Hashtags emocionales: Feist y la belleza imperfecta de 'Pleasure'

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Música

Hashtags emocionales: Feist y la belleza imperfecta de 'Pleasure'

Mientras termina su residencia de conciertos en el Teatro de la Ciudad, la artista canadiense nos abrió una ventana a su esperado quinto disco.

¿Dónde estaba Leslie Feist? La queridísima artista canadiense nos entregó este pasado 28 de abril Pleasure, su esperado quinto disco que llegó unos largos seis años después de que diera un vuelco al sonido pop elegante que le trajo el reconocimiento internacional en la segunda mitad de la década de los 2000, mejor representado por las favoritas de las sincronizaciones publicitarias, "Mushaboom" y "1234".

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Fue con Metals (Interscope, 2011) que la música de Feist volteó hacia sonido y emociones más crudos, sacrificando la inmediatez por las historias y cómo son contadas. Después de su edición y una extensa gira, además de unos 20 años de carrera musical encima, se comenzó a cuestionar su motivación detrás de hacer discos: ¿lo hace porque es lo más honesto consigo misma o porque es lo que sabe hacer? Fue una pregunta que le tomó varios años responder, y que eventualmente desembocó en Pleasure, en el cual comprueba su relación honesta con el oficio del músico, y esa cualidad desborda hacia los oídos y corazones del escucha.

Con 11 canciones, Pleasure muestra a Feist paseándose por un rango de sentimientos que no necesariamente son los más bonitos, pero que al final siempre destellan con una chispa de optimismo y esperanza. Y para amplificar esa humanidad manchada, las tomas, las cuales fueron grabadas en vivo, mantienen un sonido lo-fi plagado de imperfecciones que compagina con la vulnerabilidad de las letras. Aquí barre extremos, desde las dinámicas extremas de "Pleasure" que recuerdan al Rid of Me de PJ Harvey, hasta "Baby Be Simple" y su minimalismo folk, e incorpora exitosamente elementos inesperados como un sample de "High Road", de Mastodon, en "A Man Is Not His Song", y un texto recitado por nada menos que Jarvis Cocker en "Century". Cada segundo del disco es una prueba de por qué la hemos extrañado tanto.

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El domingo pasado se supone que debía entrevistar a Feist por Skype, pero no aparecía. Después de un par de horas, su mánager finalmente la encontró, y tuve que hacerle la misma pregunta: ¿Dónde estaba Leslie Feist? "A veces apago mi teléfono; no sabía que tendría entrevistas hoy", confesó entre carcajadas. "Cuando lo encendí, dije, '¡Mierda!'". Conversamos sobre su vida normal después de Metals, el proceso detrás de Pleasure, los personajes que construye el artista, las canciones como instrumento de cambio, y su enamoramiento con México y el idioma español, en el contexto de su residencia de tres fechas en el Teatro de la Ciudad, que termina justo hoy. Lee la entrevista a continuación.

Noisey: Pleasure sale seis años después de haber editado Metals ¿Qué has estado haciendo en todo este tiempo como una persona común, más allá de ser músico?
Feist: He estado haciendo muchas cosas regulares. Como estuve de gira por tantos años, tener una casa es muy extraño. Así que planté un jardín, viajé un poco y pasé tiempo con mis sobrinos. Básicamente, he estado viviendo la vida. También me metí mucho en la cocina conceptual con un recetario de [chef británico-israelí Yotam] Ottolenghi de comida callejera de Jerusalén; escogíamos una página al azar y salíamos a comprar lo que necesitábamos y lo hacíamos, fuera lo que fuera. Básicamente eso, cosas que no haces cuando estás girando. No puedes ni encontrar un vegetal en una habitación de un hotel [Risas].

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En algunas entrevistas has mencionado que te tomó un tiempo completar y sacar el disco nuevo porque querías asegurarte de que era algo honesto para ti y no nada más porque es lo que haces ¿En qué momento lo descifraste finalmente y comenzaste a armar el álbum?
Buena pregunta. No recuerdo el momento, pero en mi mente fue en una temporada en la que iba a diario a un cuartito que tenía aquí en Toronto e intentaba hacerlo [componer música] un poco más como trabajo regular. Había leído mucho sobre los procesos de diferentes autores, y John Steinbeck lo trataba como a un trabajo regular; se despertaba, luego hacía ejercicio y llevaba a sus hijos a la escuela o lo que sea, y a las nueve en punto estaba en su escritorio. Y escuché que Jonathan Franzen rentó una oficina en un edificio ordinario y a medio ocupar, y todo lo que tenía eran paredes blancas y una ventana que daba hacia una pared de ladrillos –lo cual es gracioso, porque yo tengo una pared que da hacia una pared de ladrillos [voltea la cámara hacia su ventana]. Así que bueno, intenté hacerlo un poco como una trabajadora; ver lo que ocurría cuando te dedicabas regularmente y no solo esperar a que llegara alguna versión ficticia de la musa.

En algún punto, ese trabajo comenzó a juntarse y a convertirse en lo que reconocí como una obra; las canciones se apuntaban entre ellas y se referenciaban unas a otras, y surgió una temática que no había visto hasta que ya estaba metida más en profundidad, y tal vez las canciones se hicieron lo suficientemente claras. "I'm Not Running Away" fue probablemente la primera canción que se terminó. Siempre tuve claro que "A Man Is Not His Song" iba a estar en el álbum, pero me tomó muchísimo tiempo saber por qué y cómo, y sobre qué trataba. Pero sí, la colección comenzó a ganar momento, y en un punto dije, "Bueno, esto no es nada; no sé qué es, pero creo que es un disco" [Risas].

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Ese enfoque me recordó una cita, no recuerdo de quién es, que dice algo así como: "Si llega la musa, lo mejor es que te encuentre trabajando".
¡Ja! ¡Wow, eso está buenísimo! Voy a buscar a ver quién lo dijo, porque es totalmente cierto. Es como que, no quieres estar que si viendo programas malos de TV cuando llegue la musa [risas]. Porque cuando te vea al voltear en la esquina, va a decir: "Bueno, mejor sigo de largo".

Tengo entendido que las 11 canciones que conforman Pleasure son todas las canciones que hiciste desde Metals hasta ese entonces ¿Trabajas normalmente de esta forma? ¿O te gusta tener un número de canciones para tener opciones de dónde escoger para un disco?
Creo que hubo unas pocas más; tres más, de hecho. Pero, incluso antes de terminar de grabar, las saqué y decidí no terminarlas. Hay una que va a salir en un compilado de Planned Parenthood para el Record Store Day; es una colección de 7" de unas, no sé, cien personas, para [recaudar fondos para] Planned Parenthood. Seguro que ya sabes sobre eso.

Seguro. De hecho, conversando hace pocos meses con Brandon Stosuy de The Creative Independent, el curador del compilado, decía que estaban apuntando incluso a conseguir que participaran artistas grandes del mainstream como John Legend y Foo Fighters, y es increíble ver que lo consiguieron.
¡Ya sé! Creo que es un momento en que la gente se está activando. Se están despertando al hecho de que tal vez la música no sea completamente egoísta, y tal vez tiene un propósito mayor. En los 60 la música se usó para despertar a la gente o para darles vocabulario para hacer que ocurrieran cambios, y luego parece que descendió por un agujero de conejo (risas). Finalmente me estoy dando permiso para darme cuenta de que no es completamente egoísta el darle a la gente… Las canciones que escucho en diferentes momentos me dan acceso a mí misma; me ayudan a sentir una versión amplificada de una emoción, y de alguna forma me ayudan, me dan una estructura. Si necesitas motivarte para salir, hay una canción para eso; si estás de duelo porque murió un familiar, hay canciones que hacen que duela más pero que al mismo tiempo ayudan. Es como una medicina extraña, ¿sabes? Tal vez utilicen esas canciones para iniciar una nueva activación como la que hubo en los 60.

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Foto de Cass Bird

Todo indica a que ya está ocurriendo.
Sí, parece que está comenzando a ocurrir de nuevo. Van a ser unos cuatro años locos [risas].

La vulnerabilidad parece ser un tema recurrente en Pleasure. Más allá de las letras, la forma en la que fue grabado el disco, el sonido y las dinámicas dan una sensación real de intimidad, incluso en los momentos más rockeros y distorsionados ¿Te da miedo abrirte tanto de esta manera al público a través de tu música?
Bueno, me mantengo a salvo detrás de la barrera de no compartir en realidad lo que ocurre de verdad en mi vida. Es decir, puedes compartir temáticas, pero lo específico es lo que hace que una persona se sienta vulnerable, ¿no te parece? El nombre de la persona, o la situación o los detalles de lo que ocurrió. Pero incluso todo eso es muy subjetivo; todos pueden tener los detalles, pero la manera cómo nos hace sentir a cada uno por dentro es distinta.

Es una comparación terrible, pero esta mañana estaba pensando que cantar o escribir sobre cosas temáticas, experiencias arquetípicas universales –como el duelo, la alegría, el amor, la amistad o la traición, por ejemplo– son como hashtags emocionales (risas). Cuando estás buscando líneas paralelas entre miles de experiencias, el hashtag te lleva ahí. De alguna manera, siento que de Shakespeare a Dickens a Steinbeck, Naomi Klein, hasta los cineastas y cantantes, todos estamos basándonos en el mismo acuífero o en el mismo fundamento. De esa forma, no estoy exponiendo más que las cosas con las que me siento cómoda.

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¿Es eso lo que justamente expones en "A Man Is Not His Song"? La gente siempre se hace una imagen muy determinada e idealizada de sus artistas favoritas y sienten que los conocen prácticamente a nivel personal por lo que manifiestan en sus letras, y en tu canción dibujas una línea de separación.
[Risas] Eres la primera persona en descifrar que eso es exactamente de lo que estaba hablado. Sí, siento que he visto a muchos de mis amigos crear personajes, y son construidos pero al mismo tiempo reflejan inseguridad o seguridad verdadera, pero nunca exactamente la verdad; son proyecciones de ellos mismos y están motivados por algo.

Claro, yo también [me incluyo], es parte de lo que haces cuando tienes algo que va más allá de ti y eso te ha hecho buscar la autopreservación. Y esa motivación viene de mil motivaciones más, el deseo de hacer algo que sea más grande que una persona normal, de dar autoridad para exponer algún hecho o verdad. Seguramente sentirías que la versión de ti mismo que va a comprar tomates no es necesariamente la misma versión de ti mismo que consideras con autoridad para hablar sobre algún tema cultural fundacional. Solo vi y sentí que ocurría, y pensé que era algo que valía la pena observar, aunque sin tener una opinión vinculante al respecto. ¡Y me alegra que lo hayas descifrado!

Siguiendo la línea de tu discografía hasta la fecha, parece que tus producciones han seguido una curva que tiende con cada disco hacia un sonido cada vez más crudo ¿Conscientemente lo has querido hacer de esta manera?
Mi enfoque de producción solo es una extensión de las canciones y de sus historias, y de qué tan cerca del frente está el hablante de esa historia, o qué tan cerca está de tu oído el narrador. ¿El narrador está en un universo libre de variables? ¿O está en medio de la tormenta? Si el medio es el mensaje, y el mensaje es sobre las imperfecciones o la belleza que se encuentra en los defectos, entonces de alguna manera esa voz no sería creíble si estuviera maquillada y hecha en un computador.

Pareciera que cada vez más música se está haciendo en una forma muy hermética. Lo admiro mucho; cosas como lo que puede hacer Kendrick Lamar suenan caras (risas). Y no significa que suenen a dinero, sino a condiciones y variables controladas, y eso solo fortalece a su narrador particular; encaja con lo que hace y lo admiro mucho. Pero, no sé, yo podría apuntar a hacer algo así de limpio la próxima vez, dependería de lo que traten las canciones. Así que tal vez se trate de ver la producción como una extensión de las historias en vez de verla como un estándar de la industria o algo así, porque eso en realidad no me importa (risas).

En la próxima gira de presentación de Pleasure has decidido hacer pequeñas residencias de dos o tres fechas en diferentes ciudades, incluyendo tres fechas en el Teatro de la Ciudad, en la Ciudad de México ¿Qué te motivó a optar por esta modalidad?
Ciudad de México fue el primer lugar en el que lo hice –en el Teatro Fru Fru– porque siempre me he sentido embrujada cuando toco dos noches en algún lugar; si la primera noche se siente fantástica, la segunda podría no ser tan buena como la primera, y si la primera fue difícil, la segunda noche sería inevitablemente difícil también. Con dos fechas siempre hay una comparación muy directa. Pero [la residencia en el teatro] Fru Fru fue una experiencia increíble, porque el público en México es muy generoso, muy presente y afable. Fue casi como si estuvimos en ciudades diferentes cada noche, porque la personalidad de la sala era totalmente distinta en cada noche. No sé, tengo un romance con México. Mi mayor sueño es aprender a hablar español; lo he estado intentando por 20 años y va muy lentamente [risas].

No te culpo. El español no es particularmente el idioma más sencillo de aprender.
¡Estoy muy enamorada del idioma! A veces llego muy lejos, y luego lo olvido por cuatro meses y desaparece. Así que bueno, fue por la residencia mexicana que pensé, "Necesito comenzar de nuevo ahí y seguir el modelo de Fru Fru y llevarlo a Nueva York, Paris…". Básicamente toda la gira de este ciclo está inspirada en México, así que, ¡muchas gracias!