Fuimos la banda que trajo el punk a México: Una charla con Ritmo Peligroso
Collage para celebrar el 40 aniversario de Ritmo Peligroso, vía

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Música

Fuimos la banda que trajo el punk a México: Una charla con Ritmo Peligroso

Uno de los grupos canónicos del rock mexicano cumple 40 años de tocar y existir. Charlamos con su fundador, Piro Prendas, sobre historia del rock nacional y otras malas hieras.

“Fuimos el primer grupo de punk en México. Es pretencioso decirlo, pero así pasó, fuimos la banda que trajo el punk a este país”. La respuesta de Piro Pendas es categórica cuando le pregunto si Dangerous Rhythm podría calificarse como el combo que antes que nadie hizo punk en los solares del rock nacional. El cantante y fundador de esta canónica banda, explica que así fue, que todo arrancó el 6 de agosto de 1978, cuando influenciado por Sham 69, The Clash y Wire decidió hacer música acompañado de Marcelo, Johnny y RIP; sujetos prestos para regar voltios en los hoyos fonquis que entonces forraban el paisaje de la capital mexicana.

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Sin embargo, aquel cuento duraría poco. A decir de Piro, una crisis existencial fue la responsable de que el cuarteto adhiriera congas a su dotación instrumental y comenzara a cantar en español. Vino así un tachón en el acta de nacimiento punkie de, quienes desde entonces, comenzaron a llamarse Ritmo Peligroso.

“Cumplimos cuarenta años tocando, ¿qué te puedo decir?”, reflexiona Piro al hablar del ayer, aunque de inmediato su ubica en el ahora. “Pero el mundo se renueva constantemente, el pasado ya se fue y el presente ahora mismo se está yendo. Nosotros cada vez nos sentimos más jóvenes, por eso estamos sonando mejor que nunca. Soy optimista con lo que estamos haciendo”. Al contar de su presente y hablar en plural, el músico se refiere a Pa´lante hasta que tu body aguante, el álbum más reciente de Ritmo Peligroso, un disco donde la banda repasa lo más célebre de su repertorio al lado de Rubén Albarrán, Sergio Arau, Alex Lora, Dr. Shenka y Sabo Romo, entre otros más. “Yo los llamo compañeros musicales”, apunta el nacido en Cuba; “nada menos que cuatro generaciones unidas por nuestra música, todas celebrando que estamos vivos y que queremos seguir tocando juntos”.

Rodeado de Avi Michel, Jorge “Gato” Arce, Mongoose, Armando “Pinaca” Espinoza, Mosy, Manny Murillo y Óscar Contreras, el del coco a rape echa un vistazo a los días previos al Rock en tu Idioma, a aquellas épocas feroces del Hip 70, a los puntos de encuentro entre los punks fresas y sus símiles agrestes en Neza. Y lo hace porque el hombre sabe de esos temas. Buceó en hoyos fonquis así como se asoleó bajo reflectores televisivos y se sacudió al toque de “Electroshock” hasta que apareció “Marielito”. Es decir, pasó del punk a la música tropical cuando hacerlo significaba enterrarse una daga en las costillas. Pero jamás sintió miedo al actuar, ¿cómo iba a sentirlo si ya estaba calado, si ya se había parado frente a la audiencia más hostil para jalonearse al son de “Social germ”?. ¿De dónde chingados salieron estos cabrones?, cuenta Piro que se preguntaban con la mirada quienes se encontraban a Dangerous Rhythm sobre tarima, en alguna coladera indómita de la ciudad, justo después de que Javier Bátiz dejara a la pandilla calientita, tras descolgarse su guitarra.

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NOISEY: ¿Precisamente en qué momento Dangerous Rhythm se transformó en Ritmo Peligroso?
Piro Pendas: Cuando empezamos a meter congas en los conciertos, en la mera época punk. Formalmente, cuando grabamos el disco En la mira. Ahí se nos vinieron encima las críticas. Decían que hacíamos tropirock, que éramos Piro Tovar y su Costa Peligrosa. Muchos se burlaban, pero no nos importaba, éramos viscerales. No me olvido de un domingo que tocamos en el Salón Maraca ante 5 000 personas y encontré entre la multitud a un chavo cantando “Marielito”, con una camiseta de Johnny Rotten. Ahí dije: sí, de esto se trata, de evolucionar.

“Marielito”, un tema fundamental para que el público entendiera que los tiempos estaban cambiando.
“Marielito” cambió todo, una canción que empieza con una samba, de pronto tiene guitarras medio country y finaliza con un coro afro. Con ella nos dimos cuenta de que podíamos cambiar, seguir experimentando. Por otro lado, se trata de un tema netamente político que tuvo éxito comercial, aunque la mayoría de la gente no atendía ni entendía su letra. Pero así es esto, en las canciones ganan la melodía y el ritmo, muy pocos que clavan a analizar las letras, por eso sigue teniendo tanto éxito la música plástica. “Marielito” fue la primera canción nuestra que empezaron a tocar en la radio, en Rock 101 y WFM. Imagínate, sonaba Duran Duran y luego nosotros.

¿Cómo tomaron los punk de la época esa mutación, del punk al tropirock?
Dangerous Rhythm lo formamos cuando teníamos veinte años de edad, con muchas ganas de hacer música, influenciados por el punk británico. Pero sufrimos una crisis existencial, necesitábamos cantar en español y acercarnos a un sonido más latino, más digno de nuestra raza. Mucha gente se decepcionó de nosotros porque en realidad Dangerous Rhythm tenía aún mucho por ofrecer; había fans encabronadísimos con el cambio, pero al mismo tiempo otros estaban felices con la evolución que experimentamos a favor del rock mexicano. Tomamos una decisión con el corazón, jamás pretendimos volvernos más populares, simplemente desde entonces éramos una banda aventurera.

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Aquello ocurrió en 1985, la antesala del Rock en tu Idioma.
Sí, era el 85, y “Marielito” abrió caminos para el rock mexicano al mismo tiempo que “Triste canción” de El Tri. Pero a nosotros el Rock en tu Idioma nos fue un poco ajeno, porque todos los grupos que formaron parte de ese movimiento eran del sello Ariola. Entonces las disqueras voltearon a escuchar al talento mexicano porque nos invadían los españoles y los argentinos: Era necesario ver qué había en casa. Así, a fines de los ochenta se apoyó a Caifanes, Neón, Fobia, Bon y Los Enemigos del Silencio… Aunque Kenny y Los Eléctricos y Ritmo Peligroso no pertenecimos a ese movimiento; fuimos antecesores de éste.

Ritmo Peligroso y parte de la comitiva de leyendas que los acompañará en su concierto de aniversario. Cortesía de la banda

Curiosamente, el Rock en tu Idioma Sinfónica retomó “Marielito” recientemente. Lo integró a unas filas a las cuales jamás perteneció de modo formal. ¿Finalmente obtuvo Ritmo Peligroso una suerte de recompensa?
Yo no creo en recompensas, sino en reconocimientos. Creo, también, en leyes inamovibles. Y lo que siembres, siempre, lo vas a cosechar. Sabo Romo es un amigo muy querido, él me invitó a hacer una gira con el Rock en tu Idioma Sinfónico, apenas el año pasado, y gracias a esto “Marielito” revivió, tuvo un nuevo auge.

Se habla de que el punk llegó a México de la mano de los fresas, la gente con dinero que podía comprarse discos e instrumentos. Y, bueno, a Dangerous Rhythm se le ha colocado en ese bando, el opuesto al conformado por los punks podridos que vivían entre la basura, en la periferia de la ciudad.
Mira, si hablan de que la clase media era fresa; bueno, pues entonces sí, éramos fresas. Estábamos lejos los rumbos de Neza y Azcapotzalco; sin embargo, en esos sitios crecimos, hasta allá íbamos a tocar. Fue en esos lugares donde nos dimos a conocer. No niego que existía un “ala malvada” en otra parte: estaba Rebel´D Punk tocando, y después Size; pero quienes se tomaron más en serio esto y, además, grabaron discos, fuimos nosotros, Dangerous Rhythm: el primer grupo de punk en México. Y jamás fuimos elitistas. ¿Es obligatorio venir del pueblo, ser de la clase obrera, para protestar? Joe Strummer nació en Turquía, era hijo de un diplomático, y no era nada fresa; hablaba de los sandinistas sin haber nacido en El Salvador. Me saca de onda cuando empiezan a comparar bajo tales parámetros. El arte nace sin que importe el extracto social. A final de cuentas yo puedo protestar de lo que se me dé la gana, ¿no? ¿Por qué? Porque yo no soy un Marielito, pero sí que puedo molestarme por el aplastamiento hacia los derechos humanos que durante mucho tiempo llevó a cabo el régimen de Fidel Castro. Y fíjate, ni siquiera estoy hablando de política, sino de humanidad.

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Ritmo Peligroso y toda la comitiva de leyendas que los acompañará en su concierto de aniversario. Cortesía de la banda

Bien. Despidámonos recordando esos sitios maravillosos llamados hoyos fonquis. ¿Cuál fue tu experiencia es esas sucursales del infierno?
Nuestra primera tocada popular fue en Tlatelolco después de Javier Bátiz, en un hoyo que Paco Gruexxo manejaba. El público era cábula, alburero, violento. Al empezar a tocar escuchábamos cualquier cantidad de gritos contra nosotros, pero conforme avanzábamos las miradas cambiaban, la gente nos veía preguntándose, ¿de dónde chingados salieron estos cabrones, qué pedo con estos weyes? Paco nos arropó, nos cuidó. Nos invitaba a tocar varias veces al mes a ese hoyo en Tlatelolco. Ahí fue donde notamos cómo los chavos se cortaron la mata para pararse los pelos, cómo se entubaron sus pantalones acampanados y dejaron los tenis para calzarse botas de sardo. Eso comenzó a gestarse en sitios así, precisamente en ese momento.

También estaba el Hip 70. Ahí un día llegaron los Plugz y al otro los de Heart Attack; Jesse Malin, quien luego haría D Generation, tocaba con Heart Attack, entonces él tenía quince años y yo veinte, y me lo cabuleaba; era un chamaquito que tocaba con todos los huevos del mundo. En otro hoyo, una vez me aventaron una paloma de cinco pesos, la vi venir y me hice a un lado. Tronó como a un metro de mi cabeza. Si eso me hubiera explotado en la cara no sé qué hubiera pasado. Me tiré al piso y el Gato corrió a ayudarme, creyó que me habían dado un balazo. Yo me sacudía en el suelo, cagado de la risa. Entonces era común que te aventaran de todo, hasta botellas de vidrio.

Vaya, en esa época el rock n' roll era peligroso.
¿Crees? Bueno, la vida, esa sí. Esa sí que es peligrosa.

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Hoy 29 de junio, Ritmo Peligroso celebra su 40 aniversario en e Centro Cultural España. Síguelos en Facebook.