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Música

El día que la electrónica mexicana hizo historia en Love Parade

El 21 de julio de 2001 sucedió un hecho sin precedentes para la electrónica mexicana, cuando dos DJs pioneros de la escena fueron incluidos.

A la fecha no hay un festival de música electrónica en el mundo equiparable al legendario y ya extinto Love Parade berlinés. Ninguno con su historia y trascendencia: de 150 asistentes en 1989, escaló a 1,750,000 en su edición de mayor convocatoria en 1996. A lo largo de sus 21 años de existencia desfiló la crema y nata de la electrónica internacional: Underworld, Laurent Garnier, Carl Cox, DJ Hell, Sasha, Sven Väth, Carl Craig, Roger Sánchez, Paul Van Dyk, Ricardo Villalobos, Pete Tong, Richie Hawtin, Marusha, Westbam y Moby, por mencionar algunos nombres.

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El 21 de julio de 2001 sucedió un hecho sin precedentes para la electrónica mexicana, cuando dos DJs pioneros de la escena fueron incluidos en el line up de Love Parade: Chrysler y Klang. La historia se remite al año 2000 en la Ciudad de México en el contexto del extinto Tecnogeist: festival de música electrónica que fue proyectado como un circuito sonoro México-Alemania. Organizado por Arteria, la entonces productora de Arturo Saucedo y Carlos Becerra, personajes clave de la vida cultural de la ciudad y responsables de múltiples iniciativas de vanguardia.

“En el 2000 fuimos una delegación como invitados. Fui con Arturo Saucedo, con Carlos Becerra, con todo un comité que viajamos a Berlín. Nos recibieron de lujo. Pero realmente no era fácil que te abrieran el escenario de Love Parade. Nos invitaron a tocar por la noche a un mega rave (Love Nation) de la Low Spirit y la Electric Kingdom, que eran los sellos de Westbam y de Dr Motte. Estuvimos presentes en el evento, fue una experiencia inolvidable”, recuerda Mauricio Rojas, DJ Klang.

Un año después de Love Nation, en 2001, fue cuando todo sucedió, gracias a la gestión de Arteria y al visto bueno de los alemanes Dr. Motte, creador de Love Parade y William Röttger, director artístico del mismo, fue que Chrysler y Klang viajaron a Berlín. Originalmente tocarían de nuevo en Love Nation, pero finalmente ocurrió lo inesperado. “El mero día pasan a recogernos y nos dicen: ‘Pero tráiganse sus viniles porque van a tocar en Love Parade’, hasta me acuerdo y digo ‘¡wow!’¡Era un sueño hecho realidad! Que te abrieran un espacio para tocar en el ángel ante un millón de personas era un gran honor. Nos dicen: ‘Era una sorpresita que les teníamos preparada, lo único es que como son sets cortos, cada quien toca 20 minutos cronometrados, y hay 20 minutos para México, para ustedes dos’, así nos dividimos el tiempo Chrysler y yo”, cuenta Klang.

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Chrysler inició el set, haciendo su clásico performance con el micrófono, citando a México, a los aztecas y a los mayas. “Esa vez fue improvisadona porque hice mis intervenciones microfónicas al principio. No consulté con nadie, ni con mi manager, ni con el stage manager, ni con William ni con nadie, agarré el micrófono y dije: ‘México país de los aztecas y de los mayas’, y me iba a seguir con todas las etnias, pero ahí se me cuatrapeó el asunto (risas) y dije: ‘Mejor bájale, no vayas a decir una estupidez’. Se me vino el mundo encima”, explica Chrysler.

Luego de los 10 minutos de set de Chrysler, Klang tomó el control de las tornamesas, con la peculiaridad de que puso a bailar a casi un millón de ravers con material original. Se puede afirmar que esa tarde, por primera vez se escuchó música electrónica mexicana en Love Parade. “Cuando yo entré me dijeron: ‘Esta es la última canción de Chrysler, ¡prepárate!’ ¡No sabes la emoción!, yo no había tomado cerveza ni nada, estaba al 100, tranquilo, concentrado, ¡fue una emoción en el momento!, ¡me costaba trabajo atinarle al surco del vinil! Según yo no estaba nervioso pero no sé si era la energía o el rush de adrenalina del momento, porque es la tocada que más he disfrutado. Me costó trabajo dominar los movimientos, pero todo salió bien finalmente, sobre todo por la alegría de estarlo haciendo, tocando mis rolas”, relata Klang.

En 2002 la electrónica nacional volvió a hacerse de un espacio en el line up de Love Parade, sólo que en esa ocasión fue un set completo y Klang el elegido para subir al escenario. Bajo el lema Acces Peace; 750,000 ravers se congregaron una vez más en los alrededores de la Columna de la Victoria. Con un line up que incluyó a figuras de la talla de: Sasha, Rush, Paul Van Dyk, Dr. Motte, Westbam y Chris Liebing.

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Un año después, el 11 de julio de 2003, el turno le correspondió a Chrysler, al igual que a Klang el año anterior, le fueron asignados 20 minutos exclusivos para él. Con el reloj marcando las 18:40 pm, arrancó su set. Según los organizadores, en dicha edición llegaron 750,000 personas, la misma cantidad que en la edición pasada. Bajo el lema Love Rules, esa tarde-noche Chrysler compartió tornamesas con: Umek, Felix Da Housecat, Paul Van Dyk, Chris Liebing, DJ Hell, Tomcraft, entre otros.

Narra Chrysler el momento: “La segunda vez que me presenté lo disfruté más porque puse mis propios tracks. Son 20 minutos, pero multiplícalo por un millón de personas es un set muy largo, dije: ‘Voy a poner mis propios tracks, nunca los pongo’. Puse el track de "Soy Indigenista" y otros. Fue difícil también porque la DJ anterior a mí (Ladida), la que tocó antes, una DJ de Yugoslavia, empezó muy rápido. El hecho de que ella empezara tan rápido tan temprano, te obliga a decir ‘¿y ahora yo qué pongo?’, porque lo mío era un poco electro. Ella ya tenía a la gente en un beat muy para arriba y si das un bajón es ideal para una rechifla o por lo menos para que la gente se vaya o que no te pelen. Pero estuvo padre, veo en el video las reacciones de la gente y se me hace simpático”.

Agrega Chrysler: “Estaba muy nervioso porque se van dando cosas de que ‘te van a entrevistar, faltan tres minutos, faltan cinco minutos, ven para acá, ve para allá, tienes que ir a esto’. Estás hablando en inglés con uno, en español con otro, más o menos dándote a entender con los alemanes. Las dos veces que toqué fueron muy diferentes, y se notó por ejemplo la crisis que hubo. En el primero cuando toqué con Klang era muy opulento todo: barras libres, bocadillos, salas de prensa, súper hoteles”.

Los 20 minutos del set de Chrysler fueron los últimos beats de un DJ mexicano que se escucharon a lo largo y ancho de los 6 kilómetros que ocupaba Love Parade en la avenida Tiergarten de Berlín, hace ya más de 15 años. El logro compartido de Arteria, Klang y Chrysler, sentó un precedente por demás relevante. Los DJs mexicanos abrieron la puerta para que otros talentos nacionales expusieran su trabajo fuera de nuestro país. Demostraron que los artistas nacionales están al nivel de cualquiera. En la actualidad, más de un DJ y productor mexicano, tiene presencia en festivales internacionales, dentro y fuera de la República, lo mismo que residencias y presentaciones en clubes de renombre alrededor del mundo, condición que directa o indirectamente tiene algo o mucho que ver con lo sucedido el 21 de julio de 2001 en Berlín, el día que la electrónica mexicana hizo historia.

Alejandro Arámburo está en Twitter @AlexAramburo.