La placentera nostalgia: así fue el regreso de Green Day a Colombia
Todas las fotos cortesía Move Concerts

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

La placentera nostalgia: así fue el regreso de Green Day a Colombia

Casi tres horas de show entre lo visceral y lo exageradamente complaciente.

Han pasado poco más de tres décadas desde que Green Day empezó a escribir su historia en la música. Tuvieron que pasar algo así como 22 años para que pisaran por primera vez Colombia en el 2010, y tuvimos que esperar 7 años más para tenerlos de frente nuevamente.

La noche arrancó con un show impecable de The Kitsch, quienes además se ganaron un par de coros al final de su presentación de un grupo de personas que pedían “otra”, una y otra vez. Luego de eso, el ambiente se vino calentando aún más con The Interrupters y su ska punk, jueguetón y duro. Y aunque los teloneros estuvieron a la altura, cuando la noche finalmente cayó sobre la fría y caótica Bogotá, las ansias estaban puestas en ese rosado conejo altanero y desafiante.

Publicidad

Al igual que en su primera vez en el país, lo que pasó el viernes 17 de noviembre en el Parque Simón Bolívar, va a quedar tatuado en la memoria colectiva de al menos tres generaciones que los han disfrutado desde sus primeros discos, otros que los vinieron a conocer con discos como Dookie, American Idiot e Insomniac y otros cuantos que les vienen siguiendo la pista desde su trilogía del 2012 ¡Uno! ¡Dos! ¡Tré!. Y aquí hay que decirlo, Billie Joe Armstrong, Tré Cool y Mike Dirnt en sus casi tres horas de show se esforzaron porque todos salieran satisfechos, con una mixtura que dejó poco por fuera en una selección donde sonó desde “Bohemian Rhapsody”, de Queen, pasando por "Know Your Enemy", "Boulevard Of Broken Dreams", "Waiting", hasta clásicos como "Knowledge", "Basket Case","American idiot", “Wake Me Up When September Ends” o “21 Guns”, en una versión acústica que le revolvió el estómago y le erizó todo el cuerpo a los asistentes.

Hubo tiempo para todo y compromiso por parte del trío estadounidense de dar un show absurdamente épico, aunque por momentos exageradamente complaciente, con elogios de sobra para el público bogotano y un sentimiento que casi se sentía sincero por parte de una banda que pareciera flechada por esta patria y por eso su manilla con los colores tricolor y la bandera ondeándose buena parte del show. También hubo espacio para que se subieran fans a la tarima, para que cogieran el micrófono y cumplieran su sueño de cantar abrazados por Billie Joe. Hubo tiempo hasta para tontear en el escenario de un lado a otro, y no les podemos reprochar que en vez de eso se dedicaran a cantar, finalmente nos dieron 30 temas de su repertorio, pirotecnia, chorros de agua, gente tirándose desde la tarima hacia el público… En fin, un gran show, con gran sonido y lo más importante: un público totalmente satisfecho.

Publicidad

Así se vivió la noche en que Green Day volvió a Bogotá: