¿Por qué Britney Spears sacó un álbum sorpresa y luego lo borró de todos lados?

Cuando Beyoncé ganó el internet al lanzar su quinto álbum sin ningún anuncio previo en diciembre del 2013, nunca creí que menos de dos años después estaría quejándome de los "lanzamientos sorpresa". Pero, seamos honestos: se está volviendo algo muy pinche cansado.

Era imposible emocionarse aunque sea un poquito por ver a Bey sereneando a Jay Z en este video exclusivo de Tidal. Nadie que conozo se registró a 'Dubsmash' para poder escuchar el lanzamiento sorpresa de “Bitch Better Have My Money” de Rihanna. Y la decisión de Madonna de shockear a todos por estrenar su video más reciente en la app Meerkat fue como un bombazo en mute.

Pero incluso en mi estado de hastío, tuve un pozo de ira reservado para un álbum sorpresa que salió hace unas semanas en Viernes Santo. El mismo día que Jesús murió por nuestros pecados, un misterioso nuevo álbum de Britney Spears salió de la nada, y a pesar de haber estado tanto en Spotify como en iTunes, prácticamente nadie, fuera de sus fanáticos más empedernidos, se dio cuenta. Una de las estrellas de pop más comerciales y grandes del mundo no pudo crear una sola noticia en los medios.

Titulado Life Is a Beach: Live in Miami, este álbum en directo de Britney parecía haber sido lanzado a través de SnapShot Records y distribuído por Interra Music Publishing. Estaba disponible para adquirirse via iTunes y Amazon, y para escucharse en Spotify.

Alrededor del mundo, los fanáticos empedernidos de Britney lo empezaron

Alrededor del mundo, los fans más hardcore de Britney comenzaron a comprarlo. Llegó al Top 30 en varios países sudamericanos, los fans mexicanos de Britney la llevaron al #20, y en Costa Rica ¡llegó al Top Ten! No hubo el mismo entusiasmo en el Reino Unido, donde se hundió como el Titanic. Aún así, el hashtag #buylifeisabeachonitunes se convirtió en una rampante bestia social por al menos 48 horas. Y mientras más escuchaba sobre este extraño artefacto pop, más abrumada me quedé por sus múltiples aspectos que te hacen decir “qué chingados”.

Tomemos un segundo para considerar el mero concepto de un álbum en vivo de Britney Spears. Comprensiblemente, nunca había lanzado uno de estos antes. No me malinterpreten. Me encantan sus tics vocales —la forma en que su rasposa voz hace “baaaaabaaaaay” y “meeeeeh”— pero la proeza vocal nunca ha sido su fuerte. No estoy diciendo que Britney debería de ser vista y no escuchada, pero sus interpretaciones teatrales son una de las causas más importantes que convierten sus canciones en experiencias visuales. En mi lecho de muerte, me voy a arrepentir de todas las horas que mi yo adolescente pasó viendo Britney Spears: Live and More! en VHS. Y eso no es algo que obtienes de un álbum en vivo.

Pero aún más raro que la decisión de Britney de lanzar un álbum en vivo, fue el tour que conmemoraba. La grabación del álbum salió de su presentación del 28 de marzo de 2004 en Miami, del The Onyx Hotel Tour, o como ahora lo llamamos: El Que Salió Horriblemente Mal.

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Revolcándose en una cama de satín con un bailarín mientras estaba vestida únicamente con lencería para “Breathe On Me” e interpretando su oda a la masturbación (“Touch Of My Hand”) mientras estaba desnuda en una bañera, The Onyx Hotel Tour estaba destinado a una audiencia mucho más vieja y sexosa que las leales seguidoras adolescentes de Britney. Como resultado, las ventas de tickets se vieron muy golpeadas. Después de una supuesta lesión de rodilla, el tour fue eventualmente cancelado después de únicamente tres meses. Britney tuvo que demandar a numerosas compañías de seguros para tratar de recuperar más de 9 millones de dólares en reembolsos fallidos. Conmemorar este tour es como celebrar el día en que te cagaste de camino a tu trabajo, te despidieron, después regresaste a tu casa sólo para encontrar a tu pareja con otro en la cama.

Frolicking around a satin bed with a dancer while dressed in lingerie for “Breathe On Me” and performing her ode to masturbation (‘Touch Of My Hand’) while appearing naked in a bath tub, The Onyx Hotel Tour was marketed at an older, pornier audience than Britney’s dependably loyal teenage following. As a result, ticket sales took a big hit. After she sustained a knee injury, it was eventually cancelled after just three months. Britney had to sue a number of insurance companies to try and regain over $9 million in failed reimbursement payments. Commemorating this tour was like celebrating the day you sharted on the way to work, got laid off, and then returned home to find your significant other's belongings boxed up by the front door.

El momento que Life is a Beach intenta capturar, en 2004, fue el inicio de la debacle más grande en la historia de la música pop. Las pocas veces en que Britney le habla a la audiencia sirven de recordatorios incómodos del momento en el que se encontraba en ese momento. Durante “(You Drive Me) Crazy” bromea acerca de su matrimonio de 55 horas en Las Vegas, que acababa de darse unos meses antes: “Veo a muchos hombres tiernos entre el público hoy. ¿Alguno de ustedes se siente con suerte? Quién sabe, tal vez si son muy suertudos… *pone una voz muy rara* puede que me case con ustedes”. Incluso ella misma se burla de su catálogo musical: “¿Ya me tengo que ir? Pero ni siquiera he cantado ‘Sometimes’… Bueno, nunca me gustó esa canción de todos modos”.

Después, justo cuando comenzaba a entender este nuevo disco de Britney, Life is a Beach fue silenciosamente guiado a la extinción por el pastor de un poder mayor. Su huella digital fue borrada, con excepción de los videos de YouTube que fueron subidos a tiempo. En un abrir y cerrar de ojos, se había ido.

Cuando fue cuestionada acerca del lanzamiento misterioso, la publicista de Britney sólo pudo decir que a pesar de sus múltiples ventas y aparición en las listas de popularidad alrededor del mundo, el lanzamiento no había sido oficial. Pero ella “no tenía idea” si la disquera de Britney, RCA, había tenido algo que ver con el proceso de limpieza para borrarlo de todas las tiendas digitales. (Y en una nota similar de poca ayuda, Sony, la empresa matriz de RCA, declaró que la publicista antes mencionada era la única con libertad para comentar al respecto).

Pero esto es el 2015 y los medios no son más una verdadera operación de top down. Para conseguir un diálogo real, hablé con Jordan Miller, el dueño y editor del sitio de música pop/ el recurso en internet más importante para Britney, Breathe Heavy. Algunos hechos: Jordan trabaja a tiempo completo en el sitio; su álbum favorito de Britney es Blackout; la ha visto seis veces en su tour actual de Las Vegas - y en una ocasión fue subido al escenario para bailar con Britney y que ella le diera nalgadas.

Britney en Las Vegas

Miller descubrió la existencia del álbum en la cueva de conocimiento compartido que es Exhale – el foro para fans de su sitio. Él también escribió la única publicación que hizo eco del lanzamiento del disco. “Es interesante que haya sido anunciado como un álbum”, explica, “porque terminó en iTunes y Spotify, Yo mismo lo escuché ahí. Lo escuché completo. Pensaba que sonaría masterizado pero para mí no sonaba a algo especial”.

Incluso aunque fuera un bootleg profesionalmente comercializado, sirve como un recordatorio de que Britney ya no es la líder cuando se trata de ventas de música grabada. Es decir, incluso su álbum de 2013, Britney Jean, sólamente llegó al número 34 en el Reino Unido. Spears admitió en una reciente entrevista con Billboard cuando se le preguntó acerca de su nueva música, que a pesar de que apunta a producir “un álbum increíble” no es su “prioridad en este momento”.

Cuando realmente te pones a pensar en eso: ¿por qué será? La residencia de Spears en Las Vegas, que ya va por su octava temporada, sigue siendo un éxito de taquilla. Su línea de lencería se acaba de extender a los trajes de baño. Su último perfume (el número 17), Rocker Femme Fantasy, está en las tiendas en este momento. La música de Britney es ahora su carta de negocios.

Claro, actualmente se está preparando para el lanzamiento de su sencillo ‘Pretty Girls’ en mayo e incluso incluyó a Iggy Azalea para añadirle hype, pero este no es un ‘regreso’. Estos días, su línea de perfumes Elizabeth Arden le ha dado más premios de belleza que Grammys, y sus ventas de fragancias actualmente están estimadas en los $1.5 billones. Puede que ya no esté en los rankings de Billboard, pero Britney pone a Rihanna, Katy Perry y Beyonce en el estante de los descuentos junto a Stacey Solomon, Ashanti y Tulisa cuando se trata de la batalla de The Perfume Shop.

Así que mientras su disquera y equipo de relaciones públicas parecen felices de hacer caso omiso de un bootleg que logró aparecer en las listas de todo el mundo, pueden apostar a que cualquiera que se atreva a lanzar una versión pirata de Eau de Britney va a ser castigado más rápido que alguien que trate de organizar una orgía en Times Square.