Un recorrido a través de los once temas de 'Frutas y Verduras', la placa 2016 para Espanto

​Después de haber presentado con tremendo éxito la placa 2012 Rock N Roll, el dúo originario de Logroño, España conocido como Espanto presentó la semana pasada su placa Frutas y Verduras, a través de los paladines del indie español, Austrohúngaro.

De un disco donde el énfasis estaba en las guitarras, a una placa donde el dúo apuesta a favor del folk y de arreglos disparatados, con baladas que se apoyan en drones, estructuras teatrales, guiños de glitter rock, desarrollos instrumentales sorprendentes y techno-pop, lo que da al conjunto de temas una personalidad nueva, que tiene claros tintes bucólicos. Frutas y Verduras, además, es un cruce entre una colección de cuentos y un cancionero popular de un folklore inventado por ellos mismos. Ejercicio llevado a cabo gracias a la influencia de algunos textos de poetas sudamericanos y sobre todo por el libro La rama dorada de J. G. Frazer (un estudio sobre magia, mitología y religión escrito a finales del siglo XIX).​

Para adentrarnos mejor en esta nueva placa de Espanto, les pedimos una opinión sobre cada uno de los tracks a Teresa y Luis.

​El disco da comienzo con un detalle de producción que nos encanta: un gong de melotrón. Cuando estábamos ajustando cosas en el máster siempre se nos olvidaba, y cada vez que lo poníamos nos dábamos un susto. Esta canción es una de las que rehizo en su totalidad el estudio Austrohúngaro. De la versión original tan sólo quedan las autoharpas. Grabamos tres maquetas diferentes de ella.

​Una canción sobre el aislamiento. Se trataba de decir que las ciudades, las obligaciones y las responsabilidades son demasiado grandes. Participa en las guitarras nuestro amigo César de la editorial Fulgencio Pimentel, los tebeos más bonitos del mundo. Es orgullo de amigo, pero también es verdad.

​Nos costó mucho dar con la versión definitiva. En la primera maqueta la grabamos tan solo con piano y voz. La idea de arreglar la parte central usando una escala "exótica" nos dio la clave sobre cómo tendría que sonar. Es una de nuestras favoritas.

​Nos imaginamos cantándola a cualquier técnico de mantenimiento de cualquier fábrica del mundo. Sobrevivir es muy difícil. Esta canción es la otra que rehizo completamente Austrohúngaro, manteniendo la estructura que habíamos programado y arreglándola con toda su fantasía. Cuando recibimos la versión definitiva nos pusimos contentísimos: nunca habíamos conseguido acercarnos tanto al musical.

Una canción para recordar que somos el grupo que hizo Rock´n roll, que no se despiste nadie. Es como el reverso de A ver si nos vemos. Los Moogs se grabaron en casa. Las campanas las puso Genís. De esta canción llegamos a grabar cuatro o cinco maquetas: una en plan grunge con la guitarra a tope de distorsión y voz, otra con el melotrón y una guitarra española, como de baile de película de Rohmer… hasta que vimos que tenía que tener glitter.

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​Se maquetaron cuatro versiones de Ritual: con timple canario, con guitarra y voz, con autoharpa y voz y, finalmente, con sintes virtuales. Se programó y grabó entera en casa, excepto voces y baterías. Nos aterra que cada vez haya más rituales, la gente se ha puesto muy pesada con celebrarlo todo a lo grande.

Teníamos el ritmo y los acordes, el arreglo de flauta y los ebows, pero lo que más nos gusta es el rollo Paul Simon que le ha dado Genís con sus sintes. Es una canción típica Espantiana de "pero qué hago yo viviendo esta vida".

Programada en casa y grabada en el estudio austrohúngaro, con los cuatro probando sintes y diciendo así sí y así no. Se trata de leerle la cartilla a alguien que no muestra sentimientos. Pasa mucho que le estás diciendo lo peor a alguien y resulta que esta persona está ahí, con el whatsapp, sin hacerte ningún caso. Un clásico de nuestros días. El grito de Insecto es para que despierte todo el mundo un poco.

​Una canción confesional para pedir cosas importantes: amor, cobijo, tiempo libre, comida, algo de dinero, pasar desapercibidos frente al enemigo… y mantener esa cosa que no se sabe muy bien qué es -¿la llama de la pasión?- encendida. El piano vinieron a grabarlo los austrohúngaros a casa con sus micrófonos y su estudio portátil. El disco Rock´n roll también lo empezamos así, grabando nuestro piano para Hijos. Los arreglos le dan un punto cinematográfico que nos encanta.

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​Otra canción programada en casa y grabada en el estudio Austrohúngaro con sus cacharros y el melotrón. Nos encanta lo marciana que ha quedado musicalmente. Contiene el retrato de uno de los miembros del grupo.

​Estaba bastante clara desde el principio, es la única canción del disco de la que solo se maquetó una versión. Ganó muchísimo con la intervención del productor. Los Moogs locos se grabaron en casa y pertenecen a la maqueta, que era mucho más seca. Trata sobre ir por la vida buscando puertas de escape, vías de contacto con otras dimensiones, junto con aquello que -por cuestiones de carácter o personalidad- nos acompaña a cada uno de nosotros. Contiene el retrato de otro de los miembros del grupo.​​