Elliot The Furniture es un abismo entre riffs y voces estridentes

Amarás el nuevo sonido en este álbum, Punk de Elliot The Furniture, cuya identidad preferimos mantener en secreto por cuestiones legales. Las chicas fresas dicen que este disco tiene un aire fresco, un vibe de verano, específicamente en “Good Morning” y “4real”. Se dice que “Lavelo” es la melodía que se oye en un bar de la playa con la bebida de su elección, o mejor aún, en el Zona Uno de Guadalajara, tomando una cerveza con una mujer sentada en tus piernas; ya con “Life & Death” estás más al borde del abismo, allá en El Salto Jalisco, comarca del cerro de la Panocha, donde la música de la banda se mezcla con el punk, en tubas, riffs de guitarra y voces estridentes que te despiertan como después de una noche de fiesta.

El punk es: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana. ¿Tendrán estos tipejos la actitud necesaria como para titular a un álbum con tan grande concepto?, basta escucharlo para darse cuente que sí, y basta también con un poco de teoría para entender que todo esto depende de la tolerancia para evitar la desaprobación; el género está abierto a todos los humanos y animales. Hay una elegante semejanza entre la dependencia del punk de perspectivas y comportamientos únicos, y nuestra propia, natural y genética predisposición hacia la singularidad.

En este caso, Punk de Elliot The Furniture es un orgulloso blasón del movimiento, una gloria y una joya. Lava eso.

¡Pogo, Mosh y Slam!