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Música

Snoopzilla, o de cómo Snoop Dogg sufre de trastorno de personalidad

Lo único que no cambia este rapero es su mota californiana.

Foto vía Wiki Commons

Snopp salió de las calle de Long Beach y se forró en billetes verdes gracias al rap; pero algo en el camino de la ambición lo transtornó y ahora se siente el Todopoderoso, rey y señor de los géneros músicales. Su pretexto es que siente una conexión inexplicable por la música, lo que lo obliga a seguir lo que su cuerpo y mente le dictan, orillándolo, así, a cambiarse el nombre, la personalidad y la vestimenta cada vez que se repite el ciclo lunar.

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Hace menos de un año Snoop Dogg anunció que se retiraba del rap, pues él ya no era el mismo. Ahora todos tendríamos que llamarlo Snoop Lion porque se dedicaría al reggae; durante meses, tuvimos que asumir y disfrutar nada más de lo que su rastafari interior llamaba hacia la paz y el amor al prójimo.

Como buena celebridad, armó un show para demostrar que su cambio era auténtico; anunció a los medios que se iba a Jamaica, tomó sus maletas llenas de ropa Addidas y forjó sus porros de mota californiana para el camino. Desde que le pusieron play a la cámara para documentar el viaje del rapero en tierras jamaiquinas, Snoop estuvo todo el tiempo pacheco diciendo que quería que su nueva música fuera creada para fomentar la paz en los ghettos de Estados Unidos. Sus canciones de ahora en adelante tratarían temas pacíficos. Las mujeres en tanga y las pistolas quedarían excluidas por siempre de sus videos musicales.

Su disco, Reincarnated, salió a la venta en abril, pero desdichadamente no logró cambiar la situación en las calles, ni tampoco eliminó la violencia intrafamiliar en los ghettos y mucho menos combatió el narco menudeo.

Aunque la intención fue buena, la gente de los ghettos no tomó muy en serio las letras de las canciones reggae que hizo en su momento a dueto con Miley y Rita Ora. Pero no importa porque en diciembre sale un nuevo disco suyo, y como no funcionó la tranformación del mundo a partir de la cultura del raggae, ahora Snoop apuesta por la creación de un nuevo personaje: Snoopzilla.

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Snoop lleva más de tres rencarnaciones

Calvin (porque ese es su verdadero nombre) lleva cambáadose el seudónimo desde siempre. Antes de Snoopzilla, fue Snoop Dogg, Tha Doggfather, The Bigg Boss Dogg, Bigg Snoop Dogg y The D-O Double G.

Los psicólogos lo llaman trastorno de personalidad, pero si tratamos de entenderlo de la manera primitiva, se me ocurre la teoría de que el güey estaba viendo Enter the Void y fue tanto el impacto, que se quedó en el viaje de la reencarnación. O simplemente estar pacheco 24/7 ha estado afectando su desempeño cerebral, lo que le ha engendrado la idea de que es indispensable cambiarse el nombre por lo menos dos veces al año.

Ahora sale con la mamada que ya no le gustó el trip de ser león y de hoy en adelante será Snoopzilla porque su nuevo plan es dedicarse al funk. Pero no se saquen de pedo, eso también lo lleva en la sangre, igual que el rap y el reggae, él no tiene la culpa de cargar en sus venas tan buena calidad musical.

Nomás escúchenlo hablar:

No ya… la verdad es que no sabemos si Snoop es el nuevo prodigio musical del siglo. Tal vez sabe que hay un chingo de raperos que le están pisando los talones y su alter ego es tan grande, que prefiere darle al reggae y al funk para taparle el ojo al macho haciéndose disque él muy verga en vez de rendirse, retirándose de la industria. O tal vez tanto años de fama y de drogas y de violencia y de riqueza lo han hecho tratar otras cosas, porque puede. Porque, chingada madre, puede. En realidad no sabemos.

La verdad es que, al menos, es divertido. No es como otros, que citan a diseñadores de muebles como las grandes inspiraciones de su despertar como nuevos ricos. A Snoop, se sospecha, en realidad todo le vale madres. En el mejor sentido de la palabra.

Nada más mírenlo:. Genio:

Mientras Snoopzilla llora silenciosamente, ustedes escuchen su nuevo material: