Crisis políticas, crisis psicóticas, una industria musical incipiente, ausencia total de perspectivas y mejores ofertas laborales: hay muchas razones por las cuales estas bandas de Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay no llegaron a grabar un larga duración, durante una época en la que el conocimiento sobre cómo manufacturar rock, pasaban por su momento más precario. Estamos hablando de la década de los sesenta, cuando la vida útil de una canción podía ser tan larga que pareciera indefinida, el cover era la puerta de entrada normal al imaginario popular, y calcar los contenidos era una empresa artística mucho más valorada.
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Los singles, esa bandera de conquista mercantil de la música popular, son pruebas breves y contundentes de avance en la música beat y el rock más pesado de comienzos de los setenta en algunos países de nuestra región, con cambios como agregar temáticas diferentes a los géneros establecidos, deformar los ritmos populares con dosis de psicodelia o simplemente ser más salvajes y ruidosos que los otros.Los detractores de semejantes hallazgos suelen decir que este tipo de bandas fueron desconocidas por su falta de originalidad o talento. Pero la realidad es mucho más compleja e involucra historias personales, contextos históricos específicos, y la mayoría de las veces, el viejo factor del azar que todo lo puede. Así que esperamos que la siguiente lista sirva para demostrar lo contrario: muchas bandas perdidas en la historia del rock en América Latina, aunque no llegaron a grabar un LP, tienen su legado, que se puede sostener al lado de otros más establecidos, y merece ser recordado. Checa cinco actos de 1962 a 1976 que no llegaron al LPEste curioso single de 1965, que acaba de ser reeditado por primera vez hace unas semanas por Munster Records, demuestra por qué en Perú la música beat tuvo su vertiente llamada “ritmo enfermedad”. Con un grito parecido al de "Demolición" de Los Saicos pero más agudo, “El grito de Los Kings” es una muestra del frenesí musical limeño de la época, una versión anfetamínica de Los Doltons o The Trashmen con la batería de The Shaggs, todo con ese ángulo tropicalizado de esta banda, cuyo legado es pasto de mitología para el rock latinoamericano: que si el nombre de la banda era los Dalai Lama, que si grabaron y luego se enteraron de su venta al público, que si fue un artilugio de estudio inventado por una disquera para competir con Los Saicos. Su lado A, "El ritmo del Go Go", está más cerca de ser un homenaje al gran gato salvaje: Gene Vincent. Demasiados locos para las matinées continuadas que poblaron las calles limeñas en los 60.
Delai Alamos y Los King Stays - "El ritmo del Go Go / Grito de los Kings"
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O'Seis – "Suicida / Apocalipse"
La Unión - "Mensaje / Vete de mi lado"
La Unión fue una banda que juntó a dos músicos fundamentales del rock uruguayo. Por un lado a Kano, que después formaría a The Walkers y a Kano y los Bulldogs, donde cultivó un sonido beat más suave. Y por el otro a Polo, guitarrista de Los Mockers, la que es objetivamente la mejor banda stoner de la región. La mezcla generada no fue la más usual para 1970: armonías vocales junto a una guitarra de corte indudablemente rockero. Uno de estos singles fue rescatado del basurero del tiempo por Zelmar Garín, guitarrista del trío de blues garagero y con maracas Gualicho Turbio. Algo más sobre Los Mockers: Aunque poseen un excelente debut, en su segundo y prácticamente inconseguible LP demostraron el camino por el que podrían haber continuado. Al no ser elegidos para telonear a The Rolling Stones en su visita a Montevideo, se perdió la oportunidad de una reparación histórica.
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