Que fluya el río: Le Mat está de regreso
Foto: Alejandra de la Fuente

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Música

Que fluya el río: Le Mat está de regreso

La banda de screamo y hardcore punk de Monterrey prepara nuevo disco y una minigira en agosto.

Diálogos de sol y luna ha sido el único material lanzado por Le Mat hasta el momento. Era 2013 y en México se gestaba el resurgimiento del post hardcore y el screamo, tiempo después de un boom lleno de caos y pasión que se dio gracias a Arse Moreira, Arcahianonstabian, Maladie, Carlton Banks y otras bandas. Para ese momento, este grupo de Monterrey, Nuevo León, parecía llevar entre sus manos la bandera de estos dos estilos descendientes del hardcore punk, gracias a canciones como “La roca hace cantar al río”, “Llanto de las abejas” o “Remanencias”, incluidas en aquel álbum cuyas 500 copias editadas están sold out al día de hoy, y después de que este proyecto pintado de poesía, reflexión y desahogo, pasara de ser Locus de Control ––nombre con el que dieron sus primeras presentaciones–– a simplemente Le Mat.

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Hace un par de semanas “el loco, el aventurero, el que deja todo para ir hacia lo desconocido”, (como lo dice el tarot, de donde tomaron el nombre), despertó de un coma que se postergó por más de cuatro años. Acaban de dar un show de regreso en su ciudad, planean lanzar un nuevo disco, y preparar una mini gira por algunas partes de México en agosto. Me puse en contacto con su vocalista Canto de Aves, para saber más sobre lo que depara a una de las bandas más sobresalientes de los últimos años en el subterráneo del país.

Foto: Alejandra Fuente

NOISEY: Después de su tour por Sudamérica, anunciaron que Le Mat entraba en un “estado de coma”. ¿Qué fue lo que pasó?
Canto de Aves: Sí, así fue. Escribimos que entramos en un coma porque no teníamos la certeza de tocar en aquel presente que ahora es un pasado distante. Dos piezas fundamentales para tocar en vivo [guitarra y batería] no estaban más en la banda. Sucedió que en 2014 estuvimos en nuestra gira sudamericana [Brasil, Uruguay, Argentina, Chile] y en la última fecha, en Santiago de Chile, era una noche fría de octubre, aún lo recuerdo, y mientras tocaba Marcel Duchamp, uno de los guitarristas [Gautier] nos reunió afuera de las Salas Jofre para comentarnos que no seguiría más en la banda, que esa noche sería su último show con Le Mat. Nos sorprendió la noticia de manera impactante. Le comentamos que apoyábamos su decisión y que le agradecíamos todo lo creado y vivido.

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De alguna manera aquel repentino e impactante ritual de despedida nos dio una fuerza inspiradora para tocar uno de los shows más enérgicos, pasionales y emocionales que hemos tenido, en aquella pequeña sala al sur del continente. A nuestro regreso al país, nos quedamos sin batería [Alejandro], otra pieza fundamental para lograr una ejecución en vivo.

Imagino que ya tenían planes que no pudieron llevarse a cabo.
Sí teníamos. Planes que se venían forjando. Estábamos clarificando la idea de proyectar un nuevo LP con las ediciones físicas correspondientes. También teníamos planes para splits con bandas mexicanas y extranjeras. Además se estaba comenzando a fraguar una gira por Europa para el verano de 2015, y de manera abrupta el coma nos abordó.

Sé que algunos de ustedes también están involucrados en otro tipo de expresiones artísticas, incluso con el colectivo Museo Mutante o Nodriza Estudio. ¿Estuvieron enfocándose en ello durante todo el tiempo que Le Mat permaneció en coma?
Así es. Creo que es la naturaleza de la expresión. Le veo como si fuese una ramificación de algún árbol milenario o un arbusto desértico: mientras una parte está dormida casi al borde de la muerte, tu otra “extensión” se mantiene despierta, respirando e inquieta, siendo un fresco caudal expresivo, y de manera natural llegará el momento de que el río toque e hidrate a la rama seca… Que fluya el río. Y con fluir no me refiero a llenarse de cosas por “hacer”, sino a saber reconocer el momento total del silencio creativo. Me parece que eso fue lo que sucedió con nosotros tres [Canto de Aves, Cesár y Miguel]: nos convertimos en un río por instantes y en otros momentos fuimos un calmo lago, silencioso pero vivo.

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¿Qué otros proyectos desarrollaron?
Yo estoy en ese eterno camino del aprendizaje de la imagen. Me sumergí en el mundo de la fotografía y colaboro para algunos museos en Monterrey. También comencé a realizar cortometraje-documental y videoclips para bandas. Desde hace algunos años participo en este medio expresivo llamado Museo Mutante, donde comparto con personas muy talentosas.
César, creó y desarrolló Danzantes, banda en la que actualmente está tocando. Además es una pieza fundamental en Nodriza Estudio, donde funge como productor musical.

Miguel, a partir del coma con Le Mat, comenzó a desarrollar y aprender todo este mundo del corte de cabello y la barbería. Igualmente creó su propia marca de productos veganos [M & D Herencia] para el cuidado del cabello, piel y barba. En la parte musical permaneció en silencio al igual que yo.

¿Cómo fue regresar a los escenarios y a todo ese ambiente poético y catártico en el cual está envuelto Le Mat?
Fue como toda esa intensidad catastrófica de la transformación a la cual muchas veces se le teme; algo que irrumpe y rompe, fragmenta y crea. Desde dentro palpita un ímpetu descomunal. Es un bullir volcánico. Una vez que explota nada es lo mismo, no somos el mismo, sólo fuimos pacientes para llegar a esa noche. Fuimos como esa frágil gota milenaria golpeando la gran roca. Creo que va mucho con la carta del tarot que le da nombre a esta banda, sin el afán de que así pareciese.

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Cada día que pasa, cada presentación en vivo, los silencios y estridencias que aquí habitan, cada uno de los escritos viejos o nuevos que envuelven a esta banda, son un ramo marchito y floreciente de experiencias. Cada nueva oportunidad de volver a caminar nos convencemos más de que nuestro sendero es una gran vía sinuosa, pedregosa y tersa. Vamos con nuestros pies desnudos entregando, dando y regalando lo poco que nos queda, y eso es, nosotros mismos. Y pues desde ya agradecemos a cada una de las personas por recibirnos nuevamente, ya que han comprendido todo este peregrinaje, este oleaje que repetitivamente se funde con la arena.

Ahora, para complementar la alineación actual de Le Mat, tuvieron que invitar a dos nuevos músicos. ¿Quiénes son ellos?
Sí. Como te comentaba anteriormente, Le Mat es todo un proceso de templanza cuando está en silencio, es esa gota milenaria irrumpiendo a la gran roca. Desde ahora Gabriel Mendoza, ex baterista de Joliette, y Abraham Lara, bajista de Corporeal, estarán tocando en Le Mat, y con esto agrego que por primera vez en lo que lleva de vida esta banda, cada uno de los integrantes que la forman están tocando su instrumento base. Eso nos da un gran brío para no temerle a la niebla y fue un proceso tan natural como cuando la semilla es abrazada por la tierra húmeda. Un proceso del cual se habló, si no me equivoco, dos años atrás: que “sería interesante” volver a despertar a Le Mat. “Nadie invitó a nadie”, fue la simplicidad de la atracción.

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Eso sí, de aquel tiempo a la fecha pasaron un sin fin de situaciones para que cada uno de nosotros estemos juntos hoy. Sin hablarlo a profundidad y sin la idea de “reemplazar”, sólo lo dejamos a la naturalidad y atracción de las cosas. Imaginé que somos como ese balde viejo olvidado en el tejado y que, paulatinamente y con esta naturalidad de la que hablo, fue llenándose con agua de lluvia. Para nosotros Gabriel y Abraham representan a la lluvia en este momento. Grandes personas e inspiradores músicos.

Sus canciones dentro de toda esa serie de versos y metáforas, más todo lo visual que proyectan, siempre ha tendido a ser un sentir de inconformidad; tal vez algo que Miguel y tú hacen desde que tocaban en Alguna Vez Fui Ciego.
Creo que el asistir a un show de hardcore punk es una experiencia de nuevas adherencias en el pensamiento. Sin afán de contabilizar el tiempo, llevo desde 1998 asistiendo a shows, y en aquella época asistir a un show era llevar contigo a casa un cúmulo de ideas para desmenuzar en fanzines, discos, letras de bandas, etcétera. No hacemos “nada nuevo” con respecto a la “inconformidad” ni ahora, ni con la banda anterior; lo aprendimos yendo a los shows de hardcore punk en Monterrey. Tal vez ese ápice de diferencia es que hoy en día es más minúsculo ir a un show y escuchar entre canciones el discurso “ideológico” de la banda, o comprarles un LP, abrirlo y leer las letras, en ese a veces largo camino de regreso a casa.

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Creo que en cierta manera se ha fisurado la comunicación entre el público asistente y la banda que toca. Al menos en nuestro país, se ha reducido mucho ese contacto que habitaba en la atmósfera del hardcore punk. Se desvanece entre la voracidad inmediata del clic, por mencionar un ejemplo de lo “no palpable”, creado por el ser humano; sin embargo, a eso “impalpable”, se le da una importancia absoluta en este agitado aparato tecnológico que nos domina hoy en día. Le Mat representa lo que somos ahora: ese presente constante, un río que no lleva nunca la misma corriente de agua, no obstante es río.

Ahora tenemos otra concepción musical y de composición. Hemos agregado nuestro caminar, las texturas, las imágenes, la templanza y la vorágine, al hoy de las personas que asisten a nuestros shows. Se invita al contacto entre dos realidades: la suya y la nuestra, siempre agradecidos con todas las personas que están allí con el deseo de leernos, percibirnos y conocernos. Ojalá prevalezca la conexión. Es una invitación abierta.

¿Con qué cosas se quedan de Alguna Vez Fui Ciego ahora que ha despertado Le Mat? Lo pregunto porque es llamativo que tú, junto a Miguel, todo este tiempo han estado juntos, haciendo música ¿Por qué?
Para ser sincero, con nada realmente. No creo que haya algo que incida en este despertar. Creo que son dos árboles infinitamente distintos que habitan la misma floresta. Y sí, es llamativo, Miguel y yo tenemos compartiendo música desde el 2000. Hemos pasado muchas composiciones, kilómetros y experiencias juntos. El ¿por qué? no tendría una respuesta concreta, sólo íbamos continuando lo que creíamos correcto, y como toda montaña tiene una cima, en la nuestra hemos llegado a ella.

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Quizá nadie lo sabe, y aprovecho este medio para comentar que estamos muy agradecidos con Miguel, porque a partir de ahora él no formará parte de Le Mat. Él ha decidido continuar su vida y enfocarla en lo que realmente cree que es más importante para este momento. Estamos felices porque está erigiendo poco a poco lo que él ha imaginado de sí mismo. Gracias Miguel por todos estos años a nuestro lado y hacer de la música una herramienta más para la manifestación de las ideas. Te apreciamos y queremos.

Entonces ahora Le Mat es un cuarteto.
Sí. César en la guitarra, Gabriel en la batería, Abraham en el bajo y yo, Canto de Aves en la voz.

Foto: Alejandra de la Fuente

Por último. Hace poco hicieron su show de regreso, en su natal Monterrey, y para agosto estarán de tour junto a la banda de Chicago Lord Snow, cómo también tendrán una fecha en la Ciudad de México junto a Arcadhianonabian que también hace poco anunciaron su retorno a los escenarios. ¿Cómo ven el futuro para Le Mat?
El show de regreso fue un momento muy emotivo y lleno de nuevos sentimientos, pero con la profunda raíz de los sentires antiguos que guardamos cada uno de nosotros, además que estábamos conscientes que ese sería el último show con Miguel. Para realizar nuestra más reciente presentación cada uno hizo esfuerzos descomunales, sucedieron largos viajes, largas jornadas, y pocas horas de sueño, ya que se ensayaba desde las siete de la mañana. Esto es una práctica ya habitual en Le Mat. Por las mañanas era lo más adecuado en la sincronización de los tiempos entre nosotros. Al ver el resultado, aquella noche nos sentimos felices y con una gran sonrisa al escuchar la última nota porque en ese instante sentimos que de la manera más sincera les dejamos todo nuestro “pensamiento poético”, diría Pasolini en su rabia.

Y sí, en el presente cercano tendremos la gran dicha de viajar por algunas ciudades de México, algunas que incluso no tuvimos la oportunidad de conocer anteriormente. Viajaremos al lado de Lord Snow, increíble y potente banda por la cual se nos desbordan todas nuestras emociones al compartir a su lado. Dentro de todo este pequeño vaivén tenemos una pequeña deuda personal con la Ciudad de México, porque antes de nuestra gira sudamericana, allí tendríamos nuestro último show en el país; sólo que justo el día del show nosotros y las personas que nos acompañarían estuvimos afuera del venue sin lograr entrar: la presentación fue cancelada por causas ajenas a nosotros y a quienes organizaron. No tocamos en la Ciudad de México desde el Festival de Lxs Grises en 2014, y ahora que se nos extendió la invitación y además nos dan la oportunidad de compartir al lado de grandes bandas, entre ellas Arcadhianonstabian, para nosotros es una inigualable oportunidad de pasar una noche llena de caos y armonía al lado de ellos, ya que son una de las bandas más emotivas que ha dado el género en nuestro país.

No podría hablarte de un futuro lejano, yo le llamaría un presente cercano y le tenemos bien cimentado. Nuestro anhelo es poder darle luz a un nuevo disco, del cual ya existe el nombre y donde la gran mayoría de la expresión poética ya está escrita, y que con gran sigilo espera a que le impacte su otra parte: la música. Por nuestra parte tendremos una novedad en material físico, será exclusiva para esa mini gira. Pronto daremos los detalles. Por el momento se les invita a las personas que viven en Ciudad de México, Puebla, Morelia, Guadalajara, León y Monterrey a qué asistan a presenciar la esencia de estas dos bandas. Quizá sin temor a equivocarnos, después de estas fechas nos concentraremos de manera profunda en la composición musical de un nuevo LP, y quizá eso signifique que tocaremos hasta que tengamos un poema nuevo entre nuestras manos, una ofrenda nueva de nosotros para ustedes.

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