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Música

Llora un río con este cover anti-san Valentín a Blondie

La banda anglo-francesa Tiger Lion hizo una versión entrecortada y triste de "Heart of Glass".

Siempre recordaremos aqueñ día de San Valentín que no nos hizo sentir como basura. O los primeros, cuando tú y tus amigos hacían tarjetas y se regalaban juguetitos baratos entre sí y los presentaban en el salón de clases. Era todo platónico, en realidad, pero de todos modos una proclama del entendimiento básico del amor: la progresión de un "Hola, ¿quieres ser mi amigx?" en el patio, a correr juntos siete minutos más tarde, riéndose.

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Luego estuvieron las personas que sí te gustaban. Los crushes de primaria, que comunicabas con el uso de notas intercambiadas debajo de los pupitres o con uno de tus amigos como mensajero, cruzando ante la mirada de todos el patio de recreo para transmitir la información pertinente: "sí, que sí le gustas". En la pubertad, el día de San Valentín adquiere ya su peso específico de estrés y preocupación: '¿Qué pasa si nadie me pide ser su San Valentín este año?' En la secundaria y más allá, llega ese entendimiento crucial de estar ante día forjado con dulzura pegajosa o con el eco resonante de la soledad sin sexo.

Con esto en mente, les presentamos una canción que celebra esa sensación de anti- San Valentín que comienzas a plenitud cuando llegas a los veinte y te pones a coger con más holgura y a gritar "dinero por sobre todas las cosas," o cualquier eslogan que encapsule el hecho de que te sientes a gusto estando solo. Tiger Lion es un grupo de dream-pop de Londres que comenzó en Francia, liderado por la cantante, compositora y bajista Clémentine Blue. Ella y su banda, completada por el guitarrista Geoffrey Papin y el baterista Dan Breaden, le hicieron un cover a "Heart of Glass", original de Blondie, en un homenaje de niña triste y susurrante, que cabalga sobre guitarras crujientes como si fueran olas del mar.

"Escuchamos 'Heart of Glass' poco antes del amanecer en un club en París", nos contó Clémentine, recordando el origen de su cover. "Es una canción que he conocido toda mi vida, pero las letras tristes rondaban en mi cabeza en el camino de regreso a casa, y cuando llegamos comenzamos a tocar una versión como en Valium del tema". Clémentine canalizó a su "chica parisina indiferente interior, cantando muy bajito a través de un micrófono con la ganancia al máximo, y durante una mañana de invierno oscuro".

Clémentine ha crecido sabiendo que el resto del mundo considera que ella y sus compatriotas son expertos en el amor. Pero el día de San Valentín y toda su fanfarria alrededor, no se siente natural. "Los parisinos no son necesariamente románticos, pero la ciudad en sí, definitivamente es romántica", dice. "Estoy obsesionada con el romanticismo en el arte y guía mis emociones cuando escribo ¿Tal vez eso me hace una persona romántica? Pero aún odio el concepto de tener que escoger un solo día de amor cursi de entre 365".