La maldición del álbum que no quería nacer: 'Homesick' de Sadfields ya está aquí

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

La maldición del álbum que no quería nacer: 'Homesick' de Sadfields ya está aquí

Uno de los debuts más esperados en la música independiente de CDMX finalmente se estrenó hoy. Lee la emotiva charla que tuvimos con el trío.

Mi primera experiencia con Sadfields fue reveladora. Fue un show súper pequeño en el Dirty Sound Bar, cerquita de Metro Chapultepec en la CDMX. El audio y las condiciones dejaban mucho que desear, no había más de 20 personas en el recinto. Pero eso no fue impedimento para que de pronto tres weyes se montaran en chinga e hicieran sonar lo mejor que se pudieran esos amplis. Al primer combo de guitarrazo más platillazo me dejaron anonadado.

Publicidad

Llamaban la atención de entrada porque se veían bien chiquitos (ninguno superaba los 20 años), su bajo era el wey más vale madres tocando sólo una cuerda y prescindiendo de las otras tres, un vocalista con el estereotipo shoegazero que odiaba su guitarra, o eso parecía de tantos putazos que le metía y un baterista sereno, a momentos agresivo, pero preciso. Entré a ese show sin ninguna expectativa y salí con una grata experiencia: tres morritos en 30 minutos dejaron a las demás bandas en pañales y dieron un show excéntrico y brutal a pesar de las condiciones.

Pasaron yo creo que unos dos años después de ese show, para al fin tener algo de música grabada. In the meantime seguían tocando aquí y allá en venues pequeños como Capitán Gallo, El Mundano y otros. Forjaron una reputación de proyecto "salvaje" y audiencias pequeñas. Para noviembre de 2016 nos dieron una probada con "Falling Apart", primer sencillo de su complicado y medio maldito álbum Homesick, el cual surcó una serie de obstáculos para poder ver la luz.

Le siguieron con "I Don't Know Why", después intentaron lanzar el disco junto con un show muy prometedor en el Multiforo Alicia, pero el terremoto pasado del 19 de septiembre les tumbó tanto el lanzamiento como el gig. Con todo y su maldición ya podemos escuchar Homesick en su totalidad. Por lo que nos tomamos un buen rato para charlar con ellos sobre su banda y una que otra wea y comprobamos que son sujetos que, aunque jóvenes, tienen ideologías muy claras y están muy conectados entre ellos.

Publicidad

El toquín sí se llevará a cabo este sábado 21 en el mismo Alicia, con bandas amigas como Nelson y los filisteos, Sunset Images, El Shirota y Foe Spektor. El costo será de $60 o $150 con tape edición especial y lo recaudado en taquilla irá para los afectados por el terremoto.

Noisey: ¿Cómo fueron sus primeras experiencias como banda y como compas?
Erick: La primera vez que tocamos fue porque nos salió un gig con la banda que teníamos antes de esta y ya no pudo quien tocaba el bajo. Entonces le hablamos a Mike y en tres días se aprendió las canciones. En esos mismos días cambiamos el nombre y ahí fue cuando dije "Ah, este wey sí tiene la disposición de hacer algo bien". Digo, no fue la primera vez que lo consideré un compa, porque ya lo conocía desde la primaria, pero esa fue la última vez o de las más importantes que dije "Ah, este wey es otro pedo".

Daniel: Sí, él nunca nos puso un pero. Esa fue la vez que demostró más cabrón su amistad, definitivamente es para contar con él cuando sea.

Mike: Lo mágico de ese primer gig que tuvimos fue que desde que tocamos, nunca ensayamos tanto tiempo: esos tres días le dimos como unas ocho horas diario para que nos saliera el set y yo todavía tenía que aprender a tocar el bajo porque nunca había tenido un bajo en mis manos. Eso fue lo padre, nunca hemos ensayado tanto como lo hicimos para nuestro primer gig.

Erick: Yo podría decir de Daniel, que siempre me gustó que es de los pocos weyes que saben musicalmente lo que hacen. No es como que sólo jammea y agarra una guitarra y hace mamadas. Al menos yo valoro que con este cabrón sí puedo hacer cosas en forma; no es como que sólo ir y tocar covers, este wey sí tiene nociones y fue compatible conmigo.

Publicidad

Daniel: Awww, yo no sabía eso. Debe de quedar que yo le cagaba.

Erick: En cuarto de prepa cuando lo conocí, fue el wey más detestable que había conocido. O sea, yo también era un wey muy detestable pero con él sí fue como de "Verga wey".

Daniel: A mí no me cagabas.

Erick: No, yo sé, es muy difícil que yo le cague a las personas, wey [se ríen todos y arman un "uuuuuy, este wey"]. Pero en realidad trato de ser como agradable y llevadero y no quiero ser picky o mamón.

Daniel: Y yo sí soy mamón y antes era gótico.

Erick: Creo que me cagaste más por gótico.

Daniel: Por ridículo.

Erick: Yo me sentía brit y así y ese wey todo gótico, se ponía delineador, con peinado de Robert Smith. Como de "Weeey, qué pedo".

Daniel: Sí y con todo orgullo.

Erick: Está bien que te enorgullezca, wey.

Daniel: Yo por parte de Erick, creo que lo que me acuerdo mucho es que él quería empezar a tocar y quería conseguir un bajo y me empezaba a preguntar "¿Qué bajos están chidos?". Yo le empecé a decir "Ah, me gusta este". Y él compró el bajo que a mí me gustaba, pero sin siquiera saber si yo le iba a entrar. Como que de alguna manera me tomó en consideración sin saber qué onda y para mí eso fue importante. Creo que no éramos tan cercanos ni nada, pero él supo que yo tenía tal vez algo que él necesitaba, algo que él sentía conmigo, que tuvo la confianza de decirme. Se puso a vender dulces y quién sabe qué tanta cosa, como para poder costearlo y hacer un vínculo, eso se me hizo algo bien importante.

Publicidad

Mike: Todo eso pasó en sexto de prepa, estábamos en un salón que odiábamos y nos volvimos los weyes más odiosos de ese año. Todo ese año al salón entero le cagábamos. Nosotros luego luego cachamos que no nos gustaba y al tercer día nos dimos por vencidos, queríamos estudiar ingeniería según. Neta no aguantamos ni una semana y éramos los weyes que en los exámenes estaban jugando Game Boy y poníamos la música a todo volumen.

Erick: ¡Yo no jugaba Game Boy! Yo sólo me dormía, wey.

Daniel: Jaja, es cierto. La escena es esta: tres weyes en la esquina del salón, uno dormido y los otros dos bien clavados jugando con su Game Boy. Y desde entonces, ni siquiera tocábamos juntos.

Erick: Fue bien padre ese tiempo porque era como un momento de transición. Justo estás en el último año de prepa, y te estás dando cuenta que cosas que te gustan no van de la mano con las cosas que a la mayoría le gustan, era como un choque bien cabrón. Todos eran como "Yo quiero estudiar ingeniería civil, porque quiero hacer un chingo de varo". Cosas que al menos a mí me parecían banales, chance por cómo yo concebía todo el pedo. Pero a final de cuentas esa transición estuvo muy cagada, porque hasta vendí mi Xbox y un chingo de cosas que tenía ahí arrumbadas y empecé a hacerme de cosas para tocar. Creo que fue lo que dio para arriba, como la chispita y creo que todos la tuvimos y me da gusto.

Daniel: Fue revelador. De alguna manera cada uno le pegó en cadena al otro para estar en este rollo, y no estar donde te estarías mintiendo bien culero, en pinche ingeniería civil o esas madres.

Publicidad

Erick: ¿Qué haríamos ahí, wey? Imagínate eso.

El primer show siempre da mucho de qué hablar, puedes, si eres lo suficientemente observador, darte cuenta de qué o no quieres como banda o con tus bandmates.
Mike: Para mí fue bien especial, fue la primera vez que tocaba el bajo y que tocaba en vivo. Yo sé que en cuanto me subo al escenario puedo confiar en Erick y Daniel en que van a hacer todo bien. Soy un tipo que se pone muy nervioso con un buen de cosas, pero esa vez me sentía con la cabeza bien fría y bien emocionado. Quería hacer las cosas bien y que se sorprendieran. Hasta la fecha la intención es que el público se sorprenda y ser un remanente bien chido en la memoria de los demás, es lo que más me quedo de ese primer show.

Erick: Yo recuerdo que ese show a mí no me gustó. No porque hayamos tocado mal, sólo porque no me sentí satisfecho que no salió todo como yo lo pensé. Eran tiempos diferentes porque Daniel y yo habíamos comprado un ampli Marshall que rescatamos de un wey que tocaba en grupos de rock urbano, tenía un buen de amplis bien padres y le compramos ese.

En esos primeros shows tocábamos como Violet Daydreams y me gustaba ese feel de "Ahuevo, ya tengo mi ampli y lo llevo a todos lados". Era como hacer tus pininos, nos sentíamos como ir a los putazos, medio invencibles. Esa vez fue en Barro Negro con El Shirota y otras bandas que no recuerdo cómo se llamaban. Fue en Satélite [al norte de CDMX] y nosotros vivimos al sur de la ciudad e hicimos como hora y media de camino, pero nos gustaba eso desde el principio: ir a los putazos. Eso fue lo que me quedé satisfecho, pero el show como tal me sentí medio bajoneado porque "chale, esta madre podría sonar mejor", al menos eso pensé en ese momento.

Publicidad

Daniel: A mí me encantó. Para mí fue un parteaguas porque me di cuenta que con Rick ya llevaba tocando y siempre me sentí muy cómodo. Pero con Mike, somos muy muy parecidos, pero la química que sentí en ese gig fue algo como de "Esto es, es él y soy yo". Sonará muy romántico y corny pero sí me di cuenta que eran las personas indicadas, quizá no me sentí antes con el otro chico que tocábamos, o antes cuando tocábamos covers. Nunca me había sentido así de "Así debe de ser y ellos son las personas adecuadas", igual no sonó perfecto ni nada, pero la química fue como de "Esta es la línea a seguir".

Hemos visto desfilar a un montón de bandas mexas por el Testa Estudio en León, un lugar mágico musical que está formando parte del sonido de una generación de bandas como Fumata, Alfonso Sayas, No Somos Marineros, Sunset Images, Carrion Kids, Apocalipsis, Tajak, entre otros. Sadfields evidentemente no se podía quedar fuera.

Erick: Hace mucho cuando teníamos otra banda, estábamos buscando un lugar para grabar unas hipotéticas canciones. Yo busqué en Facebook un buen de estudios y di con ese de Testa. Me empecé a clavar y a ver las fotos del estudio, de repente estoy scrolleando y veo una foto de ese wey con Steve Albini y digo "No mames, Steve Albini qué hace con este cabrón". Ya empecé a investigar y resulta que KB (Victor Velázquez) el dueño del estudio, estudió con Steve algunos años, quien es un productor que nos gusta bastante. Lo conocen mucho porque grabó el In Utero de Nirvana o el Tweez de Slint o por sus bandas como Shellac. Era un referente muy significativo para mí, fue de "Wey, tiene que ser ahí".

Publicidad

Una cosa que nos tenía muy preocupados cuando empezábamos a idear dónde grabar, o que al menos a mí me tenía preocupado y le pasé la preocupación a estos weyes, fue como "Pues mira, wey, podemos grabar guitarras o bajos donde sea, pero si la batería no tiene un buen cuarto pues no se va a armar esto, al menos yo no me sentiría cómodo de grabar la batería en tu cuarto a lado de tu colchón, estaría bien raro". Pero para mí uno de los argumentos más significativos de Testa, fue que tiene cuartos especiales para grabar baterías y tienen un chingo de baterías y muchísima variedad de amplis, entonces sí fue la opción.

Mike: Antes de que fuéramos sí nos preparamos como unos dos meses para atrás, estuvimos ensayando en casa de Rod Esquivel que es la persona que nos produjo el disco y justo ahí fue cuando definimos el sonido; cómo queríamos que sonara ahí en Testa. Él había vivido mucho en Guanajuato y ya había trabajado ahí. Por eso el conocerlo sí fue como una chispa de suerte, porque nos movió hasta allá y llevábamos muchísimo equipo, amplis y pedales y guitarras, nos prestó muchísimo equipo para movernos por allá.

Erick: A Rod lo conocimos en Xochimilco, una vez tocamos con una de sus bandas que se llama Tsumoto San Mi y desde que llegó fue como de "Qué pedo con este cabrón" porque traía una batería gigante y un chingo de amplis. Es algo que nos gusta mucho a nosotros ver eso en un show tan pequeño, porque era un show de 15 o 20 personas y estaba ahí Rod con paredes de amplis y una batería gigante. Ya al final se nos acercó y nos preguntó "¿Cómo quieren hacer este disco y qué tienen planeado?", resultó que él había trabajado en Testa y nosotros le dijimos que queríamos grabar ahí y ya se fue armando poco a poco.

Publicidad

Daniel: Yo creo lo especial de grabar en Testa, bueno no sé si hablo por los tres, pero creo que fue esa experiencia de comunión y unión entre nosotros tres y Rod, que fue nuestro mentor y también nos ayudó mucho a unirnos, a ser más cohesivos entre nosotros. También creo que haber ido a Testa con un guía, pues es que Rod ya se sabe ese estudio de arriba para abajo, entonces nos dio una seguridad. Fue una experiencia tanto para él como nosotros para ser amigos, para unirnos como banda y como sonido y eso se da a notar al final en el producto.

Estar en Testa era como estar con amigos y con tu maestro, por así decirlo y se nota ese apoyo y esa unión. Yo me acuerdo un momento que estábamos grabando las voces, era ridículamente tarde, ya no podíamos hacer nada, Rod se levantó para ayudarme a sacarlas adelante, a pesar de que ya nadie tenía energía. Eso para mí fue súper significativo, porque él sí está invertido en esto, él no lo hace ni por compromiso ni por varo ni por nada, porque en realidad lo hace de corazón porque él cree en ti y él cree en esto, y creo que eso para mí fue una experiencia muy de unión.

Erick: Era hasta como un retiro mental bien cabrón, para empezar Testa tiene abajo un flat donde todas las bandas pueden llegar a dormir, entras y tiene posters de Nirvana y calendarios, su equipo viejo. Te sientes como "Wey, estoy haciendo algo bien chido". A pesar de que te duermas y tengas que poner una madre para los mosquitos y que desayunes cereal, es la austeridad y cuando subes al estudio dices "Wey, no me importa dormir donde sea mientras pueda hacer algo tan cabrón como esto". Además como dice Daniel, Rod es como de las personas que mejor actitud mental tienen, en serio ese wey parecía que nunca se cansaba, eran las cuatro de la mañana cuando estaba grabando las voces y Rod así como si nada, tomando café, sin nada en cansancio en los ojos, era muy cabrón eso.

Publicidad

Daniel: Eso para mí fue invaluable. Siempre tenemos pedos, siempre hay dificultades. En Testa estábamos a media grabación y se nos fue la luz, hubo una tormenta eléctrica y en Testa te cobran por día.

Erick: Se tardó como dos horas en regresar.

Daniel: No mames se tardó más wey, como cinco horas.

Erick: Pasó eso y el primer día el objetivo era acabar de trackear todo. Tenía que quedar bajo, batería y la primera capa de guitarras. El chiste era que teníamos que terminar de trackear la batería de la última canción. No nos dimos cuenta en el momento, pero se desconectó un micrófono, entonces cuando acabamos de grabar y reproducimos todo faltaba el sonido de ese micrófono y tuvimos que grabar la última rola el segundo día cuando ya estábamos cortísimos de tiempo.

Daniel: Y gracias a Rod lo sacamos porque ya estábamos a punto de pelear y…

Erick: Rod es como el que dice "tú cállate y haz esto". Neta ese wey sí es como el cuarto Sadfields, es como el gurú y el guía espiritual, el productor.

Algo en común que tienen esta camada de bandas, es que sus metas ya no topan en un techo como un Vive Latino, ganar premios, abrirle a bandas nomás porque tienen un renombre, etc. Sus metas, en muchas ocasiones son más centradas, más aterrizadas.
Erick: Hablo por mí y creo que yo estoy medio obsesionado con mi nombre pueda ser algo que puedas poner en una librería. Me encantaría que si fueras a una tienda de discos y llegaras a la sección de Música Alternativa Mexicana y que sacaras mi tape y dijera ahí Sadfields: batería por Erick Román y guitarra por Daniel Espinoza, Es una idea que a mí me fascina, lo lejos que puede llegar tu legado. Algo que igual me gusta mucho pensar es que no sabes dónde va a terminar tu música, porque haces tu primer maquila de tapes y vendes los que sean, pero en realidad nunca tienes la certeza de a dónde van a llegar. Porque por ejemplo los vendes en La Roma y acaban en Afganistán, no sé eso me parece fascinante y es de las cosas que más añoro, más aterrizadas industrialmente. Lo que yo más espero es poder tocar todo lo que pueda en todos los estados o países que se puedan. Poder llegar a todos los oídos que se puedan de la manera más cercana posible. Porque no mames, Spotify, Youtube y Bandcamp hacen una gran labor, pero creo que nos toca a nosotros llegar y establecer un vínculo, verle los ojos a la gente que nos está escuchando.

Publicidad

Mike: Chance sí hay una cuestión de ego muy importante, como dice Erick: la necesidad de ver tu nombre en lugares bien cabrones. Pero también con todo el auge de lo digital, nosotros siempre optamos por hacerlo como se hacía antes, un hardworking bien duro. O sea llegar a los gigs con un coche que apenas aguantaba, llegábamos sin frenos y eso siempre fue como el misticismo. Me acuerdo que Erick era el compa con el que jugaba videojuegos y de repente dejamos eso y se convirtió en esto. Creo que sólo disfrutamos mucho tocar en vivo y nos gusta pensar que ya nos la sabemos y que nos podemos conectar en chinga y sonar increíble, para mí es eso básicamente.

Daniel: Después de grabar y estar tocando y hacer algo más cohesivo, creo que algo que me ha tenido bastante enfocado es el infundirle a tu música o a tu obra toda tu personalidad, meterte en el arte, hacerte uno con eso. Al menos en lo que hemos hecho yo sí lo veo ahí. Yo sí me veo inmortalizado en las cosas que estoy haciendo, y no hay cosa más importante que la inmortalización en el arte de una manera tan pura y sin pretensión ni nada. Yo sé que yo soy eso, soy esos shows, soy él y soy él [hablando de sus bandmates], creo que más que un Vive Latino es algo que puede pasarle a mil bandas. Me importa más esa desmaterialización en algo que nunca se va a acabar, que quizá es un producto o una obra.

Erick: A mí sí me gustaría que tu música te dé el suficiente dinero y que reditúe lo suficiente para darte el lujo decir "este fin de semana me bookearon para tocar en Argentina", eso se me hace magnífico. Y eso es algo que nos gustaría a los tres, que a partir de tu música puedas viajar y conocer personas y nutrirte como músico y como persona es lo más chido.

Publicidad

Sobre influencias podríamos hablar mucho o quizá poco, ¿a quién realmente le encanta andarse midiendo el chile? Sin embargo, a modo muy romántico y quizá como si de un amor ciego se tratase. Ese de tu primer amor, al que idealizas en tu futuro, los Sadfields están seguros que ellos tres son tal para cual en su banda, son su influencia principal y se idolatran. Suena bonito, pero veamos en unos años cómo les va.

Daniel: Yo sé que la influencia principal del álbum es que no nos pusimos ninguna barrera, nadie se puso una máscara para hacer lo que hicimos. Yo sé que cada rasgueo que di o cada platillazo que dio él, sí fue realmente desde su corazón. No fue queriendo ser alguien más, no fue haciéndolo para presumir, nadie quiso ser virtuoso, nadie quiso ponerse encima del otro. Sólo cada uno dio lo más puro de sí. Al menos este álbum yo sí lo veo como un extracto de mí, como una parte muy grande de mi alma sin ningún maquillaje ni nada. Eso fue una inspiración enorme en esto, que cada uno a su trasfondo se desnudó de alguna manera, su historia la plasmó ahí y para mí esa fue la influencia principal.

Erick: A como yo lo veo la influencia en esto en parte fueron ellos y nosotros; ellos porque pues siempre es mi actividad principal ir a ensayar, entonces de alguna manera la pauta que me daban Daniel o Miguel para hacer música sí es muy importante porque una gran parte es "Ah mira, escucha esta banda", pero otra parte es que te cuenten sus experiencias o que les cuentes las tuyas, lo que te pasa a diario.

Publicidad

Supongo que no es un pedo narcisista, pero estamos tan mancuernados, porque sí somos la influencia del otro en muchas ocasiones, hasta de una mala manera. Tenemos muchos choques en ese sentido, pues los tres tenemos maneras de ver las cosas, musicalmente hablando, muy específicas. Entonces de repente es como "No, wey, trata de hacer esta parte más estruendosa o trata de hacerla de tal manera", pues sí cosmovisiones de cómo tiene que sonar o de cómo pensamos de que debían de sonar las cosas.

Pero en general mi influencia sí fue como tratar de tocar la batería lo mejor que pudiera y tratando de pensar que estaba haciendo algo que siempre había querido hacer, que es un disco. Tengo 21 años y a los 20 hice mi primer disco y eso es algo que me satisface muchísimo, creo que era algo que me empujaba para seguir yendo a ensayar y seguir dándole la importancia de que debía. Porque no somos como de "Sí, ya, esa rola, we" no somos como tanto de go with the flow, es algo más seguro, no sabes las vueltas que les damos a las cosas. Desde lo más mínimo de a dónde vamos a comer o dónde te vas a estacionar, hasta como lo más cabrón, qué efecto debe llevar esto o cuántas vueltas le vamos a dar a esto. Es algo muy característico de nosotros, que nos gusta sobrepensar todo y no dejar ningún cabo suelto y que todo quede lo más hermético posible.

En general yo nunca vi como una influencia como de "No mames, me dejó mi novia y estoy muy triste y tengo mucha nostalgia", porque ¡verga no! Fue más vivencial y más espontáneo "Tengo que tocar muy cabrón porque estos weyes tocan muy cabrón". Fue algo más intuitivo y más visceral en cierta medida. para mí Sadfields siempre ha sido así esa palabra, para mí visceral es la palabra que mejor describe este pedo, es como de tus entrañas, ¿sabes?

Daniel: Yo creo para mí cuando hablo de que la influencia principal fuimos nosotros, que me uní tanto con ellos dos que de alguna manera sí me volví él y él. Creo que no sé si pueda decir que realmente fui yo, sino que fui yo con ellos dos dentro de mí de alguna forma, sé que es muy corny, pero sí sé que puedo decir "¿Quieres conocerme?, pregúntale a él", y él es una parte casi completa de mí. Eso sí se vio reflejado en cada cosita del álbum, desde un sonido hasta la portada, hasta las fotos, hasta el texto. La tipografía que usamos fue un pedo, una discusión gigante, el pedo que hicimos por la tipo. Al final yo sé que lo que hicimos fue nosotros tres.

Mike: Creo que sería mentiroso decir que no fue intuitivo, a pesar de que somos bien quisquillosos, pues ese disco salió de una forma bien natural. La última canción del disco la hicimos en nuestro segundo ensayo, sólo de repente todas las cosas conectaron, nos gustaba algo que estábamos haciendo y seguíamos esa línea. Así fue como salieron todas en realidad. Tuvimos una idea en común y confiamos en lo que iba a hacer el otro, de hecho ni siquiera nos involucramos tanto en las partes que estaba haciendo el otro, siempre sabemos que va a terminar haciendo lo que yo quisiera.

Erick: Es como una predicción muy cabrona. El otro día estaba viendo un documental de Grateful Dead y uno de los cabrones decía "yo conocía tanto a Jerry García que dos segundos antes de que tocara una parte yo ya sabía que la iba a tocar". Lo predices y tratas de acoplarte a él. Es eso, nos entendemos y sabemos lo que queremos cada uno. Sé que es muy difícil dejar a un lado las referencias que teníamos en ese momento, eso sirvió más para un pedo técnico de es que "Este wey grabó con esta batería o con estos amplis", que "Es que este wey le dio tantas vueltas en este verso, hay que hacerlo así". Sí fue más técnico y no creo que haya sido una influencia para sonar a lo que sonamos, sino para tratar de que las cosas se pusieran en su lugar para que nos dieran las herramientas necesarias para lo que queríamos hacer.

***

Recuerda que Sadfields presenta mañana oficialmente su disco debut en el Multiforo Alicia con bandas amigas como Nelson y los filisteos, Sunset Images, El Shirota y Foe Spektor. El costo será de $60 o $150 con tape edición especial y lo recaudado en taquilla irá para los afectados por el terremoto del 19 de septiembre.

Sigue a Noisey en Facebook.