En nuestro país, la década de los noventa estuvo marcada por distintos sucesos sociales: el levantamiento zapatista del EZLN, la crisis económica conocida como el error de diciembre , el asesinato del presidente electo Luis Donaldo Colosio, la masacre de Acteal por parte de un grupo paramilitar, la huelga estudiantil de la UNAM a raíz de la modificación de cuotas y mecanismos de acceso a la universidad, entre otras cosas que, en medio de un contexto reprobable y desolador, la música, como ha ocurrido a lo largo de la historia y alrededor del mundo, sirvió como un canal de expresión para los jóvenes.
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Así, y con la influencia de algunas bandas que comenzaban a divertir a chicos y grandes a finales de los ochenta como la Maldita Vecindad, Café Tacuba, Tijuana No!, Mano Negra o Los Fabulosos Cadillacs, dieron a conocer que estaban fusionando diversos ritmos con el ska: el estilo musical predilecto de Jamaica que, durante los sesenta, y gracias a disqueras como la emblemática Trojan, en Gran Bretaña se popularizaría junto al rocksteady, dub, soul, reggae, haciendo toda una revolución juvenil, al demostrar que ingleses y migrantes podían divertirse por igual, sin ningún tipo de fronteras.No obstante, el movimiento de ska fusión mexicano (también conocido como MexSka), a mitad de los noventa pudo percibirse como “una nueva ola de rock urbano”, ya que la gran mayoría de sus músicos e involucrados –sino es que todos– , provenían de la periferia y los barrios populares; y tan sólo eran unos chavos y chavas que cursaban la preparatoria en distintas escuelas públicas de la Ciudad de México que, con su propio empeño y dedicación, intentaban ejecutar lo mejor posible sus instrumentos musicales.De hecho, los más puristas del rock hecho en México, para aquel tiempo no se cansaron de reclamar que estas “bandas pachangueras” no podían formar parte de la casta del rock en español. ¿Por qué? Por el simple hecho de tener influencias más barriales como la cumbia, la salsa, el merengue o el bolero tropical. Pero cuando sucedió el boom del ska fusión mexicano, alrededor de 1995 y OCESA (la gran corporación del show business en la nación que ahora está involucrada en el Non Stop Ska) todavía no volteaba a ver la gran cantidad de gente que reunían estas agrupaciones de poca monta en los conciertos masivos de Ciudad Universitaria, la Magdalena Mixhuca y otros sitios, lo que se consideraba como “la moda del MexSka” no se cansó de recibir ataques, los cuales, incluso, se dieron por parte de algunos locutores de Radioactivo (estación de radio “alternativa”); como también por parte de algunas bandas mainstream y “radicales” de la época como Molotov, diciendo que: “El rock es cultura y el ska es agricultura”.
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Entonces la escena del MexSka, con mínimas esperanzas de que esta “nueva música” rompiera su caparazón, el fenómeno de este ecléctico ritmo se convirtió en todo un encuentro para miles de adolescentes que hoy en día tienen más de 30 años de edad, y seguramente recuerdan las épocas de ser skatos, escuchar canciones que tenían un mensaje social o divertido, andar metidos en el slam, patinar, pintar paredes y, también, saber que la escena del ska fusión mexicano, en gran parte, se gestó en el Tianguis del Chopo; especialmente y gracias a las aportaciones que hicieron personajes como Pepe Lobo con su sello y compilados de nombre Skuela de baile, más Miguel Tajobase con sus cintas y demás grabaciones que hacía llegar a cualquiera que se acercaba a su puesto.Por todo esto decidí hacer una lista de ocho discos clásicos que se expandieron por muchísimos lugares de la República Mexicana e incluso otras latitudes, dándole una identidad al tipo de “ska” que se gestó en el país, durante una época complicada y donde estas canciones tenían la virtud de saber transmitir un sentir generalizado.Con fuertes influencias de ska y hardcore, más algunos ritmos latinos e ideologías del anarquista Ricardo Flores Magón, Revuelta Propia nació en 1995, en la Ciudad de México, tras escuchar y nutrirse de grupos como La Polla Records, Dead Kennedys o Negu Gorriak (la gran banda de rock radical vasco de Fermín Muguruza, ex Kortatu). Revuelta Propia, desde sus inicios, se inclinó a ser un proyecto político-musical, al momento de no comportarse de una manera plástica y fútil arriba de los escenarios, no tener una banda mexicana –de la época– que los hiciera identificarse, y haciendo las cosas por sí mismos y con una temática de carácter social en sus letras, por el simple hecho que venían de colectivos estudiantiles o subculturas como la del hardcore punk, en los ochenta. Entonces, Libérate!, su Demo –grabado en vivo– de 1996, fue un material que para esas fechas dio mucho de qué hablar, y no precisamente sólo en México, sino que la grabación en casete dio la vuelta por el mundo, dando a conocer lo que se estaba haciendo en la movida de ska fusión mexicano. Incluso, muchos jóvenes de aquella época que formaron bandas de MexSka u otros estilos musicales de corte underground; o quienes simplemente solían acudir con Miguel Tajobase (vocalista de Revuelta Propia) al Chopo, consiguieron esta grabación directamente con él. Así fue como “Canción de caza” o “Kill your favorite rockstars” marcaron a toda una generación que buscaba inteligencia en la música.
Revuelta Propia – Libérate!
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