U2: Más allá del amor y el odio

Ya lo he dicho en distintas oportunidades: hay bandas que nacen grandes. Bandas destinadas al éxito, a dejar huella, a cambiar la historia. Bandas que desde sus primeros pasos empiezan a marcar un camino, con puntos altos y bajos, pero un camino con solo el éxito como techo. En ese grupo selecto caben agrupaciones como The Beatles o The Rolling Stones. En ese grupo caben Led Zeppelin y Black Sabbath. En ese grupo cabe U2.

Con más de 40 años de carrera, 13 discos de estudio, una decena de giras de estadios que redefinieron el concepto de espectáculo musical en las últimas décadas, más de 60 videos promocionales y la misma cantidad de sencillos exitosos, la banda de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. ha estado siempre presente aportando creaciones en medio del desarrollo y la evolución del rock como género. Con un claro y definido aire post punk de sus primeros discos en la primera década de los 80, llegando al rock alternativo en los 90, con un coqueteo con el dance en el final del milenio y con la vuelta al rock más digerible en lo que va de los 2000, la agrupación irlandesa ha conquistado a propios y extraños a lo largo de su existencia.

Pero no solo ha conquistado, también, con las respectivas reinvenciones de su sonido, ha decepcionado a una gran cantidad de seguidores que se han sentido defraudados por un giro comercial totalmente natural para una de las bandas más importantes del rock de todos los tiempos. Eso sin contar el excesivo abuso mediático de Bono, que haciendo uso de su papel de figura pública, parece haberse dedicado más a la labor social desde el activismo político que desde el artístico. Exagerado para algunos, entre los que me incluyo, pero aplaudido por otros.

Que los fanáticos se sientan defraudados es normal. Que los seguidores acérrimos de alguna de sus etapas le den la espalda a sus cambios estilísticos, es normal. Que haya gente que nunca se sintió atraída por la propuesta del cuarteto, es normal y al mismo tiempo natural. Lo que no es normal es desconocer la importancia y relevancia de una de las formaciones más longevas y exitosas de la cultura popular de los últimos años. Y lo que es antinatural, es encontrar personas que sin haberse acercado juiciosamente a la discografía de la banda la descalifiquen desde los prejuicios, desconociendo una trayectoria sorprendente llena de joyas musicales como "Out Of Control", "Fire", "Sunday Bloody Sunday", "Pride (In The Name Of Love)" o "I Still Haven't Found What I'm Looking For". Sí, todas composiciones de su primera etapa musical, una que por sí sola ya pone a U2 en el podio de las mejores bandas de rock de todos los tiempos.

Su primer concierto en Bogotá programado para el 7 de octubre del 2017, nada más y nada menos que celebrando los 30 años de su aclamado The Joshua Tree (1987), más allá de despertar las ya trasnochadas críticas del estilo "qué pereza U2", "los traen en su peor momento" o incluso "eso no es rock", es un motivo de celebración para el seguidor fiel que nunca se despegó de su carrera o para el que en algún momento dio un paso al costado. Para el crítico más desubicado, ese que desconoce su carrera musical e importancia, debería ser el aliciente para acercarse a la propuesta de una de las bandas más grandes en la historia del rock mundial. Si usted es de esos y llegó a esta última línea, está invitado a respirar, a despegar los ojos del ordenador, a cerrar por un momento las redes sociales y a disponerse a oír con atención una discografía transgresora, ecléctica y rica como pocas. Después, solo después de ese ejercicio, siéntase libre de emitir los juicios que quiera. No es difícil, es un sano ejercicio.

Lista de canciones recomendadas:

"Out of Control"

"Fire"

"Sunday bloody sunday"

"Pride (In the name of love)"

"I still haven't found what i'm looking for"

The Joshua tree (álbum completo)