La tortura en su forma más primitiva desapareció de la faz de la tierra hace siglos; sin embargo, el humano parece encontrar siempre nuevas formas de infligir dolor al prójimo, así sea de las maneras más bizarras y estúpidas posibles ––léanse garnuchazos y sacacacas.Gilberto Aguirre Garza es el nombre de un ex funcionario de Veracruz, México, quien actualmente enfrenta un proceso penal por el presunto delito de desaparición forzada de 13 personas en 2016.Recientemente, Aguirre fue ingresado al Reclusorio Regional de Pacho Viejo, y ahí fue donde comenzó su calvario, pues su defensa legal denunció al gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes, de haberlo torturado para no enredarlo en el caso.Obviamente, acá es cuando uno se imagina el tehuacanazo en la cara o una máquina de toques-toques, pero resulta que la tortura llegó en una forma contemporánea que ni siquiera los SEALs parecen haber contemplado: ser obligado a escuchar reggaetón y banda a todo volumen por siete días consecutivos.Según informa El Universal, de acuerdo al abogado de Aguirre Garza, diversos radios con bocina fueron colocados afuera de la celda de su cliente, reproduciéndose en ellas los exitos de Maluma baby y la Banda MS por una semana, sin parar. Ni siquiera en las noches.“Ponía un oído sobre una almohada improvisada con una cobija y en el otro oído se ponía un pantalón de mezclilla apretándolo firmemente, pero aún así el ruido del radio no permitía conciliar el sueño, debido al volumen de la música y la repetición de canciones de memoria USB con ritmos de banda y reggaetón”, se lee en la querella hecha pública por El Universal.Así, se ha abierto una investigación para determinar si la denuncia en contra del gobernador procede o no, aunque por el momento, Aguirre Garza tenga que andar caminando por ahí sin poder sacarse “Taki-Taki” de la cabeza.Conéctate con Noisey en Instagram.
Publicidad