La influencia de los Beatles en diferentes vertientes de la cultura popular es contundente e incomparable: fueron la primer banda de rock en presentarse en un estadio deportivo inaugurando la industria de los conciertos y festivales que tanto celebran, queridos lectores. Participaron en la primera transmisión satelital interpretando su clásico "All You Need is Love", que fue visto en más de veinticinco países en 1967: una transmisión global. Lo anterior aunado, por supuesto, al éxito comercial de sus canciones y a la conmoción que causaron sus peinados.
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La maquinaria Lennon-McCartney-Harrison produjo decenas de sencillos que se apropiaron de las listas de popularidad por mucho tiempo, asegurándose de incluir a Ringo, creando suficientes canciones infantiles para que las interpretara el baterista. Su impacto en países como México se puede sentir a la fecha a través de sus miles de aficionados que sintonizan religiosamente las dos emisiones (sí, dos de una hora cada una) del programa de radio dedicado devotamente a la obra de los Cuatro Fantásticos de Liverpool, además de que se sigue vendiendo con éxito sus discos y parafernalia asociada. No sé si exista otro país en el mundo (fuera de Inglaterra) con más aficionados a los Beatles. Los fans de los Beatles o beatlemanos o beatlemaniacos, son como el arquetipo de los fans de Radiohead o de Pearl Jam.Por mi parte, debo confesar que durante un tiempo me bebí todo ese Kool Aid y, como el resto de mis conocidos, escuché hasta el hartazgo los discos de los Beatles. Lo anterior lo atribuyo a mi formación como aficionado a la música popular y mi necesidad de pertenecer a algo, de preferencia muy conocido y establecido. Yo también quería decir: Los Beatles son la banda más grande que haya existido, y que ‘nadie’ pudiera contradecirme.Tiempo después escuchando otras cosas, me di cuenta que no era el caso y que si bien había que seguir reconociendo los logros de esos chicos de Liverpool 1) No eran la banda más grande que haya existido; 2) No había necesidad de intentar convencer a los demás de ello (beatlemanos, este punto se puede releer las veces que sean necesarias para no seguir con esa práctica); 3) Lo que los Beatles hacían no era más que una versión blanqueada de lo que Muddy Waters, Little Richard, Sam Cooke o James Brown llevaban décadas haciendo.
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Insisto, lo anterior no pretende quitarle méritos al trabajo de los Fabulosos Cuatro. Si bien fueron influidos por Little Richard y James Brown, sus exploraciones en la psicodelia se abrieron paso de vuelta a América e influyeron a músicos como George Clinton y Prince, por mencionar dos de los músicos americanos más importantes del siglo pasado.La influencia del Cuarteto de Liverpool es mayor y a continuación presento algunos ejemplos de esa influencia:Stevie Wonder grabó su versión de "We Can Work it Out" para el álbum de 1970 Signed, Sealed and Delivered que, únicamente por su entrega vocal, compite palmo a palmo con la de Sir Paul. Para el principio de los setenta, Motown ya se había dado cuenta que los gustos de su audiencia estaban cambiando primordialmente por la influencia del funk y del sonido de las bandas de rock blanco inglesas. "We Can Work it Out" en la versión de Steve es una muestra del impacto del cuarteto en alguien que sin duda había sido un antecedente para ellos mismos."We Can Work it Out" fue lanzada como sencillo con doble cara A incluyendo del otro lado "Day Tripper". Ambas pertenecen a la era del Rubber Soul y la segunda fue versionada por Otis Redding en el último álbum que grabó antes de morir (Complete & Unbelievable: The Otis Redding Dictionary of Soul, 1966) en un accidente aéreo en Madison, Wisconsin. En ese disco, la banda que acompaña a Otis es la banda de sesión de Stax que por esos años no era otra que la que comandaba Booker T., conocida como los MG’s.
Stevie Wonder
Otis Redding
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Booker T & The MG's
Aretha Franklin
Les Demerle
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