el video de "Existence is Punishment", antes de declarar, "esta música es lenta y atascada". El comentario podría considerarse un elogio hasta que Beavis se burla de un "chillón" que va a uno de los conciertos del grupo a quien "su mamá lo está esperando afuera en el carro". Ese tipo, de acuerdo con el evangelio de Beavis, no es lo suficientemente cool para estar en un show de Crowbar.

Publicidad

Hablando de perdedores, ninguna banda fue más emblemática de los chistes ácidos de Beavis y Butt-Head que Winger, cuyo logo adornaba la playera de Stewart, el tonto y torpe vecino del dúo dinámico, a quien molestaban sin tregua. Se dice que la carrera de Winger se estancó por culpa del grunge, pero algunos argumentan que también por Beavis & Butt-Head. Lo que sí es cierto es que el programa alteró la percepción que el público tenía de Winger y ambos, el grupo y el show de televisión, quedaron vinculados para siempre. Hasta la fecha, Kip Winger recibe preguntas sobre su relación con el programa, pero al parecer hizo las paces hace tiempo.

Los miembros de Crowbar se dieron cuenta del poder y la influencia del show mucho antes de que sus videos aparecieran en la vieja tele de Beavis y Butt-Head, y le pidieron a su sello discográfico que mandara a Mike Judge un paquete de prensa con la esperanza de salir en el programa, para bien o para mal. El líder del grupo, Kirk Windstein, explicó a Noisey cómo sucedió. "Escribimos en una carta 'somos un grupo de gordos, búrlense si quieren, no nos importa'. Se la entregamos con la esperanza de salir al aire. No nos importaba, queríamos que se burlaran de nosotros, que hicieran chistes de gordos. Es parte del entretenimiento". Windstein no duda que la participación del grupo en el programa haya ayudado a catapultar su carrera. "Nunca falla la persona en uno de nuestros shows que dice, 'los recuerdo cuando salieron en Beavis & Butt-Head'. Creo que funcionó muy bien y nos ayudó a promocionar el grupo".

Publicidad

Beavis y Butt-Head siempre tenían la razón. En cuanto a "From Here to Eternity" de Iron Maiden, el dúo comentó que incluso si el grupo hacia un Unplugged en MTV, nunca "desconectarían la máquina de explosiones" que hacía que sus videos fueran increíbles. Para el primer single de Korn, "Blind", Beavis dedicó una reseña profesional al decir, "este video apela menos a la mente y más al esfínter". Sobre Napalm Death, ninguno de los dos pudo ponerse de acuerdo sobre la procedencia de la voz de Barney Greenway, la cual sonaba como si saliera de su trasero, de Godzilla o del trasero de Godzilla antes de que ambos perdieran el interés y contaran su anécdota de cuando se encontraron a un caballo muerto y lo golpearon. "Mira, es otro de esos videos de heavy metal donde sale un tipo desnudo en posición fetal sobre el piso", es todo lo que necesitan saber de lo que pensaban sobre "God of Emptiness" de Morbid Angel.

Quizás nada resume mejor el puente cultura de Beavis y Butt-Head hacia el mundo del metal que su himno por excelencia, cuyo riff se convertiría en el estandarte de los adolescentes en todo el mundo: "Iron Man" de Black Sabbath. A pesar de bromear, "¿Dónde está Ozzy?" y preguntarse si el vocalista no era más bien el hijo de Ozzy, Beavis y Butt-Head volvieron a acertar. Al final del día, ¿a quién menor de 30 años le importaba, en 1993, este grupo de viejos? A nadie.

Sólo podemos suponer lo que Beavis y Butt-Head habrían dicho del metal en los 14 años que pasaron desde la cancelación del show en 1997 y su breve renacimiento en 2011, el cual se enfocó más en criticar los reality shows de MTV como Jersey Shore, Teen Cribs, y 16 And Pregnant, y unos cuantos videos del momento de MGMT y Skrillex. En cuanto al nu-metal, podemos imaginarnos sus caras al ver "Break Stuff" de Limp Bizkit, y la cachetada que Butt-Head le habría dado a Beavis por esccuhar "Butterfly" de Crazytown. Les aseguro que habrían dicho miles de cosas sobre las voces de los grupos de metalcore ("¿Por qué tienen que arruinar canciones perfectas con sus mamadas de voces?"), y la repetitiva fórmula de breakdowns del deathcore (algo me dice que tal vez les hubiera agradado).

Los metaleros han navegado por sí solos en los últimos 20 años del metal y lo han hecho bien, pero sin duda resintieron la ausencia de Beavis y Butt-Head. Hoy en día todos son críticos. Las redes sociales y los blogs han tomado el espacio del periodismo musical; tal vez nuestros protagonistas serían algo obsoletos en nuestra época. Sin embargo, todos deberían buscar un guía de vez en cuando. Para toda una generación de metaleros —una gran parte de los 90— dos personajes de caricaturas fueron esos guías.

Sigue a Noisey en Facebook.