Los 10 mejores momentos de los 10 años del Festival Centro

Este 2019 el festival cumplió una década retumbando en la FUGA, esa pequeña casa esquinera en pleno corazón del barrio histórico de La Candelaria, en el centro de Bogotá, y haciendo memoria, se puede decir sin pena que por ahí han pasado actos que han hecho historia en la música en vivo capitalina. Basta con darle una ojeada a los carteles del festival para encontrarnos con nombres que han refrescado la escena latina en los últimos años: Toy Selectah, Ana Tijoux, Föllakzoid o Helado Negro. También con que nos ha dado el privilegio de encontrarnos con grandes maestros como Aníbal Velásquez o Joe Bataan, le ha dado su lugar a los nuevos referentes de la tradición con Nidia Góngora, Frente Cumbiero o Canalón de Timbiquí, y ha llevado a sus tarimas a nombres locales en plena ebullición como N. Hardem, Las Yumbeñas, Sagan o La Tromba Bacalao.

No tenemos ninguna duda de que cada año el Festival Centro trae consigo uno de los cárteles más nutridos y variados en el universo festivalero nacional y, como ya es costumbre, NOISEY estuvo presente en su última edición que acaba de pasar entre el miércoles 30 de enero y el domingo 3 de febrero. Cinco días de este detonante cultural bogotano en los que celebramos el espíritu de la música independiente y el legado de grandes maestros que pasaron por sus tarimas.

Por eso, después de tanto baile y tanto escape de la vida real, les traemos nuestros diez momentos favoritos del Festival Centro 2019 en honor a su primera década en el ruedo.

¡Grandes!

No todos los días se sale a bailar y no todos los días sucede justo cuando Nelson y sus Estrellas y la Billo’s Caracas Boys tocan sucesivamente en la misma tarima. En la noche del sábado, en la que seguramente fue la jornada más llena del festival, el auditorio se llenó a tope con hordas de bailadores que se olvidaron de la silletería y tiraron paso caliente con temas que han trascendido generaciones como “Londres”, “El Emperadorcito”, “Traicionera” y la “Cumbia Caletera”. Eso sí, porque todo hay que decirlo, el teatro se sobreaforó por una supuesta falsificación de boletas y algunos se quedaron por fuera tristes, embriagados y con la percha hecha. Queda claro que para algunos actos los escenarios de la FUGA se quedaron cortos.

Aunque tradicionalmente la FUGA sea la casa del Festival Centro, llevar el día de su apertura al Jorge Eliécer Gaitán fue uno de los grandes aciertos del festival en sus diez años. La entrada fue gratuita y con una curaduría musical variada entre artistas de la vieja escuela como La Etnnia y las 1280 Almas y de la nueva con Moügli y Lika Nova. El teatro se mantuvo lleno mientras que gente de distintas edades y procedencias se juntaron frente a la mística de la música en vivo. Punto para el festival por abrir estos espacios necesarios de encuentro y de acceso gratuito en la ciudad.

Después de dos conciertos a reventar con La Etnnia y 1280 Almas, dos históricos de la música bogotana, el cierre estuvo a cargo de Trending Tropics, el último experimento musical encabezado por Eduardo Cabra -antes conocido como Visitante Calle 13- y Vicente García. Pudo haber sido una apuesta arriesgada para una banda que acaba de salir al ruedo pero lo que vimos fue una conjugación sabrosa entre sonidos latinos, electrónica y un robot que hacía las veces de frontman. Tal vez por ser miércoles o por lo poco conocido que es el grupo aún, para sus últimas canciones el teatro ya estaba bastante vacío, aún así fue un show de baile y mucho, mucho tripeo.

Como siempre será de resaltar, el Festival Centro 2019 se preocupó por tener una cuota femenina importante presentándose en sus tarimas. En medio de este cambio de paradigma que tanto se le ha reclamado a los festivales alrededor del mundo, el viernes fue el día elegido por los organizadores para únicamente presentar mujeres de distintos géneros y orígenes, pasando por el sonido de vanguardia con Bituin, el folclor caribe con Diana Burco y Adriana Lucía, las experimentaciones de raíz mexicana de Amandititita o los colores R&B y pop de Mabiland y un par de días más tarde con Lianna.

Además de la importancia intrínseca que tuvo la cuota femenina del festival, esta curaduría nos trajo a dos de las artistas más destacadas y populares del ahora. Con base en Medellín, Mabiland y Lianna están marcando la parada en la escena independiente nacional y cada una dejó una muestra del nivel en el que se encuentran en el Festival Centro. Mabiland, visiblemente enojada por el tamaño del Escenario Muelle que estaba a reventar, se mandó casi todo el 1995 y Lianna, con todos las credenciales de diva, hizo un repaso por Como el agua con un show por todo lo alto con bailarinas y la participación de Gambeta de Alkolirykoz.

Aunque lo que nos reúne en torno al Festival Centro es la música en vivo, su breve pero importante franja académica también le sumó al evento. El viernes en la tarde tuvimos el honor de encontrarnos con Rubén Albarrán en un conversatorio moderado por el periodista musical Juan Sebastián Barriga en el que el líder de Café Tacvba dio sus perspectivas sobre el cuidado del medio ambiente, la relación con las comunidades indígenas, las migraciones forzadas, la lucha contra el machismo e incluso sobre el trap como otro género con letras de amor. Afortunados los que estuvimos ahí para compartir con esta leyenda latinoamericana justo en el día de su cumpleaños.

Los siempre populares y gozosos Rolling Ruanas se presentaban de antemano como uno de los shows estelares de esta edición del Festival Centro. El jueves se montaron a tarima con guacharaca, guitarra, requinto, tiple y sus cuatro ruanas bien puestas, tal vez con la responsabilidad de ser esos artistas nuevos que reivindican la tradición típica de la curaduría del festival y lo hicieron sobrados. Mucho humor, muchas coreografías y sobre todo mucha carranga en la que fue sin duda la presentación más divertida de todo el festival. Si no los han visto todavía, háganlo.

No veíamos a SHIP desde el festival Rock al Parque 2018, y encontrarlos de nuevo en el Festival Centro, con un Jorge Barco mucho más entero, fue una de las sorpresas más gratas del evento. Los pioneros del rock progresivo criollo presentaron temas de su joya ochentera Born y algo de su nuevo repertorio pero, lastimosamente, como fue la constante a lo largo del festival, tuvieron poco público al frente. Pudo haber sido los altos precios de boletería o lo poco que duraban los conciertos, no lo sabemos, pero lo cierto es que para la mayoría de bandas menos conocidas se veía sobre todo gente de prensa, aliados al festival y trabajadores de logística entre el público. ¿Tal vez una oportunidad para replantearse la dinámica de separar cada día por conciertos individuales?

La banda de Nicolai Fella, con todo y sus detractores de siempre, es un movimiento real que motiva una masiva cantidad de gente en Bogotá. Eso nos quedó claro después de verlos en el Festival Centro, donde no solo se escucharon esos temas que los han hecho populares sino donde se vio, gustos aparte, a una banda con todos los credenciales para ser de las mejores de este país y con una sección de vientos que incluían a ningún otro que al maestro Batanga desde la soleada Cuba. Uno puede hacer parte de “El club de la resistencia”, ser indiferente o más bien querer estar bien lejitos de él, como sea, la calidad en tarima de Los Petit Fellas en este momento es incuestionable.

Aunque ya no tan nuevo, ‘“The New Sound of the Venezuelan Gozadera” sigue intacto, convocando a gente de distintas generaciones y encendiendo cualquier pista -o teatro- con ese latin funk delicioso que Los Amigos Invisibles llevan pregonando desde mediados de los noventa. En medio de la situación jodida que se está viviendo en su país y con varios de sus paisanos entre los asistentes, los ídolos caraqueños aprovecharon para mandar un mensaje de aliento entre temas como “Ponerte en cuatro” y “Dulce”, a la vez que agradecieron a los enfiestados bogotanos por recibirlos en su ciudad con los brazos abiertos. Un momento emotivo y bailable, como nos gusta.

Estos fueron otros momentos épicos que vivimos junto al público bogotano en la primera década del Festival Centro:

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