Voy a pelear para que My Chemical Romance siga siendo relevante en el 2018

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Música

Voy a pelear para que My Chemical Romance siga siendo relevante en el 2018

My Chemical Romance hizo que el emo se volviera pop.

Rímel en los ojos de los hombres, maquillaje en exceso, títulos exageradamente largos en las rolas de las bandas, My Space, mi primera novia, Tumblr, MTV, Los Diez Más Pedidos, mi ex, MSN Messenger, ropa de Hot Topic y, obviamente, playeras más negras que mi alma. Estas cosas representan fielmente al género musical más importante en el crecimiento de los millennials: el emo. Ya sé que hoy en día quizás digas que no lo escuchas, o que tus gustos se elevaron a la máxima potencia cuando escuchaste a Kendrick; pero los números no mienten, estimados. Siempre disfruto ver cómo "Welcome To The Black Parade" tiene 133.123.648 millones de plays en Spotify, por ejemplo. Es mi guilty pleasure favorito. El emo fue la subcultura más importante de nuestro crecimiento y marcó tendencias culturales vitales que hoy en día se siguen viendo.

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En fin, este texto no es para hablar del emo. Ya he hablado del emo en otras ocasiones (lo seguiré haciendo). Este texto es —quizás una oda— para hablar de la banda más importante del género: My Chemical Romance. Normalmente este tipo de bandas guardan una historia rara detrás de la razón por la que se formaron. Gerard Way, su vocalista y la razón por la que absolutamente todos los hombres y mujeres de esa época querían tener el cabello largo, con flequillo en la cara, para poder subir una selfie (en la época pre selfie) a My Space, comenzó la banda luego de haber vivido el 11 de septiembre en New York.

Foto de Leszek Szymanskileszek Szymanski

Probablemente nunca pensaron en convertirse en la banda que terminaron siendo. Gerard Way tenía 24 años cuando quiso empezarla, y ya para esa edad podría considerarse correcto pensar que estás muy viejo y pendejo si crees que tienes chance de ser firmados por alguna disquera, vender millones de discos y que tus rolas las termine cantando el mundo entero: desde México a Venezuela pasando por Tokyo. Ah, y también cantando con pinche Brian May "We Will Rock You" y "Welcome To The Black Parade" como headliners del Reading Festival.

My Chemical Romance, por alguna razón, evitó caer en todos los abismos de las bandas emo o alternativas de esa época, y terminó siendo relevante más allá de su música. La gente quiso vestirse como ellos, llevar el mismo peinado que su vocalista, llenar sus redes sociales de las letras de sus rolas, y si hubiese existido el puto hashtag para esa época; #ImNotOkayIPromise hubiese sido trending topic por dos años.

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Trascender artísticamente es algo sumamente difícil. Cualquier banda puede hacer una buena canción o un éxito pegajoso que se te quede en la cabeza mientras stalkeas el Instagram de tu ex, pero crear una obra que te cambie la manera en la que ves el mundo, piensas, amas, vistes, y que cambie el significado de la vida misma para una generación entera, además de llevar la antorcha de una subcultura; pues eso no está al alcance de todos.

Foto de Steve C. Mitchell

Gerard Way es de esos artistas que están tocados por "algo más", así suene trillada, estúpida y poco original la frase. Pero no encuentro otra palabra para definirlo. Toda banda que esté destinada a cambiar el mundo necesita una persona así en su lineup. El largo de su cabello, lo pálido de su piel, su increíble voz, sus letras, sus melodías, su personalidad, su flequillo, la vez que se metió tanto en el personaje de su tercer disco que se tiñó el cabello de platino para parecer un enfermo terminal debido al cáncer, su intership en Cartoon Network, y las veces que perdió y subió de peso.

Conocí a My Chemical Romance como muchas personas quizás: viendo MTV en la recámara de casa de mis padres. Cuando vi el video y escuché por primera vez "I'm Not Okay I Promise", sentí que estaba cantando lo que sentía en todo mi cuerpo para esa edad, y luego me di cuenta que no era el único en sentirme así; y que habían un montón de personas que se sentían igual. Si quieren, vean cuántas personas se han tatuado sus letras, por ocio.

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Three Cheers For Sweet Revenge se metió en el inconsciente, corazón, cerebro, carne, y relaciones sentimentales de todas las personas con acceso a MTV e Internet. Sus títulos largos de rolas (o que sentías que podían ser pequeñas frases para dedicarle a tu ex), videos —obviamente hablo de "Helena"—, dramatismo, melodías que hacían que necesitaras gritar sus rolas, porque hay algo en la gran mayoría de ellas que te crea la necesidad de escupírselas en la cara a alguien. My Chemical Romance no es una banda para cantar en voz baja, es para gritarle al mundo que todo está de la verga. My Chemical Romance hizo que el emo se volviera pop. El trío de hits ("I'm Not Ok", "Helena" y "The Ghost Of You") los llevaron a un cierto nivel de reconocimiento en la época. Pero para tatuarse en el imaginario popular, necesitaban que el próximo disco fuese algo gigante.

El riesgo de no hacer otro tipo de disco y repetirse en la temática de sus dos primeros, era que podían quedarse como la banda emo para llamar a tu ex de la escuela cuando estás bien pedo. Por suerte, Gerard Way y el method acting se unieron y tomó el personaje de The Patient. The Black Parade narra la historia de su muerte, la luz y la obscuridad, experiencias en el más allá y las reflexiones sobre lo que significa estar vivo. Un álbum conceptual, aunque odio ese puto término. Se quedaron con la oscuridad propia del emo de esa época, pero eliminaron la angustia de adolescentes con la fría realidad. La muerte. Incluso se vistieron con trajes negros por toda esa temporada. Viva el negro.

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Cuando escucho The Black Parade ahora, sigo sintiendo que me habla, pero de otra manera. Es fácil aceptar que era un adolescente raro y poco sociable a pesar de tantos amigos que tenía, y de que estaba buscando qué hacer con mi vida (aunque aún no lo sepa). La conexión entre la muerte, el desamor, la depresión, con el torpe proceso de saber cómo "enderezar" nuestro camino, termina siendo una especie de maduración. Escuchar este disco te hace entender que hay que seguir, no importa los problemas sentimentales o existenciales por los que estés pasando. The show must go on, diría Queen. "El disco es realmente sobre la redención y levantarte, no importa lo que te haya pasado y seguir viviendo", le dijo Way en una entrevista a Spin, así que cuando canta "I am not afraid to keep on living, I am not afraid to walk this world alone", en "Famous Last Words", lo confirma.

La banda se separó en el 2013, pero cuando sacaron un teaser para celebrar el décimo aniversario de The Black Parade hace un año, las redes sociales, Internet y el mundo, colapsaron. Muchos pensaron que se reunían, y, en palabras de Ray Toro, su guitarrista "La verdad no sé si alguno de nosotros en algún momento se dio cuenta cuán popular es el disco. Cuando salió el teaser, empezaron a seguir buscándonos más y más para hablar del disco, y eso es lo que todo artista sueña".

Crédito: Scott Gries/Getty Images

Hoy en día, con el mundo tan vuelto mierda como está, que My Chemical Romance siga importando, es solo una noticia hermosa. Que se reunan o no, que saquen un nuevo disco o no, da igual. My Chemical Romance es una banda que ofreció todo lo que tenía y más al mundo: nos hizo aprender de nosotros, de otras personas, del amor, la vida o la música.

Ya me siento viejo, y quizás se sienta raro oírlos hoy en día. Me recuerdan a mi ex y a veces eso me emputa mi existencia; pero a la vez escucharlos me hace sentir absolutamente bien. Es algo bien pinche raro de explicar. Es como si entraras en una especie de tristeza rara que al final del día termina haciéndote sentir bien. No sé. Se lo diré a mi psicoanalista. Quizás un puto círculo vicioso e interminable que cada vez que me siento deprimido escucho música deprimente. Pero obviamente, lo que más importa y amo personalmente de My Chemical Romance, es todo lo que me ayudaron en mi desarrollo como ser humano, las emociones que me generaron, la gente que me hizo conocer, y las bandas que escuché gracias a ellos. Eso es lo que los hace relevantes en las vidas de tantas personas. Y, muy importante, no son Foo Fighters. Por esto, voy a pelear para que My Chemical Romance siga siendo relevante en el 2017.

Puedes seguir a Diego en Instagram y hablar de My Chemical Romance con él.