(Wikimedia Commons)
¿Se acuerdan de la primera vez que escucharon de Spotify? Yo tampoco. ¿Cómo fue que una plataforma de streaming musical, de manera casi inconsciente, se metió de repente en nuestras facturas mensuales? No hay una respuesta sencilla de asumir, sobre todo por la brevedad de tiempo y naturalidad con la que todo ha sucedido, sin embargo, todo parece reducirse a la permeabilidad de ciertos hábitos de consumo por localidad.
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México fue el primer mercado latinoamericano que Spotify decidió explorar, abriendo operaciones en la metrópoli de casi 10 millones de habitantes en 2013. Desde entonces, y en menos de cinco años, la capital mexicana se ha convertido, de acuerdo a datos de la plataforma de streaming, en la ciudad con más escuchas a nivel mundial, superando a Santiago y Nueva York que completan el podio de este dato en específico.Desde luego, el gran número de habitantes que residen en la nueva Tenochtitlán juega un papel relevante en el logro, no obstante, también tiene que ver el interés constante de los chilangos en la industria musical y sus cambios –asumiéndolo desde la adopción del streaming y el abandono casi total de la música en físico y los iPods y celulares cargados con mp3s–, y en el hecho de que la Ciudad de México se haya convertido en un epicentro natural de la música independiente latinoamericana.En ese sentido, el poder de la capital mexicana se puede ver retratada a través del simple ejercicio de ingresar a la aplicación y revisar el número de escuchas mensuales por artista, donde desde The Beatles hasta Diamante Eléctrico, y desde Gorillaz a J Balvin encuentran su base más solida de escuchas en chilangolandia.Conéctate con Noisey en Instagram.