Conversamos con el baterista de Mastodon sobre temas bien  trascendentales
Cortesía de la banda, foto por Jimmy Hubbard.

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Música

Conversamos con el baterista de Mastodon sobre temas bien trascendentales

Brann Dailor da su entrevista más personal: el cáncer, la vida después de la muerte, el teeth drumming y el sexo en el espacio.

“Creo que la recepción de Emperor of Sand fue muy buena. Al menos, no escuché muchas críticas. Sólo algunas, aquí y allá. Pero siempre que sacamos algo, hay gente que no está contenta, ¿sabes? -dice Brann Dailor del otro lado del teléfono, desde su casa en Atlanta-. Para nosotros, escribir este disco nos ayudó a contraponernos a las tragedias del cáncer. Y desafortunadamente, todos pueden sentirse identificados”.

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Lo que cuenta Dailor tiene sentido: desde la salida de Once More ‘Round the Sun (2014), el guitarrista Bill Kelliher perdió a su madre, el bajista Troy Sanders estuvo codo a codo con su esposa mientras sufría de cáncer de pecho, y Brent Hinds y el propio Brann Dailor aún lidiaban con los demonios de las muertes de su hermano y de su hermana, respectivamente.

¿La buena noticia? Emperor of Sand -su octavo larga duración- debutó en el primer puesto del Billboard Rock Chart y del ranking de álbumes físicos. Y en enero de 2018, Mastodon ganó su primer Grammy luego de cinco nominaciones, gracias a la canción “Sultan’s Curse”.

“Como compositores, tratamos de ser lo más sinceros posibles -revela Dailor-. Si los temas no nos emocionan, directamente no los tocamos. Desde el año pasado hasta ahora, escuchamos un montón de historias de gente que se conectó profundamente con estas letras”.

Noisey: ¿Por ejemplo?
No quiero meterme con los demonios de los demás, pero nos contactaron por las redes sociales, en los meets and greets y en la calle. Hubo miles de mensajes del estilo: “Hey, mi papá tuvo cáncer el año pasado, y tu disco me ayudó a superarlo”. Hubo días que no podíamos tolerar estas enfermedades y nos frustrábamos, porque lo único que podíamos hacer era sentarnos, ver el tiempo pasar y observar cómo se deterioraba la salud de nuestros seres queridos. Por eso, si tienes capacidad artística, lo mejor que puedes hacer es crear.

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¿Qué hubieras hecho sin la música?
No podría decirte, porque siempre estuvo en mí. Supongo que dibujar o pintar. Todos tenemos una forma de canalizar los sentimientos, ya sea regando las plantas o ejercitando. Pero no sabría qué hacer si me sacaran la batería. Bah, en realidad sí, porque toco la batería de muchas formas. A veces dentro de mi cabeza, otras con los dientes o con los pies. Siempre estoy pateando cosas.

Sabías que existe algo llamado teeth drumming , ¿no?
¿Teeth drumming? No, no sabía, pero lo practico todo el tiempo. A veces me preguntan qué hago, y les respondo: “Toco este ritmo con mis dientes, tururururururu” (imita el ruido que haría su dentadura). Por lo general alcanzo velocidades muy rápidas (se ríe).

¿En los dientes también tienes el doble pedal?
Oh, absolutamente. Y lo toco mucho mejor que con mis pies. Componiendo de formas extravagantes.

Me pregunto si escribiste alguna canción con tus dientes…
Sí, claro. Y hasta que el tema no esté completo, trabajo un montón en los arreglos. La mayoría se me ocurre cuando me voy a dormir: mi proceso creativo es casi de sonámbulo. Cuando son las cuatro de la mañana me enojo por no haberme ido a dormir, pero si no termino la canción, no estoy tranquilo. A veces sólo saco el final de un riff y lo pongo al principio, o uso el puente en otro lado. Me divierte experimentar con cosas que no deberían sonar bien. Es la parte entretenida de mi trabajo.

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En este disco se empeñaron mucho más en las partes vocales. Siendo tres cantantes, ¿es complicado ver qué le calza mejor a cada uno?
A veces sí. Mi rango no es muy apropiado para el heavy, así que le doy eso a Troy. Brent tiene una voz al estilo de Ozzy, y es excelente para el rock clásico. Para mí lo más complicado es escribir, porque no me siento un gran letrista. Somos músicos, y no verdaderos cantantes. Es más, ¡nuestro vocalista nos dejó antes de que hiciéramos el primer tour! Luego de esa gira, asumimos los verdaderos roles. Y ya pasaron 18 años, ¿sabes? Ahora nos gusta que las voces suenen claras, y les prestamos atención. A mí no me gusta gritar. No sé si es porque me estoy volviendo viejo… pero desde chico fui fan de David Bowie, el Genesis de Peter Gabriel y Stevie Wonder. Escucho algunas bandas guturales, como Neurosis y Death, pero el metal que amo es el anterior: el de Judas Priest, Iron Maiden y Metallica.

Últimamente también contrataron a entrenadores vocales. ¿Eso les ayudó?
Sí, yo tomé una o dos lecciones y perfeccioné mi respiración. En Mastodon reconocemos nuestros puntos flojos, y las voces son uno de ellos. Lo más difícil es cantar mientras toco la batería, porque encima estoy sentado, que no es la mejor pose. Obviamente, mientras más practico, mejor me sale. Por eso, mi objetivo es mantenerme saludable. Es difícil dormir en las giras, y me enfermo fácil. Se me complica cantar si tengo una infección en la garganta, como en el último tour, que me enfermé tres días. Cuando estoy en casa me siento bien, pero en las giras me contagio y digo: “¡Mierda!”.

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¿Habrá sido por mucho teeth drumming ?
Ahora que lo pienso, puede ser (se ríe). Pero hay algunos rituales: nuestros vestuarios en Europa y los Estados Unidos están llenos de sprays para la garganta, aceites con vitaminas y medicinas. Lo bueno es que somos tres cantantes, por lo que si uno se enferma, puede apoyarse en los otros.

¿El dato de color? Brann Dailor tiene un diente de plata, pero según contó en Reddit, lo obtuvo después de haber sido golpeado con una barra de metal… y no por un uso percusivo de él. Mejor será que se cuide: entre abril y mayo, Mastodon tocará en México (en el Fronterizo Fest, y en el Corona Hell & Heaven), antes de encarar en mayo una gira larguísima junto a Primus, que recorrerá todos los Estados Unidos.

Siempre dijiste que tienen material para ser teloneros de Slayer una noche, y de Queens of the Stone Age en otra. ¿Hay alguna banda con la que sentís que no encajarían?
Sí, me parece que nadie que fuera a ver a The XX o a Bruno Mars se interesaría por nosotros. Tampoco sé si tenemos tantas canciones pop. Desafortunadamente, nuestro último disco no fue lo suficientemente extraño. El próximo va a ser más y más raro… como en el pasado, que hablamos de tener sexo en el espacio -se refiere a “Stargasm” de The Hunter (2011)-.

¿A dónde piensas que los va a llevar esa búsqueda?
Bueno, ya charlamos sobre hacer una película que arrancara al principio de nuestra carrera, y te llevara por cada álbum. Me encantaría que fuera un film animado de heavy metal, con guión y diálogos. Podríamos escribir nuevos temas que no fueran de esos discos, pero que los representaran. Las canciones serían la banda sonora, y se convertirían en el nuevo álbum. Las primeras hablarían del principio de la banda, y las últimas sobre el presente y el futuro. Creo que es nuestro próximo paso. Un lugar y frío y oscuro.

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En septiembre de 2017, apenas meses después de Emperor…, Mastodon se despachó con Cold Dark Place (ambos lanzados por Warner), un EP que también analiza las miserias del grupo. “Brent Hinds tuvo la idea del concepto, y la primera vez que toqué los temas fue cuando los grabé. No es lo que más me gusta, pero funcionó”.

Más allá de sus influencias clásicas, hubo un baterista que hipnotizó a Brann Dailor en el último tiempo: Mark Guiliana. Es el mismo que tocó en Blackstar (2016), el disco final de David Bowie, producido por Tony Visconti. “Muchas veces puse el álbum en mi sótano y practiqué arriba de él. Me encanta su groove de jazz mezclado con electrónica”.

Te reuniste con Tony Visconti para que produjera Emperor…, pero finalmente eligieron a Brendan O’Brien. ¿Qué pasó?
Queríamos estar en Atlanta. Troy estaba lidiando con lo de su esposa, y no podíamos movernos a Nueva York… porque tienes que hacer eso si trabajas con Tony. Además la madre de Bill había fallecido, así que necesitábamos a alguien con quien estuviéramos familiarizados y que viviera cerca.

Brendan ya había producido Crack the Skye (2009), un disco con mucho significado, sobre todo porque lleva el nombre de tu hermana. En su momento pensaste que podías arrepentirte de incluirlo. ¿Te pasó?
Para nada. Fue bueno para mi familia, y estuvo bueno dejar que su nombre volara. Skye vivió solo catorce años antes de suicidarse, y a veces me pregunto si ella realmente existió… -se le quiebra la voz-. Tanto su compañía como su suicidio me hicieron lo que soy. La vida tiene un montón de cosas malas que van a darse sí o sí, y depende de vos usarlas para algo productivo. Ese disco también fue genial para un montón de gente, que había sufrido situaciones similares e intentos de suicidio. Cuando pasó lo de Skye, me quedé con un montón de interrogantes.

¿Qué crees que hay después de la vida? ¿Simplemente nos dormimos?
Nunca vi evidencias reales de la reencarnación. Cuando muera, mi deseo es dormirme pacíficamente para siempre. Tal como lo hice antes de nacer, sin siquiera saberlo. Muchos creen que cuando fallezcan, van a encontrarse con sus abuelos. A mí me pone nervioso pensar que mi abuela me haya estado mirando por treinta años, viendo todo lo que hacía… ¡sería terrible! (se ríe).

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