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Música

Califica tus discos: Les Claypool ordena los álbumes de Primus

El brutal bajista clasifica sus 7 álbumes favoritos de los últimos 25 años de Primus.
Califica tus discos: Les Claypool ordena los álbumes de Primus
Foto: Captura de pantalla de YouTube

Este artículo fue publicado originalmente en Noisey U.S.

Aquellos que son demasiado jóvenes para haber sido parte del revuelo causado por Primus en la década de 1990 —con una avalancha de álbumes exitosos que impulsaron las carreras de Les Claypool y compañía, así como los videos intrigantemente extraños que acompañaron a sus sencillos—, es probable que conozcan mejor a la banda por su track "John the Fisherman", que se hizo famoso en la década de 2000 no solo por ser una de las primeras pistas magistrales que fueron aceptadas como parte de la música de la franquicia de videojuegos Guitar Hero, sino también por tener una línea de bajo ideal para intentar interpretarla con maestría en el videojuego.

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Para ser justos, no hubo mucho más que saber sobre Primus en la década de 2000, una década en la que la banda permaneció inactiva, en pausa, antes de regresar con Green Naugahyde en 2011, y luego adaptar las creaciones musicales de Leslie Bricusse y Anthony Newley en Primus & the Chocolate Factory de 2014, del cual Claypool dijo, a pesar de haberlo incluido en esta lista, que no sabría dónde colocarlo porque “no es realmente un álbum de Primus; es nuestra interpretación de la música de otras personas”, aunque señaló también que “va en la misma dirección a la que todos nos orientamos”.

Lo anterior aún nos dejó con siete álbumes de estudio que el revolucionario bajista evalúa y clasifica a continuación.

7. Antipop (1999)

NOISEY: ¿Por qué Antipop ocupa el último lugar en tu lista?
Les Claypool: Principalmente porque fue un tiempo difícil para la banda, en el aspecto personal. No nos estábamos llevando muy bien. Me siento afortunado de que Primus se tomara un descanso a finales de los 90. Hicimos una pausa, lo cual es una manera elegante de decir que no nos gustaba estar juntos y queríamos terminar con la banda pero no teníamos las suficientes pelotas para hacerlo. Creo que hicimos la pausa justo antes de cagarla por completo, pero considero que lo más cerca que estuvimos de eso fue cuando hicimos el disco Antipop, porque de alguna manera carecía de dirección. Creo que tiene algunas joyas, pero no es tan bueno como algunos de los otros discos que hemos hecho a lo largo de los años. La música representa el paisaje sonoro de tu vida. La gente ve un álbum y piensa en lo que estaba sucediendo en su vida en ese momento, y durante ese tiempo, simplemente nosotros no nos llevábamos bien, así que no nos trae los mejores recuerdos.

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Mencionas que no tenían dirección. ¿Crees que trabajar con tantos productores invitados contribuyó a eso?
Creo que eso más bien es una gran señal de la falta de dirección por la que atravesábamos en ese momento. Pero justo por eso, hay algunas joyas interesantes en el álbum: trabajamos con Tom Waits como productor, Stewart Copeland, Tom Morello, e incluso Matt Stone nos produjo una canción. Esos elementos definitivamente nos trajeron algunas ventajas y nos proporcionaron también algunos elementos espectaculares. Por lo demás, es el disco de Primus que menos me gusta.

  1. Tales from the Punchbowl (1995)

¿Por qué este álbum es el siguiente en tu lista?
Para mí, diría que Brown Album y Punchbowl ocupan casi la misma posición. No es que me desagraden; es solo que no me gustan tanto como algunos otros. El único álbum que realmente me dejó un mal sabor de boca es Antipop. En cuanto a los demás, siento que todos fueron representativos de lo que intentábamos hacer en ese momento, y estoy orgulloso de ellos.

Punchbowl tiene grandes canciones. Fue el primero que grabamos en mi casa. De hecho, acababa de mudarme al Rancho Relaxo, justo en medio de la nada. Hubo una gran tormenta, la más fuerte en muchos años, incluso provocó que nos quedáramos sin luz. De hecho, terminamos alquilando un generador Honda para poder terminar de mezclar el disco. Punchbowl fue el último disco en el que participó el baterista Tim Alexander, por lo que se estaba volviendo un poco más distante, en relación a nosotros tres. Escribimos mucho en el estudio para ese álbum, a diferencia de otros para los cuales nos reuníamos y ensayábamos diferentes cosas.

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Todavía hay un montón de melodías de ese disco que, hasta el día de hoy, incluimos regularmente en nuestros sets. La canción "Southbound Pachyderm" es una de mis favoritas de Primus. Es una gran canción para interpretar, una gran canción en la cual exterderse. También es muy textural. “Grapevine” también está en ese disco. “Electric Grapevine” es una de las que más tocamos en estos días. Creo que el álbum contiene muchas piezas fuertes, pero también es un poco más inconexo que el Pork Soda of [ Sailing the] Seas of Cheese, y ese fue solo el comienzo de la salida de Tim.

5. Brown Album (1997)

Al obligarte a elegir, pusiste al Brown Album por encima de Punchbowl. ¿Por qué?
Realmente me gustó mucho hacer el Brown Album. [Brian "Brain" Mantia] llegó al grupo. Hubo una nueva chispa. Decidimos hacer esta grabación muy rústica, y compré una vieja máquina de una pulgada y 16 tracks. Yo y [el guitarrista Larry "Ler" LaLonde] éramos clientes habituales de las casas de empeño, así que teníamos todo ese equipo que habíamos conseguido ahí, todos esos viejos compresores con los que ensayábamos. Así que el Brown Album fue definitivamente un gran experimento de sonido [risas]. Es una grabación bastante rústica, pero nos la pasamos genial haciéndola, fue un buen momento. Tim siempre tuvo esas enormes baterías que te hacían pensar en Bill Bruford y Neil Peart, y aquí es donde entra Brain. Lo convencimos de comprar esta gran batería Vistalite, así adoptamos un estilo muy [John] Bonham. Nos decidimos por este enfoque más crudo de Bonham: muy pocos micrófonos, mucha compresión, microfonía de estudio y todo eso; justo por eso que es, un Brown Album. Tiene ese sonido oscuro.

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4. Green Naugahyde (2011)

¿Por qué a éste lo clasificas justo en el medio?
Realmente me gusta el Green Naugahyde. Tocamos mucho de ese material en estos días. Tuvimos de regreso al baterista Jay Lane, lo que fue muy emocionante. Estábamos todos juntos y nos emocionaba estar juntos. En los años 90, Primus hacía un disco, luego una gira, luego un disco, luego una gira, otro disco, otra gira. En el transcurso de esos años, sacamos más discos que la mayoría de nuestros contemporáneos, por mucho. Tool, por ejemplo, saca un álbum cada tres o cinco años, nosotros, cada año —boom, boom, boom, y teníamos un nuevo álbum—. Fue genial, pero también llegó al punto de que nos consumió un poco. Tener ese tiempo del 2000 al 2010 para que hiciéramos nuestras propias cosas; es decir, obviamente, salí e hice un montón de cosas, y todos hicieron lo suyo, y luego volvimos con Jay Lane, quien siempre ha sido mi baterista por excelencia. Estábamos muy emocionados y ansiosos por hacer ese disco.

Para mí, como bajista —y es algo que descubrí al grabar el disco de la banda Oysterhead—, el acercamiento que tengo hacia una canción cambia mucho cuando escribo una parte que interpretará otra persona. Disfruto hacerlo. Y es un gran contraste con las cosas en las que obviamente todo se basa en el bajo. Así que fue divertido hacer ese disco, y creo que fue un disco muy poderoso. Fue bien recibido por la crítica. Muchos de nuestros contemporáneos volvieron con nuevos discos en esa época, y parecía que el nuestro era el más representativo de lo que solíamos ser, en contraposición, en cierta medida, a: no quiero nombrara nadie, pero algunos discos que surgieron en esa época eran discos que marcaban el regreso de las bandas, pero en realidad no representaban lo que conocías y amabas de esas bandas.

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¿Fue un esfuerzo consciente el recuperar ese sonido, o fue algo que simplemente ocurrió al reunirse todos y poner sus ideas de canciones sobre la mesa?
Si no es natural, realmente no lo disfruto. Cualquier cosa que sea forzada me repele, y empiezo a irme en una dirección diferente y encuentro a otras personas que me sigan el juego. Pero este álbum fue muy natural. Me recordó mucho de nuestros primeros días, cuando Jayski estaba en la banda antes de Tim, cuando escribimos muchas de las canciones originales de los primeros dos discos. Tiene esa especie de salto característico de Jayski. La base de la interpretación de Tim es pesada, mientras que la de Jayski es ese salto. Así que recuperamos mucho de eso, lo que fue realmente genial. Pero también lo impulsamos a hacer algunas cosas con tonos oscuros de percusión. Sigo pensando que es un gran disco. Lo disfruto mucho.

3. Pork Soda (1993)

¿Por qué Pork Soda ocupa este sitio para ti?
Es solo porque no es el número uno ni el dos. [Risas] Simplemente creo que estos primeros tres discos, sin incluir el que fue en vivo, son lo que realmente definió a Primus. Todos estábamos en la cima de nuestro juego, dando todo lo que teníamos. Fue un tiempo muy emocionante. La época del ascenso en tu carrera es un momento muy emocionante. Hicimos algunos experimentos en Pork Soda. Tratábamos de darle la vuelta a cada track, intentando averiguar qué haríamos a continuación, en el aspecto sonora y de composición. Pork Soda fue un reflejo de muchas de las giras que hicimos en esos primeros años. Como es el caso de "My Name Is Mud", que surgió cuando toqué la parte del bajo en el backstage de The Greek Theatre en Berkeley, y mi papá, que estaba sentado ahí, me dijo: "Vaya, eso es bueno". Finalmente, se convirtió en una canción. Probablemente sea nuestro disco más exitoso, en cuanto a ventas.

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Ésta es también la primera vez que grabaron en el estudio de tu casa. ¿Cuánto influyó eso en la vibra del proceso de grabación?
Habíamos hecho The Seas of Cheese y estado en estudios lujosos, tomamos ese dinero de las compañías discográficas y luego fuimos a Fantasy [Studios]. Había estado haciendo muchas grabaciones en mi casa en Berkeley con una pequeña grabadora Tascam 388. Cada vez deseaba con más fuerza trabajar con esos viejos equipos. Simplemente contratamos a nuestro técnico de sonido y entramos en nuestro espacio de ensayo, y llevamos con nosotros mucho del equipo que usábamos en vivo, porque habíamos escuchado algunas de sus grabaciones en vivo y sonaban increíbles. Usamos la misma consola que usábamos en vivo. En aquel entonces, fue la introducción del grabador de audio ADAT, así que conseguimos varios, los apilamos, y nos fuimos. No quiero decir que haya sido una grabación un tanto rústica, sino que adoptamos un enfoque muy directo para hacer el disco. Esto también fue mucho antes de que existiera la estación de audio Pro Tools, donde podías eliminar cualquier distorsión o defecto en la grabación. Es curioso, porque fui y remezclé Seas of Cheese hace un par de años con el sistema de sonido 5.1, y me sorprendió, al igual que con Pork Soda, que teníamos muy pocas tomas. Grabábamos en dos o tres tomas, a veces en una sola toma, y eso era todo: ¡Boom! Ya estaba listo.

Hablando de ese momento, muchos fanáticos y críticos señalaron, temáticamente, a Pork Soda como un álbum más oscuro que los que lo precedieron. ¿Qué estaba pasando en ese momento que condujo a eso?
Realmente no estoy seguro. Fueron buenos tiempos, tiempos felices [risas]. No es que estuviéramos reflejando un drama personal o algo así. Fue un disco un poco más pesado. Me inclinaba más por el bajo de seis cuerdas ene se momento. Obviamente, la portada es negra. La idea detrás de Pork Soda era darle otra oportunidad a la ridiculez de ser parte de MTV y la radio, y todo eso, pues éramos una especie de gusto adquirido, como lo sería un refresco con sabor a carne.

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  1. Sailing the Seas of Cheese (1991)

¿Por qué Seas of Cheese ocupa el segundo lugar?
Pienso que Seas of Cheese es probablemente nuestro álbum más respetado. Pero también fue ese disco con el que dijimos "Aquí estamos, a punto de lanzar algo con una disquera importante", y estamos a punto de ser comercializados junto a las otras bandas que eran populares en ese momento, las grandes bandas: Poison, Guns N 'Roses, y todo eso con lo que sencillamente no encajábamos. Ese fue el motivo detrás del título, Sailing the Seas of Cheese, porque sabáimos de repente entraríamos a este mundo al que no estábamos seguros de que nadie creyera que pertenecíamos. O aprendíamos a nadar o nos hundíamos en ese mar.

¿El cambió a grabar con un sello discográfico grande hizo una diferencia importante en la calidad del álbum?
Tuvimos mucha suerte de que Interscope fuera más como una especie de joven en el bosque con mucho poder y conocimiento. Tenían el respaldo de esta gran disquera, pero todavía eran bastante independientes. Fuimos el segundo lanzamiento de Interscope, el primero fue Rico Suave de Gerardo. Entonces, Tom Whalley nos firmó. Fue una época interesante. Debido a que vendimos muchos discos de Frizzle Fry, de repente todas las grandes disqueras que nos habían estado ignorando durante años se encontraban tocando nuestra puerta. Pero Whalley fue el único que se presentó en uno de nuestros conciertos, por accidente, y nos vio, y vio el fervor de la audiencia, y nos contrató por nosotros mismos. No tenía idea de que habíamos vendido 80,000 discos. Así que ahí estábamos, seríamos el segundo lanzamiento en Interscope, y llegamos a conocer a todos ahí. Fue muy emocionante ser parte de ese sentimiento que se convirtió en esta gran entidad que hoy en día es Interscope.

1. Frizzle Fry (1990)

Su primer álbum es tu número uno. ¿Por qué?

Mi álbum favorito es Frizzle Fry, simplemente porque representa un momento espectacular en nuestras vidas, porque éramos jóvenes, apenas estábamos en la etapa del ascenso, hacíamos cosas que nadie más hacía, logramos cosas que nadie, ni siquiera nosotros mismos, pensábamos que podíamos lograr. En ese punto de tu vida, no tienes familia, ni hijos, ni hipotecas, y todo tu mundo gira en torno a tu banda y los demás miembros de la banda. Es una época espectacular.

Hablando de ese momento, Primus parece ser una banda que siempre ha crecido en un ambiente en vivo. Pero Frizzle Fry los llevó al estudio por primera vez. ¿Cómo fue esa experiencia?
Para nosotros, fue muy emocionante cuando lanzamos ese disco en vivo y que causara tanto revuelo, la posición en la que nos puso, en cuanto a poder entrar en el estudio y grabar esas pistas que habíamos estado tocando en vivo durante tanto tiempo, y además enriquecerlas con algunos otros elementos al trabajar con el productor Matt Winegar, y traer a algunos amigos para hacer el grupo Fart Sandwich Posse. Fue increíble. Probablemente, nuestras mentes estaban fuera de control la mitad del tiempo. Tienes la sensación de que estás logrando algo, de que eres muy relevante y que estás innovando. Tienes todos esos sentimientos. No te abruma nada, sólo piensas en salir y hacer esa música. En aquel entonces hacíamos mucha experimentación, y eran experimentos muy locos.

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