Courtney Barnett es como tú
Pooneh Ghana

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Música

Courtney Barnett es como tú

La cantautora nos contó sobre el dolor y el autodescubrimiento que impulsaron la creación de su segundo álbum 'Tell Me How You Really Feel'.

“Crippling Self-Doubt And A General Lack Of Self Confidence”, una canción del segundo álbum Tell Me How You Really Feel de Courtney Barnett, tiene un inusual formato de llamado y respuesta a manera de coro. "Tell me how you really feel!" [¡Dime cómo te sientes en realidad!], grita y Barnett responde, "I don’t know, I don’t know anything" [No lo sé, no sé nada]. En el papel, o en la voz de otro músico, este intercambio podría recordarnos una pelea entre amigos o entre una pareja. Pero es Courtney Barnett; este es un monólogo interno.

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Ese estribillo de “Dime cómo te sientes en realidad" surge, al menos en parte, de los continuos intentos de Barnett por ser más honesta consigo misma al escribir. "Creo que siempre hay una parte de mi cerebro que nunca es completamente honesta conmigo misma", me dice. "Siempre existen estos mecanismos de autodefensa que automáticamente se activan y a veces ni siquiera me doy cuenta".

Si la falta de honestidad es el problema de Barnett, esto no se refleja en su música. Desde el lanzamiento internacional de su sencillo “Avant Gardener” en 2013, las canciones complicadas y radicalmente sinceras de Barnett la han llevado a logros cada vez más importantes: grandes elogios de la crítica, festivales colosales, actuaciones televisivas y, algo asombroso, una nominación al Grammy a Mejor Nuevo Artista. Perdió ante Meghan Trainor, pero aún así: todos estos son logros que, para un músico DIY de Australia, son incomprensiblemente asombrosos. Barnett no es una sensación surgida de la nada (“Me presenté en todas partes en Hobart y en todas partes en Melbourne, en todos los lugares con micrófono abierto y en todos los sitios donde se presentan los nuevos talento los martes por la noche”), y su ascenso a la considerable fama del rock independiente ha sido exponencial.

Es mediados de marzo, y Barnett se sienta frente a mí en un cuarto trasero de Coburg, el almacén en Melbourne de Mlik! Records, la disquera que dirige junto a su pareja, la cantautora Jen Cloher. El almacén no es enorme, pero es lo suficientemente grande: detrás de mí hay una sala llena de discos de Cloher y Barnett, así como de Jade Imagine, Hachiku, Fraser A. Gorman y muchos más. Detrás de Barnett hay un pequeño rincón para ensayar que está decorado con alfombras persas y una iluminación como de fantasía. Unas semanas después de nuestra entrevista, Barnett y la banda usaron ese espacio como escenario para presentar un show íntimo previo al lanzamiento del nuevo álbum, y antes de dirigirse al hemisferio norte y comenzar una gira de tres meses en apoyo a Tell Me How You Really Feel.

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Aunque a Barnett le está yendo mejor que nunca en su carrera, un malestar profundamente arraigado sigue fluyendo a través de Tell Me How You Really Feel, manifestándose en una brutal honestidad lírica que raya en el masoquismo. Tomemos, por ejemplo, a ”Charity", la mejor (y más desgarradora) canción autocrítica de Tell Me How You Really Feel. “So subservient, I make myself sick” [Tan servil que me enfermo a mí misma], canta Barnett en el coro, escupiendo la "k" como si fuera bilis. Es el tipo de autocrítica cruda que probablemente, en algún momento, todos nos hemos hecho pero de la que difícilmente hablamos. Escuchar cantarla a todo pulmón es escalofriante.

”Siento que me acobardo ante las decisiones, y siempre he pedido disculpas por todo y con muchas ganas de neutralizar todo”, dice Barnett sobre esa frase en "Charity". Es una característica suya que ni siquiera había notado que poseía hasta que leyó las memorias del crítico de Melbourne Brodie Lancaster, ¡No Way! Okay, Fine. “Dije: ‘¡Yo hago eso! Fuck, ¿por qué hago eso?’ Es muy extraño no darte cuenta de algo y luego, de repente, descubrirlo".

Al ofrecer una mirada como esta a su personalidad, el tono de Barnett rara vez cambia; a lo largo de nuestra conversación, su voz se mantiene firme y segura, salvo por la risa o el quejido ocasionales. Para alguien que se ve tan seria en sus tomas de prensa, a menudo mirando hacia la lente o a la distancia, como si estuviera sumida en sus pensamientos, y que a menudo es descrita como tímida o de voz suave, Barnett es una presencia reconfortante y cálida. Cuando me saluda, vestida con un como uniforme de camiseta negra, jeans negros y su calzado Blundstone, lo hace con una sonrisa que arruga sus ojos; cuando hace una broma o se ríe durante nuestra conversación, siempre lo puntualiza con un intencional "¿sabes?" de complicidad.

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El tipo de autodescubrimiento y autoterapia que condujo a "Charity” es fundamental para Tell Me How You Really Feel. Los temas del álbum, según Barnett, son comunicación y conexión. Ella siempre ha sido consciente de su neurosis (varias de sus antiguas letras podría dar fe de ello), pero este disco es diferente. En lugar de canalizar sus estados de ánimo en anécdotas irónicas sobre piscinas públicas y estampas para el parachoques, en Tell Me How Really Feel Barnett se mira directamente en el espejo, libre de encuadres o metáforas. "Hay mucho de estudio psicológico", dice, antes de darse cuenta de que, bueno, mucha de su música ha involucrado el estudio psicológico de los demás. Y aclara: “Soy yo tratando de hacer un estudio psicológico amateur de mí misma”.

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En algunas canciones, como en "Charity", este estudio aparece como crítica; en muchas otras, como afirmación. Tal es el caso de "Mind Your Self", una canción optimista sobre la práctica del Qigong, una forma de respiración guiada y de relajación. En el tema Barnett repite frases cortas como si fueran mantras. "You got a lot on your mind" [Tienes muchas cosas en la cabeza], se dice a sí misma. "You know that half the time/ It’s only half as true/ Don’t let it swallow you" [Sabes que la mitad de las veces / sólo es la mitad de la verdad / no dejes que te devore]. Estas afirmaciones se encuentran a lo largo del álbum, palabras serenas de aliento como "Keep on keeping on, you’re not alone" [Sigue siguiendo adelante, no estás sola], o "You seem to have the weight of the world upon your bony shoulders, well hold on" [Parece que llevas el peso del mundo en tus hombros huesudos, bueno, aguanta] o "Your vulnerability is stronger than it seems" [Tu vulnerabilidad es más fuerte de lo que parece]. No servirían para una camiseta, pero de cualquier forma son empoderadoras, se trata de una voz en el fondo de tu cabeza que te dice que sigas adelante.

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"Intento fingir el optimismo hasta el punto que se vuelva real". —Courtney Barnett

El estira y afloja entre el malestar de algunas canciones y la positividad de las demás, dice Barnett, refleja directamente su constante monólogo interno. "Siempre intento fingir el optimismo hasta el punto que se vuelva real", me dice. "Me di cuenta en el proceso de hacer este álbum que no soy pesimista, y que no estoy tan enojada. Al terminar el álbum me sentí extrañamente muy positiva. A pesar de que parece ser un álbum realmente negativo, se trata más acerca de estar agradecida y reconocer las cosas buenas".

La necesidad de hacer estas afirmaciones es también un intento por sofocar la parte de su cerebro que está constantemente creando catástrofes. "Mi suposición natural en mis días más negativos es que todos me odian. Pienso que mis amigos me odian. Es difícil para mí pensarlo honestamente, porque lo pienso todo el tiempo", lo dice con franqueza, no como si lo admitiera, sino como una afirmación comprobada. "Antes de lanzar una canción, me siento físicamente enferma al saber que estará en línea a la mañana siguiente. Supongo que es solo el miedo humano a fracasar, o a que la gente piense que es malísima. No soy inmune a eso en lo absoluto".

Las mariposas, aunque inevitables, son innecesarias. Tell Me How You Really Feel es un disco bellamente construido, el trabajo de una artista en la cima de sus súper poderes. Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit, el primer álbum de Barnett, fue aclamado por la crítica, pero mostraba las marcas del dolor que provoca crecer. Canciones basadas en el aspecto narrativo como "Elevator Operator" y "Aqua Profunda", aunque se remontan a los primeros EPs de Barnett, no pudieron seguir el ritmo de canciones más emotivamente crueles como "Pedestrian At Best" y "Depreston", melodías ingeniosamente construidas que se centraron en emociones crudas, utilizando la misma especificidad que Barnett empleó algunana vez para dibujar arcos narrativos. Tell Me How You Really Feel evita por completo la narrativa, operando por completo en este segundo modo, más emocionalmente resonante. Desde el influjo de la grabación y la introducción incierta hasta el final del disco, una canción de amor platónicamente cálida y áspera llamada "Sunday Roast", el segundo disco de Barnett se siente como un retrato mucho más completo de ella misma. Su contenido refleja claramente su portada: un autorretrato en primer plano, con Barnett mirándote directamente a los ojos.

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Musicalmente, el disco también se siente más real: algunos años haciendo gira para Sometimes I Sit and Think, convirtieron a Barnett y su banda, compuesta por el baterista Dave Mudie y el bajista Bones Sloane, a quienes en el estudio se les une Dan Luscombe de The Drones (un grupo a veces anunciado en broma como "Courtney Barnett and the Courtney Barnetts”), en una unidad estridente y potente. Aunque una vez fueron descritos ad nauseum como “desastrosos“, Tell Me How You Really Feel muestra la destreza conjunta del grupo, y hace alarde de su aptitud para los solos sudorosos y los codas tensos. Sería difícil volver a describir a los músicos en este disco, quienes están muy íntimamente compenetrados después de cinco años tocado juntos, como "desastrosos”.

Al igual que muchos discos dolorosamente buenos y dolorosamente introspectivos, el verdadero camino hacia la creación de Tell Me How You Really Feel no fue particularmente fácil. Después de terminar de hacer las giras para Sometimes I Sit and Think, Barnett comenzó a escribir un nuevo disco, pero le resultó difícil recopilar sus ideas adecuadamente. Si bien no le faltaban acordes y piezas para las canciones ("Tenía una fondear de papel manila lleno de páginas A4 y las pegaba en la pared como en A Beautiful Mind"), lo que estaba formando no era del todo satisfactorio, una experiencia que ella compara con la "visión de túnel". Muy consciente de su voz y alcance, los primeros intentos de escribir canciones que hablaban sobre el clima político actual demostraron llevar el rumbo equivocado. "Cuando comencé a escribir las canciones, eran más políticamente directas, pero eran muy insulsas", dice. "Creo que me di cuenta de que no sabía muy bien cómo expresar los sentimientos que estaba experimentando y todo parecía muy moralizante, egocéntrico y arrogante”.

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Parte del proceso de Barnett para superar esta visión de túnel creativo implicó buscar hacer colaboraciones creativas, en oposición al proceso a menudo solitario de escribir un álbum solista. Por lo tanto, en el transcurso de su período de escritura para Tell Me How You Really Feel, Barnett grabó dos álbumes que no fueron del todo propios: el disco homónimo de Jen Cloher, en el que ella tocó la guitarra, y Lotta Sea Lice, un álbum colaborativo con su ídolo de mucho tiempo Kurt Vile. Si bien ambos álbumes fueron elogiados al momento de su lanzamiento, fueron proyectos de bajo impacto para Barnett a nivel personal, que era exactamente lo que ella necesitaba. "Fue simplemente bueno para mi cerebro flexionar los músculos en diferentes áreas y distraerme un poco", nos dice. Después de un período de aislamiento autoimpuesto, durante el cual trató de forzar la materialización de las ideas, trabajar en su nueva música con Vile y Cloher le ayudó a recordar que "salir y hacer cosas" era exactamente lo que necesitaba para tener fuentes de inspiración.

Al final, en lugar de tratar de escribir canciones explícitamente políticas, decidió concentrarse en por qué el mundo estaba en tal agitación. "Empecé a enfocarme en los pensamientos que terminan por conducir al odio y al miedo, de dónde vienen y cómo terminan siendo racismo u homofobia o lo que sea", me dice. "Era lo único que veía y todo lo que podía ver era el dolor derivado de ello, en todas partes, en las personas".

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Pooneh Ghana

Triste y enojada por el estado del mundo, Barnett terminó haciendo música que no hablaba de los detalles específicos del clima político, sino del impacto emocional y mental que eso estaba teniendo en sus seres queridos. "Siento que estaba escribiendo canciones para mis amigos o para las personas que sabía que estaban pasando por cosas difíciles”, explica. Seguía viendo a la gente luchar y sentirse desesperanzada, y había un extraño balance entre algo como “¿Qué tan bueno es sentirse desesperanzado? ¿Qué puedes hacer para mejor una situación? ¿Cómo puedo tomar esa energía y convertirla en algo positivo?”.

Esas preguntas se abordan en la canción “Hopefulessness” que abre Tell Me How You Really Feel, la cual es un reflejo de la confusión ideológica de Barnett. En el primer verso de la canción, Barnett responde sus propias preguntas rápida y graciosamente con una cita de la difunta Carrie Fisher: "Toma tu corazón roto y conviértelo en arte". Que es exactamente lo que hace a lo largo del álbum.

"Empecé a enfocarme en los pensamientos que terminan por conducir al odio y al miedo, de dónde vienen y cómo terminan siendo racismo u homofobia o lo que sea. Era lo único que veía y todo lo que podía ver era el dolor derivado de ello, en todas partes, en las personas". -Courtney Barnett

Las canciones que efectivamente terminaron teniendo una inclinación vagamente política, como el sencillo principal "Nameless, Faceless", que se basa en la cita de Margaret Atwood: "Los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos, las mujeres tienen miedo de que los hombres las maten", no fueron planeadas de esa manera. Esa canción no era realmente un “vete al diablo" o algo así. "La gente la describió como un 'intento por empezar una riña un troll', pero no se trata de eso. Simplemente aborda temas con los que siempre he lidiado y con los que mis amigos han lidiado y de los que siempre hablamos“.

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En consecuencia, “Nameless, Faceless” es una de las muchas canciones de Tell Me How You Really Feel que se siente como algo que Barnett necesitaba hacer; hay un puñado de canciones “iracundas” en este disco, música tan agresivamente catárticas que se siente como un exorcismo. "La falta de confianza en uno mismo provoca una sensación muy intensa y paralizante, y luego se siente bien decirlo en voz alta y cantando”, explica Barnett. "Siempre se siente muy bien cantar una canción ligeramente iracunda y sacarla de tu maldito cuerpo, sacar ese sentimiento, y se siente bastante… No encuentro las palabras, pero se siente bien".

Y la catarsis de interpretar una canción iracunda ante una multitud de decenas de miles, aunque es una experiencia relativamente nueva para Barnett, es algo que ella ha acogido de todo corazón. Antes era agonizantemente tímida —recuerda, con una sonrisa irónica, su negativa a reunirse con los amigos de Cloher en las primeras etapas de su relación—, pero los años que ha pasado bajo la luz de los reflectores la han ayudado a abrirse hasta a la emoción de las presentaciones en vivo. “Como resultado de los últimos años me di cuenta de que tenía mucho más valor en mí de lo que pensaba. Siempre decía: ‘Ay, soy muy tímida’, y actuaba realmente raro cuando tenía que conocer gente", dice. "Cuando comencé a salir de gira con más frecuencia y a hacer giras por el extranjero, me vi forzada a aprender cómo hacerlo. Creo que es bastante liberador cantarle todas estas cosas a cientos de personas, se siente un poco irreal".

Aun así, Barnett anticipa que los primeros meses de gira con Tell Me How You Really Feel serán una lucha. "Creo que todo este lanzamiento y la gira del álbum será un gran desafío, sinceramente y, de hecho, hablar de ello con cientos de personas ya ha sido desafiante y muy intenso", confiesa. "Tratar de entenderlo y descubrir cómo me siento o de qué estoy hablando con gente extraña, es una situación realmente rara”. Y sólo hablamos de la parte promocional; la gira en sí es algo completamente diferente. Después de la agotadora gira para Sometimes I Sit and Think, Barnett se dio cuenta de que las realidades de viajar al extranjero no eran tan simples como pensó inicialmente. Un mes de gira se convirtieron en dos, los cuales después se convirtieron en tres meses, simplemente porque la banda pensó que no valía la pena pagar el costo adicional de volar todo el camino de regreso a Australia. "Todos descubrimos que estábamos equivocados, eventualmente", dice Barnett. "No es que hacer una gira sea lo más importante en el mundo".

Pero esas son preocupaciones para el futuro; en este momento, todo lo que le preocupa a Barnett es el álbum. "Me siento muy orgullosa de él, así que con suerte la incomodidad inicial desaparecerá", dice. "Supongo que esa es la otra cosa: te das cuenta, finalmente, de que es sólo otra gota de agua en el inmenso mar. Crees que todos están concentrados en ti y pensando en ti; pero en realidad no es así, por lo que luego piensas ¿a quién le importa?”, me dice sonriendo. “Simplemente haz lo mejor que puedas".

Shaad D'Souza es el editor australiano de Noisey. Síguelo en Twitter.