Ruidosa Fest SCL 2017: Un match entre el feminismo y el pop

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Música

Ruidosa Fest SCL 2017: Un match entre el feminismo y el pop

Este sábado se vivió en Santiago el capítulo chileno de este festival, que reivindica espacios culturales para la mujer. Checa nuestra reseña.

Todas las fotos: Rosario Oddó.

La segunda edición de Ruidosa en Santiago de Chile se llevó a cabo en Avenida Matucana 100, el pasado sábado 11 de marzo. Creado por la cantante Francisca Valenzuela, este festival compuesto de un line up non stop de mujeres músicas y dos paneles de conversación, sumó a su programa un foro con la periodista y activista Jessica Hooper (directora de MTV News), además de cuatro talleres de trabajo. Estos trabajaron desde la autogestión de proyectos musicales (Pia Vargas, Natisú y Francisca Valenzuela), dirección de videoclips (Enciclopedia Color), de disc jocking (Valesuchi) y un taller coreográfico (Yeimi Navarro).

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Sobre la explanada de concreto se siguen los stands de ilustración, editoriales, organizaciones y fundaciones relacionadas con temáticas de género. Zigzaguean tiendas de comida y público, joven, adulto, niñas y niños, así como algunos papás entusiastas que capean el calor con jockeys, agua helada y música. En el evento de Facebook, muchos han avisado que vienen viajando desde el extremo norte y sur del país. Si bien en esta oportunidad se pagó una módica cuota para ingresar, eso también ha permitido cierto resguardo y cupo para participar de las actividades.

En esta oportunidad, no sólo participé como prensa, sino que también moderando el primer panel de conversaciones, titulado "Sobre la música", junto a la estrella del pop local Nicole, el dúo de reggaetón lesbofeminista Torta Golosa, la dj Pía Sotomayor y Mariana Montenegro de Dënver. Más tarde vendría el turno de Francisca moderando el panel "Desde las industrias creativas" con Camila Le-bert (Lápiz de Mina), la cineasta Marialy Rivas ("Joven y alocada"), Antonella Estévez (FEMCINE), la periodista Arelis Uribe y la activista trans Alexa Soto. Las conversaciones fueron –bajo mi perspectiva- el motor de este festival, pues en él no sólo conocimos el testimonio que las artistas guardan tras sus hits, sino que también permite poner sobre la mesa distintos modos de acercarse y comprender el feminismo. Como declaró Osa Flaca, activista y 50% de Torta Golosa, hay tantos feminismos como feministas hay. Y es en ese punto donde las distancias, rebeldías o suavidades comienzan a ponerse en juego.

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Los pasillos están repletos de adolescentes discutiendo cosas importantes, mientras comen una arepa, descansando en las pequeñas islas de pasto, fumando una que otra cosa. El lineup comenzó puntual y las bandas se sucedieron sin grandes contratiempos. El público también cumplió: coreó todo lo que pudo corear.

Las luces altas

Dadalú es quizá de las raperas más creativas que tenemos en Chile y junto a sus arpilleras, su esposo y máscaras, le hizo honor al escenario y, desenfadada, hizo saber cual es el resultado de su reciente gira europea.

Pronto apareció Nicole y aferrada a su guitarra nos hizo recordar nuestra pubertad, nuestros amores con un sin fin de canciones pegajosas. Convirtiéndose en uno de los shows más esperados de la tarde y que antecedió el momento más político del Ruidosa: la performance de Colectivo Lemebel, banda de estudiantes secundarios que en honor al escritor chileno, desarrollan sus intervenciones en marchas estudiantiles, tomas y conmemoraciones. Presentando el concurso drag "La mejor mujer" criticaron distintos estereotipos de comprensión de la mujer. La Marilyn Monroe, la niña pobre, la anoréxica, la Pataza del Real (Tomasa del Real), la chica de látex y cuerina ajustada. Modos de auto-comprensión de mujeres/perras que llevan de cadenas para que se peleen unas con otras y así obtener el primer lugar. El premio final es la violación en plena plaza pública. La sangre entre las piernas desnudas brota de puro deseo ajeno, de pura violencia patriarcal, de pura provocación machista. El público de 31 minutos abre los ojos como nunca. Los papás comienzan a dar explicaciones. La animadora es la Virgen del Carmen, nuestra versión monocromática de la Virgen de Guadalupe.

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El flow apareció con el show de Mariel Mariel, la misma que hace unos días antes se tomó la arteria principal de Santiago, en la Marcha del Día de la Mujer con su batallón latino y sin discurso panfletario, emocionando hasta las lágrimas a las mujeres marchantes. Le siguió la energía limpia de La Entrópica quien hizo bailar a quienes ya comenzaban a sentir la noche fría. La comediante Natalia Valdebenito hizo lo que sabe hacer, hacer reír a través de la crítica mordaz de nuestras costumbres, haciendo pasar una cosa por otra y por tanto educando, en el pensamiento crítico y los ojos saltones, qué es una cosa y que no. Estableciendo límites pero con la cara llena de risa.

Mujeres en confianza

Las mujeres trabajamos bien. Esta premisa se llevó a cabo desde el momento uno de que comenzó Ruidosa Fest. Una instancia que Francisca Valenzuela lleva a cabo, sin ninguna necesidad. Vale decir, no lo necesita para aparecer, para hacer música, para ganar popularidad. Y sin embargo lo hace, aquí, en México, en Las Vegas. Lo organiza en medio de sus viajes, en todos sus correos. Ese arrojo lo reconozco y lo admiro. Un espacio que no habría conocido de no haber sido invitada a participar. Digo esto, a sabiendas que seguimos en un territorio machista, profundamente misógino que celebra la belleza y el silencio en la mujer, el no hacer problemas, el no decir las cosas; el fingir. Y nada de eso ocurrió -al menos en lo que yo vi- de este festival. Las mujeres estuvimos cómodas, en este espacio protegido donde la solidaridad entre mujeres es más importante que las sospechas, que la mala leche, la envidia. En todas las bancas, en las filas para comprar, en el baño se escucharon historias. Niñas preguntándole a sus madres el sentido de ciertas palabras, pidiendo explicaciones de por qué están ahí y no viendo la tele en la casa. Y ese cambio de actitud, desde la pasividad a la actividad me llena el corazón de buena voluntad. Pues este no solo fue un espacio de promoción musical sino que también de promoción conceptual, donde ponemos las cartas arriba de la mesa, nos encontramos con uno que otro referente y el testimonio; la historia vital se vuelve un argumento de por qué es necesario el feminismo, no sólo en la industria musical, sino que también en la vida, en la cama, en la amistad, en el trabajo. Junto con Torta Golosa supimos que no sólo los hombres gozan de privilegios por ser hombres. Sino que también hay mujeres más privilegiadas que otras, haciendo patente que el feminismo está cruzado por la lucha de clases. No es solo un asunto de género, es de raza, es social, es económico y es político porque siendo quienes somos pueden matarnos, porque nos han violado, porque nos han quitado la paz desde el momento de nombrarnos por nuestro nombre en la calle.

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Y el público ha madurado. Ya sabe algunas cosas, ya se pregunta otras. Exige, aplaude, reacciona, se decepciona, pregunta, pide selfies, comenta las redes del festival. El público a veces sabe más que su artista. Las abraza, las quieren, saltan de alegría cuando pasan por su lado. Los shows se fueron sucediendo consigna tras consigna: las niñas quemadas en Guatemala, la deuda que tenemos con nuestras madres, abuelas, tías: la urgencia de crear redes entre nosotras; el aborto libre y el feminismo como herramienta transformadora de la sociedad y de la vida individual. La rebeldía como una urgencia y la auto-educación. Como dice Andi Co: a nadie le hace mal leer un poco, educarse, informarse, hacer que el feminismo te salve la vida cuando ya no puedes creer ni confiar en nadie.

Las Proyecciones

Ruidosa es un festival que no debe parar. Que haremos que no pare pues se está volviendo un imperativo no sólo para el feminismo, sino que también para el periodismo y la crítica cultural. La diversidad de voces, con sus superficies y profundidades comienzan a anclar conceptos y discusiones. Hacen urgente una preparación previa no sólo para los moderadores de los paneles, sino que también para sus panelistas. Porque las chicas escriben, comentan sin cuidado, sin disimulo.

El éxito mayúsculo hizo que Matucana 100 se hiciera chico, tal y como en el 2016 se hizo pequeño el Centro Cultural de Providencia. Quedando varias personas fueras del los foros. Convocatoria arrasante, casi inmanejable. Y el financiamiento, hablemos de esto. ¿Es Ruidosa del interés de solo un privado? ¿Dónde están los fondos del Estado que buscan promover políticas públicas en torno al género?  De repente, en vez de imprimir rostros de hombres de televisión, hablando sobre la mujer en la campaña He for She (ONU Mujeres Chile), podríamos ponerle un poco de nuestros impuestos a estas iniciativas. No sólo para pagar el trabajo que requiere el equipo detrás, sino que también para hacer que el acceso no sea un tema, para que el ingreso sea gratuito, sobre todo en comunas como Quinta Normal, de clase media-baja, que se merecen estos espacios de autoformación.

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La curaduría también es un ítem relevante. Ya sabemos más o menos qué es feminismo. Y sabemos más o menos qué no. Pues, la presencia o ausencia de músicas generó dudas ¿La reggaetonera antifeminista Tomasa del Real en Ruidosa? ¿31 minutos en un festival feminista?  La generosidad femenina abraza estos shows y referentes que reafirman justo lo que se desea cambiar, pero lo hace como un gesto político aún más feroz que el eterno bis del "son pololos, son pololos", que el "cómprame cosas", más que la ignorancia y el desparpajo.

Pero hay también otros asuntos de fondo ¿Dónde está el rock, la trova y el punk? Estos géneros llevan más kilómetros avanzados en torno a estas problemáticas que el pop; ejemplo prístino es el FEMFEST. Y esta sería una hermosa red: Ruidosa + FEM FEST: un finde de pop y música sucia, desobediente y suicida, enredadas, chilenas y coloridas. Tejiendo los cimientos de un nuevo modelo de autocomprenderse como músicas: no sólo como mujeres llamadas a cumplir cánones estéticos y de popularidad, sino como mujeres despiertas al cambio: artistas conscientes, educadas y políticas. Tal y como acuñó Dadalú, en una conversación que sostuvimos bajo el escenario: "lo que necesitamos ahora es la rebeldía".

Video recapitulando Ruidosa, cortesía de Javiera Tapia de Es Mi Fiesta Mag.

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