La guía para entrarle a Radiohead

Pero Radiohead es mucho más que un Grateful Dead elegante con un catálogo ligeramente más pequeño. En primer lugar, fueron pioneros en el lanzamiento de álbumes sorpresa con In Rainbows, su LP independiente de 2007, estableciendo precedentes en la industria para todos, desde Beyoncé hasta Chance the Rapper. Radiohead es también uno de los primeros artistas en unir el rock y la música electrónica, remodelando el zeitgeist del pop en el proceso (también han conseguido que todos lleguen a #escucharmásjazz, con guiños directos e indirectos a Charles Mingus, John y Alice Coltrane, el Miles Davis de la era Bitches Brew, y otras incrustaciones en su catálogo).

Por cada "Creep" y "Karma Police" que existe, hay un álbum entero que no suena para nada a esas canciones, profundizando más en el jazz, el ambient, el techno, el punk, el krautrock y más. Hay una razón por la cual todo el mundo, desde Caribou hasta Kanye, incluyendo a los mencionados descendientes del rock de estadio que han citado al grupo como una influencia, los aman. Al igual que cualquier gran artista, la durabilidad de Radiohead es un testamento de su talento.

Eso es también lo que los hace complicados de comprender. Radiohead no es música pasiva. Es por eso que la banda suena poco común en el radio de tu coche, y es por eso que sus mejores canciones no llegan a la radio. Radiohead hace tanto con el silencio y el espacio negativo como con cualquier melodía o letra, aprovechando esa parte de ti cuando estás solo con tus propios pensamientos. Es por eso que la gente ama su música: da agilidad a la escucha. Y también porque estos cinco chichos de Oxford —que son, el frontman Thom Yorke, el guitarrista / multiinstrumentista Jonny Greenwood, el bajista Colin Greenwood, el guitarrista Ed O'Brien y el baterista Phil Selway— saben romperla.

Veinte años después del lanzamiento de su tercer álbum, OK Computer, Radiohead no muestra señales de estarse deteniendo. Es hora de llegar a ellos. A continuación cinco caras de Radiohead para explorar.

Ok, saquemos una cosa del camino: Sí, Radiohead realmente tiene sólo una canción que se ajusta al concepto de radio-friendly, de ese mainstream que hasta tu mamá conoce, y esa canción es, por supuesto "Creep". Hay un puñado de otros temas, como "Fake Plastic Trees" y "Exit Music (for a Film)", que ganaron algo de impulso pop por estar en las bandas sonoras de Clueless y Romeo + Juliet, respectivamente. En su mayor parte, sin embargo, Radiohead y "mainstream" son como un oxímoron: Radiohead se especializa en la alteridad, una banda cuya música transita en aislamiento y vértigo existencial.

Pero también es por eso que son tan populares. Hay cierto ideal platónico de Radiohead que los coloca en la parte superior de las nóminas de festivales, y que anima y alimenta los coros multitudinarios: hablo de los trabajos canónicos, casi convertidos en himnos, de grandes guitarras y melodías pop, a menudo fusionados con la experimentación electrónica de la banda. Radiohead mainstream es todo el OK Computer, mostrado en la severa crítica y el colapso de clásicos como "Paranoid Android" y "Karma Police", y también está en gran parte de The Bends y Kid A; el Radiohead mainstream incluso aparece, aunque más sutilmente, en los huesos de A Moon Shaped Pool. Estas son las canciones con azúcar para ayudar a bajar la ansiedad y la paranoia, haciendo que la inquietud de la composición de Yorke se sienta mas vindicativa y catártica y menos apática. Muy a menudo, como en "Exit Music (for a Film)", es simplemente hermosa.

Playlist: "Paranoid Android" / "Karma Police" / "Fake Plastic Trees" / "There There" / "15 Step" / "My Iron Lung" / "Daydreaming" / "Lotus Flower" / "No Surprises" / "Exit Music (for a Film)".

¿Mencioné que Radiohead la rompe? Hay una razón por la cual son considerados una de las bandas de rock más grandes del mundo. Y después de tres décadas, sólo se divierten más con ello. Va mucho más allá del encantador grunge y el britpop de sus primeros materiales, como "The Bends" y "Just", e incluso más allá del space rock y los crescendos de "Airbag" y "Lucky". El Radiohead de grandes guitarras vive en la producción hiphopera del loop en "I Might Be Wrong", el parcheo digital al final de "Go to Sleep" (más disfrutable en vivo), y las progresiones jazz y arpegios de la segunda mitad de su catálogo. Algunos de los trabajos de guitarra más destacados de Radiohead ni siquiera suenan como guitarra, como en la metalera, distorsionada hasta el infierno "Myxomatosis" —sin hablar de la guitarra con arco que Greenwood utiliza en las versiones en vivo de "Pyramid Song" y "Burn the Witch". Tanto O'Brien como Greenwood han sido nombrados entre los mejores guitarristas de todos los tiempos, y para Greenwood en particular, es sólo otra herramienta en su multiinstrumental repertorio para interpretar a un científico loco.

Playlist: "Just" / "Airbag" / "Street Spirit (Fade Out)" / "Ful Stop" / "Climbing Up the Walls" / "I Might Be Wrong" / "Myxomatosis" / "The Bends" / "Lucky" / "The Daily Mail".

Si no estás familiarizado con las ondas Martenot, ahora lo harás. Como el virtuoso guitarrista que es Greenwood, siempre ha sido reservado sobre aferrarse a ella como su instrumento primario, y eso es más evidente a lo largo del trabajo de Radiohead post Ok Computer. Ésta era vio a Radiohead, con un Yorke al borde de un colapso y con la banda rechazando su nuevo éxito en el rock de estadio, apoyarse en la electrónica y la abstracción con la que habían empezado a coquetear en los tracks de OK Computer como "Fitter Happier". Cambiaron drásticamente su sonido, sustituyendo sus raíces rock por sintetizadores, cuerdas orquestales, cuernos, cajas de ritmos, y básicamente cualquier cosa que no fuera una guitarra. Y, por supuesto, están las famosas ondas Martenot de GreenWood, un antiguo instrumento electrónico al que se le pueden atribuir casi todos los sonidos celestiales y misteriosos que hayas escuchado en una canción de Radiohead.

El Radiohead abstracto sin guitarras puede ser, alternativamente, la obra menos accesible y más llamativa de Radiohead. Muchas personas odiaban Kid A y Amnesiac cuando salieron por primera vez, y muchos todavía lo piensan, pero los álbumes también han pasado a ser considerados una de las grabaciones más influyentes de Radiohead. Hoy en día, puedes escuchar sus texturas, ritmos aditivos, y la orquestación de cuerdas en el trabajo de todos, desde Nicolas Jaar a James Blake a Frank Ocean (que Greenwood ayudó a producir).

Playlist: "Packt Like Sardines in a Crushd Tin Box" / "Everything in Its Right Place" / "Kid A" / "Like Spinning Plates" / "Kinetic" / "Feral" / "The Gloaming" / "Decks Dark" / "Life in a Glasshouse".

"Distópico" es a Radiohead lo que morado es a Prince —es el medio que habitan, filtrado entre cada estribillo disonante y cada pieza de arte conceptual del disco. La banda tiene un montón de canciones que no tienen que ver con el aislamiento tecnológico o la tiranía occidental (más sobre eso adelante), pero temas de consumismo, narcisismo e hipocresía se han incrustado en el trabajo de Radiohead desde que la banda se encarriló a la fama a partir de 1993 con "Creep." Los lanzamientos subsecuentes han ido abordando desde la desconexión moderna ( OK Computer) al miedo y la apatía ( Kid A) pasando por la corrupción política ( Hail to the Thief).

Radiohead no sostiene el legado de la música política tanto como la refleja, invirtiendo los diálogos provocados por antepasados como Bob Dylan (ver: la cuadrada no-Dylan "Subterranean Homesick Alien") para preguntarse cómo demonios es que llegamos aquí. El Radiohead político y distópico, ofrece algunos de los trabajos más importantes de la banda, pero también algunos de los más feroces y vulnerables del grupo, aprovechando esa cosa humana dentro de nosotros que sabe que la mayoría de lo que aceptamos como normal no lo es.

Este apartado también es el material del que surgió gran parte del trabajo pionero de la banda, incorporando la electrónica y la producción distorsionada como un guiño a la historia de disidencia del género, y como un medio para subrayar los temas y paradojas de su objeto de estudio. Algunos de ellos son intencionalmente abstractos, como con el escalofriante procesador de voz de Mac que aparece en "Fitter Happier" de OK Computer, pero muchos hacen parte del trabajo más sónicamente emocionante de Radiohead, desde el techno ambiental de "Idioteque" hasta el garaje-punk de "Electioneering" o el trip-hop del popular b-side "Talk Show Host". Aunque los álbumes recientes se han centrado más en las relaciones que en el comentario social, el Radiohead político tuvo un retorno oportuno el año pasado sobre A Moon Shaped Pool, cargado con la paranoia política demasiado-pertinente: "Stay in the shadows / Cheer at the gallows / This is a round up / This is a low flying panic attack (Mantente en las sombras / Alégrate en las horcas / Esto es un encierro / Esto es un ataque de pánico de vuelo bajo)".

Playlist: "The National Anthem" / "Idioteque" / "You and Whose Army?" / "2+2=5" / "Electioneering" / "Talk Show Host" / "Subterranean Homesick Alien" / "Down Is the New Up" / "Burn the Witch"/ "Fitter Happier" / "Bodysnatchers"

"Siempre me confunde que la gente pueda coger con nuestra música", dijo alguna vez Thom Yorke. "Esta chica se me acerca, y me dice que coge escuchando 'Paranoid Android'. ¡¿Cómo?!"
Estoy contigo, amigo. Pero cuando Thom y los chavos no están ocupados poniéndose pesados o deconstruyendo el pop, Radiohead escribe algunas baladas y piezas orquestales bastante notables, muchas de las cuales asumen amor e intimidad.

Esto incluye gran parte de In Rainbows de 2007 —si Radiohead tiene un álbum digno de ponértela dura, es este— junto con gran parte de A Moon Shaped Pool, un disco centrado en la desintegración de la relación de 23 años de Yorke con la madre de sus hijos. Pero cada álbum de Radiohead tiene al menos uno de estos números delicados, a menudo lentos, y son la razón por la que la banda hace grandes discos, no sólo grandes canciones.

Si Yorke es despiadado como compositor de rock, es igualmente elegante y austero cuando gira sus reflexiones hacia el interior. Aquí encontrarás rolas que llevan a todo, desde la profunda alienación ("How to Disappear Completely ") a la mortalidad ("Videotape") o el insoportable deseo ("All I Need"). No son del todo sobre el amor, pero son tan íntimas, que destacan a la banda como magistrales impresionistas musicales, y a Yorke como un tenor singular. Juntos, hacen retornos efímeros a algo tierno, en el sentido más expuesto de la palabra. Realmente no necesitas escuchar las letras para captarlo (aunque deberías).

"I'm not here / This isn't happening (No estoy aquí / Esto no está sucediendo)", repite Yorke al compás de suspirantes cuerdas y guitarra en "How to Disappear Completely". Ni las letras ni los instrumentos son muy eficaces por sí solos, pero combinados, elevan a algo inmediatamente humano y familiar: El sitio espiritual de estar tan atrapado por el dolor, un mantra que puedes repetir para la distracción.

La música de Radiohead es muy parecida a una película en ese sentido, evocando una especie de nostalgia a la deriva —tal vez para emociones pasadas que no tienen conexión con la banda, o tal vez por cosas que ni siquiera han sucedido aún. Pero está ahí, en el silencio entre el ascenso y la caída de las cuerdas, llenando las pausas y los coros. Lo que sientes —y esto va mucho más allá de la melancolía— es un instrumento como el resto.

Playlist: "Pyramid Song" / "True Love Waits" / "How to Disappear Completely" / "Videotape" / "Nude" / "Motion Picture Soundtrack" / "All I Need" / "Like Spinning Plates (Live)" / "Identikit" / "Codex"