Gerard Way siempre ha sido sinónimo de pubertad. Desde que estaba al frente de My Chemical Romance, esa hermosa banda que llevó la teatralidad al niveles que pocos pensaron, su séquito de fans ha estado formado por bolsas de carne y hormonas llenas de granos en la cara.La noche del viernes no fue la excepción, su primera presentación como solista en la Ciudad de México, estuvo llena de niñas (uno que otro niño, y claro, sus papás). El show de Gerard, aunque mucho menos teatral que su anterior banda, es bastante bueno, su banda suena muy amarrada y bueno, después de conocer su nombre, entendemos más todo: The Hormones.El show fue breve, pero conciso, aunque al final, sus fans nunca se darán abasto, pueden escuchar y ver el set en loop hasta que sus barros desaparezcan y su vida sea (para sus estándares) menos miserable. Afortunadamente para ellos, y los que crecieron con My Chemical Romance, existe Gerard Way, el salvador por excelencia de la pubertad.
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