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Música

7 Discos que los gays debieron escuchar en este 2014

Hubo una generación de homosexuales que veneraron el histrionismo de Liza Minelli o Bárbara Streisand. Ahora debemos venerar a otros.

Wences es nuestro corresponsal gay. Tiene una columna increíble de nombre Gay Bareback Mixtape Series donde puedes leer fragmentos de Puto Vinil, trabajo publicado por la editorial RHYTHM & BOOKS como parte de las celebraciones de su V Aniversario y, probablemente, el libro más gay del 2014 y de nuestros corazones. Pero sobre todo, los textos de Wences siempre son divertidos, inteligentes y llenos de una noción muy particular sobre la cultura pop. Adoramos a Wences. Pasen a leer sus textos. Ya verán.

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Puedes seguir a Wences en Twitter: @wencesbgay

FKA Twigs

LP1

“Yo puedo llevarte más alto que esa hija de puta… Solo dame dos semanas y a ella no la reconocerás… yo te cojo mejor que ella…” ¿a qué puto no le han pasado tales pensamientos, sobretodo cuándo te encuentras a un ex novio o ex amante (los gays solemos palidecer y retorcer la frontera entre el amor de tu vida y un pinche acostón con erecta facilidad) en el cuarto oscuro del bar de tu preferencia, mamando la verga de un bato que no eres tu, casi siempre más guapo y mamado. Pues esas frases han dejado de ser un berrinche atorado entre dientes. Curiosamente no fue un gay ardido quién las puso en un canción. Los huevos los tuvo Tahliah Debrett Barnett, mejor conocida como FKA Twigs, quien con tan solo 26 años, no se dejó intimidar por los buenos modales (tan idolatrados por los homosexuales de hoy) y abordó el deseo con toda su honesta naturaleza humana, jadeante y visceral, en su rola “Two Weeks” que fue una de las más sonadas en este 2014. Para los jotos que sólo están al tanto de lo que suena en los 40 principales, “Two Weeks” es algo así como la versión bareback de Mío, de Paulina Rubio. La Twigs posee fuertes lazos con la escena musical gay-pop contemporánea pues fue parte de los bailarines de soporte en los shows de Kylie Minogue. Todo el LP1, álbum debut de FKA Twings, son paseos eróticos sin autocensuras ni misericordias ni metáforas sacadas de cualquier texto de Elizabeth Gilbert.

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Bryan Ferry

Avonmore

Hubo una generación de homosexuales que veneraron el histrionismo de Liza Minelli o Bárbara Streisand. Según entiendo, el argumento tiene que ver con una admiración al talento, innegable en efecto. Yo agregaría que el hálito femenino y tragicómico hasta las Trompas de Falopio que bufan Straisand y Minelli es como un refugio subconsciente dónde la jotería es arte y salvación. Los más clavados dicen que la nariz de la Straisand es un símbolo que representa la diferencia entre gays y bugas pero eso ya me resulta una chaqueta mental atucomplaciente e incomprensible. Décadas después, la serie Glee de Rhyan Murphy se encargaría de meterles a las nuevas generaciones de gays el culto a la Straisand. Pero si en algo coinciden todos los fans de esas dos mujeres es que en su música hay sobretodo buen gusto… ¿en serio? ¿de verdad la distinción se encuentra en unos pasos de tap y una minifalda hasta la madre de brillitos? Es pregunta. Si algo nos ha enseñado Bryan Ferry es que el garbo radica en la sencillez, un martini y una mente pervertida. Si fuera cierto que el buen gusto es un referente en muchos gays, Ferry tendría que ser un apellido obligado. Además de ser uno de los primeros metrosexuales de la historia (tan sólo 20 años antes), Ferry posee un agudo sentido del refinamiento: en una misma conversación puede hablarte del bass music más decadente de Londres, del talento de Maceo Parker al saxofón, de Alexander Gottlieb Baumgarten o Hegel y ofrecerte una humilde opinión sobre la última colección de zapatos de John Varvatos. Y todo esto se percibe en sus composiciones. De hecho, hasta el actual movimiento drag está endeudado con Ferry pues cuándo fundó Roxy Music a principios de los setenta, llevó la indumentaria glam al límite de lo exuberante, algo recurrente en las dragas de hoy. En noviembre, Ferry lanzó Avonmore, su último disco que si bien no es un trabajo novedoso o progresivo, mantiene su característico pop de elegancia sublime intacto.

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Perfume Genius

Too Bright

Mis amigos gays, conocidos en el argot puñal mexicano como comadres, apenas si alcanzan el número de dedos de mi mano izquierda. Pero si tengo uno que otro compañero al que una vez cada cuatro meses la acepto una invitación, casi siempre motivado por el tamaño de sus nalgas. Cierto día, uno de esos compañeros llego a mí con los ojos inflamados de tanto llorar porque un relacionespúblicas que le llevaba metiendo la verga no más de quince días le había dicho que “mejor como amigos”. Por supuesto el puñado de Kleenex hechos bolita hacinándose en uno de los bolsos de su pantalón era señal de que no me lo cogería. Entonces sucedió: en la tele pasan un video de ese wey que se hace llamar Sandoval. La canción, “A quién tu decidiste amar. Y el compañero que le sube al volumen y empieza a repetir los versos con los ojos cerrados. Los gays somos unos pinches dramáticos. Nomás nos deja el chacal y ya fantaseamos con girar la perilla, bajar el cristal y meter la cabeza al horno. De ahí que tengamos debilidad por el azote y las rolas azotadas. Too Brigth es último álbum de Perfume Genius que empezó a oírse por ahí de septiembre de 2014. Perfume Genius, alias de Mike Hadreas oriundo de Seattle ,parece consolidar su estilo de un modo más accesible: puro drama homosexual, el soundtrack perfecto para escribir una última carta de despedida y luego llenarse el estómago de vodka sabor vainilla y barbitúricos. Pero a diferencia de la cursilería for dummies de Sandoval, la producción musical de Perfume Genius, es delicada, ambiciosa, baladas melodramáticas de compleja estructura sonora que es la base para su poesía que supura sensibilidad gay frontal y palpitante, por momentos de un masoquismo desafiante y dulce sin que por ello deje de ser pop.

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Against Me!

Trasgender Disphoria Blues

Acéptenlo: la devoción por Conchita Wurst tiene que ver con la materialización de esa fantasía de ver la jotería asimilada y aplaudida dentro de un espectáculo masivo, invadida por reflectores y chispitas. No tengo nada contra el glamur. Me llama la atención sin embargo como los gays celebran los logros ocurridos dentro de los eventos más comerciales. Seamos honestos: ¿qué sería de Conchita Wurst sin su barba? ¿Una vestida más imitando a Celine Dion acaso? Si el asunto se reduce (de forma complaciente y comercial) a celebrar la identidad transgénero, me convence más el caso de Laura Jane Grace, al menos ella compone sus canciones y su postura sobre el escenario es honesta, sin ese tufo de freak circus show inevitable en la Wurst. Después de sufrir una terrorífica crisis, el vocalista de la banda de punk Against Me! Thomas James Gabel se sometió a una cirugía de reasignación sexogenérica; hoy suelta gritos y guitarrazos con el nombre de Laura Jane Grace y lo más interesante es que su carrera dentro de la muy heteronormativa industria discográfica (igualita al certamen de Eurovisión) permanece intacta. En febero de 2014 salió el esperado nuevo álbum de Against Me! con al atinado título de Transgender Dysphoria Blues. Buena oportunidad para que los gays se acerquen aunque sea por curiosidad al punk.

Kris Wadsworth

Popularity

El circuit music, la electrónica de los gays de hoy, el soundtrack de las White Partys, me recuerdan a las discos fresas de Torreón de 1993. Los djs circuiteros suelen ser más musculosos que hábiles, quizás para minimizar lo malo de ese género que yuxtapone éxitos de pop comercial, meloso y melodramático con beats de 135 pulsaciones por minuto aproximadamente. El circuit music es escuchar “I will always love you” de Whitney Houston o “Beautiful” de Cristina Aguilera en versión dance para aerobics. Lo más bizarro es que los adictos al circuit creen que escuchan electrónica de grueso calibre. Si en verdad quieren apantallar al liguen del Scruff mediante gustos musicales, debieron hacerse del Popularity, álbum debut del dj y productor Kris Wadsworth perteneciente al sello Hypercolour Records. La música de Wadsworth es una atinada combinación de techno y house imposible de ignorar, el baile es subliminal. Como parte de la promoción de Popularity, circuló el video Hypercolour Theme, que muestra una secuencia atascada de twinks haciendo coreografían tan mariconas que hacen a ver a Christian Chávez, el ex RBD como uno de los Hermanos Amadas, y batos a mitad de orgías gays hasta la madre de alcohol, poppers y mecos. La música de Wadsworth contiene esos elementos que tanto hipnotiza a los religiosos del circuit, beats eufóricos y jotería, pero bien hecho pues.

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David Byrne, Fatboy Slim and Various Artists

Here Lies Love

Me cagan los musicales. Nomás no veo que tiene de irresistible eso de que los actores, hasta para notificarte que padecen diarrea o les sangran las almorranas, tengan que hacerlo cantando, por mucho que tengan voces prodigiosas. Además, siempre me han dado la impresión que duran más que la trilogía de El Señor de los Anillos y El Hobbit pegadas y de corrido. Lo cierto es que muchos gays creen que la escala de ascenso social rosa consiste en hacerse de un boleto para cualquier musical. En este 2014, muchos jotillos postearon orgullosos en sus muros de Facebook o Instagram los boletos de Wicked, el musical que manchó de precum los calzones de muchos homosexuales adictos a estos espectáculos. “Dana Paola bien, pero no le llega a Idina Menzel en la versión de Broadway”. Puros zarpazos de jotas según esto ilustradas. Si fuero cierto que esos gays que se pavonean como catadores de musicales (y por ende se perciben como batos de mejor gusto) estuvieran al tanto de la escena, sabrían que Here Lies Love fue el musical que conmocionó a Broadway este 2014. Here Lies Love cuenta la polémica historia de la que fuera primera dama de Filipinas a principios de la década de los sesenta del siglo pasado, Imelda Marcos, de ahí que este musical ya le digan “La nueva Evita”. Lo interesante es que la producción corrió a cargo de David Byrne y Fatboy Slim, así pues, los diálogos cantados (es un maldito musical después de todo) son interpretados sobre fondos de world music y big beats domesticados y asequibles. Otro aspecto que ha hecho interesante a Here Lies Love es que en el foro dónde se presenta no hay asientos, el público disfruta del espectáculo en medio de dos escenarios atiborrados de efectos especiales que brotan del subsuelo. Para celebrar el éxito de este musical, Byrne y Norman Cook (o sea Fat Boy Slim cerdas ignorantes), convocaron a figuras como Florence and the Machine, St. Vincent, Cyndi Lauper, Tori Amos, Roisin Murphy, Natalie Merchant, Sia entre muchas otras, para que interpretaran las canciones que conforman el musical y lanzar una especie de soundtrack b-side de Here Lies Love pues también puede conseguirse el disco con las canciones originales tal cual sonaron en el musical. Es indispensable y sublime el track Why don´t you love me que cantan a dúo la Lauper y la Amos… Ahora si ¿No que muy ilustradas?

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Roisin Murphy

Mi senti

A estas alturas, Rafella Carrá se ha convertido en algo así como la efigie italiana de la mariconería. Sus canciones y coreografías salpicadas de lentejuelas se han convertido en una jocosa obsesión dentro de la cultura gay, tanto así que su figura es una referencia casi obligada mejor dicho institucional de la cultura travesti a nivel mundial, y gracias a ella es que buena parte del pop italiano ejerce una fascinación en muchos homosexuales. Pero ya va siendo hora de superarlo. Y el paso en la evolución del pop italiano lo ha dado exquisitamente Roisin Murphy. La ex vocalista de Moloko lanzó en mayo de 2014 Mi senti, un ep de seis tracks a su vez seis covers a temas que son clásicos del pop italiano, pero revisitados con un matiz electrónico, minimalista y refinado en serio gracias a la mano del tecladista y productor Eddie Stevens quién ha trabajado en bandas como Zero 7 y los mismos Moloko. Si esos gays que se la pasan restregando su aparente buen gusto en cuanto a pop internacional (suelen ser los clásicos que en la foto de perfil de páginas como Manhunt ponen su selfie panorámica portando gafas oscuras con la Torre de Piza detrás), tendrían al menos la edición en cd de Mi Senti de la cual sólo se editaron 1000 copias… ¿O a poco fueron hasta Italia nomás para comprarse las ediciones europeas de los discos de Eros Ramazotti y Tizano Ferro? Que raspa…

@wencesbgay