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Música

Una noche en el concurso de Twerking del Reino Unido

Era hora de olvidar la mierda que dicen del twerking para experimentar la cultura de primera mano.

Hace algún tiempo el twerking sólo era un oscuro y altamente sexualizado baile del que oíste hablar en canciones de Dirty South. No tenía ningún impacto en nuestro léxico colectivo. Sólo los muy clavados sabían realmente de él. Lo más probable es que si no sabes la diferencia entre Young Money y Cash Money tampoco sepas los que son los "equipos de twerking".

Así que cuando escuché del Campeonato de Twerking del Reino Unido, decidí que era hora de olvidar la mierda que dicen del twerking para experimentar la cultura de primera mano. Aunque entonces no estaba seguro de si el twerking representaba cualquier tipo de cultura.

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Lo mejor del Campeonato de Twerking del Reino Unido

El evento fue organizado por The Jump Off, un "grupo de entretenimiento, medios y deportes de hip-hop", mejor conocidos por sus series de batallas de rap, en el mismo recinto, el Scala, en Londres. Probablemente se cansaron de tener a tipos con camisas holgadas y gorras de lado gritándose cosas de sus mamás, y decidieron cambiarlo, creando una arena en donde la gente puede combatir con sus traseros.

El Scala es de esos lugares medianos multipropósito que ves en el centro de Londres con su detector de metal y vasos de plástico para dar extra seguridad. Entre sus próximos eventos se encuentra el Ultimate Karaoke. He pasado unas buenas noches aquí, pero tampoco es el lugar que te hace ver como todo un don Juan. Cuando llegué, por el acomodo de las luces y las sillas, el lugar parecía más un tablero de damas que un lugar para bailar. El hecho de que fuera vestido como presentador de infomercial de los noventa no me ayudó a encajar, y desde la entrada nos advirtieron que ninguno de nuestro "grupito" se podría subir al escenario. ¿Cómo se viste uno para ir a una competencia de twerking? Mi traje rayado estaba sucio y además no estaba ahí para hacer amigos.

Por suerte, todos los demás sí se esforzaron en eso. Las niñas en particular iban vestidas con ese look de punk ravero post-Rihanna. Ombligueras, mallones, estoperoles, picos, sombreros y playeras con slogans estaban a la orden del día. Si fuera escritor de moda, probablemente diría que me sentía atrapado en una loca pelea de Mad Max con un montón fanáticos robots de Andre 3000. Pero no lo soy, así que sólo diré que se veía como tumblr.

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Y para la suerte de todos aquellos que no se prepararon, este tipo estaba ahí para ayudar. Es alentador ver cómo algunas personas pueden hacer dinero explotando el espíritu adolescente de los chavos que quieren adornase con el look de cualquier modelo mierdero de la tele.

En la arena, la emoción se sintió desde que las chicas posaban para las fotos como choferes de Fórmula 1 antes de la carrera. Era el único momento de la noche en la que se podía ver a las chicas tranquilas, antes de que el Scala cayera en la locura.

Probablemente no es el evento con mejor reputación, pero a todos parecía gustarles. La multitud estaba pareja entre hombre y mujeres. Para mí, se trataba más de apreciación física que deshumanización, pero sin duda hay algo "problemático" en que las chavas adolescentes en licras muevan el bote para los celulares de la multitud.

Dentro del evento estaba el equipo Lengman. Decían que usaban los paliacates para evitarse la pena, pero de hecho tenían un buen look, que los hacía ver algo así como una mezcla de repartidores de pizza y vendedores de drogas.

Los paliacates le funcionaban de maravilla al equipo Lengman. Cuando se hace correctamente, el twerking es un baile sexualmente agresivo al que sólo los hombres más viriles y con más confianza se enfrentarían. No es para que Miley Cyrus le peree a los Jonas Brothers. Se necesitan habilidades físicas y ser desvergonzado.

Viendo el panorama del evento, me pregunté si tiene lo necesario para convertirse en un deporte mundial. Algo así como el disco, saliendo desde lo desconocido para ser adoptado por los fashionistas, caer en lo mainstrem, ser tocado en los mejores clubes y ser revivido años después por unos chicos nostálgicos.

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Además me pregunté dónde habían aprendido a bailar las chicas, y donde practicaban. Me sentía en el clímax de una de esas películas de baile. ¿Estaba viendo el final de años de entrenamiento y esperanza, o sólo estaba en un evento al que se va a alocarse?

Pero cuando comenzó el evento principal, se acabaron mis dudas. Los dúos fueron primero. Se agitaban, se meneaban, se separaban, y se veían totalmente fuera de control y al mismo tiempo empoderados. Estaban furiosos y eran crueles.

La audiencia perdió la cabeza, aullando con cada cambio de ritmo, levantaban sus iPhones para iluminar en señal de aprobación. Finalmente, el Scala se convirtió en lo más cercano que he estado a formar parte del video de Cristina Aguilera en el que siempre quise estar.

Los jueces eran una mezcla de gente del negocio de la música y expertos de baile. No reconocí sus nombres pero me dijeron que eran artistas conocidos en el mundo del twerking.

Me dio la impresión de que estaban ahí porque estaban disponibles más que porque se hayan esforzado en conseguirlos. Pero en verdad solo estaban ahí para dar un sentido de legitimidad, como los jueces falsos en un videojuego.

Mientras los jueces anunciaban a los ganadores de cada ronda, la multitud comenzó a entender la narrativa. El presentador hablaba con los participantes. Eran un montón de adolescentes de Londres, y una chica de Lituania. Al acabar sus bailes, la gente apoyaba a su grupo. El del sur de Londres fue el más apoyado, y la chica de Lituania, la menos.

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La competidora de Lituania bailaba un estilo diferente de twerking, más suave. Pero por alguna razón, la gente respondió bien, a pesar de que sus movimientos en verdad solo consistían de mover el cabello como un león recién despertado.

Curiosamente, la música del evento no es la que relacionarías con el twerking. A pesar de que les ofrecían "bashment o hip-hop", casi todas escogían el primero. Me pregunto si es la versión inglesa de este género. Era como un intento de subirse al tren del twerking, pero adaptándolo. Este era el twerking, pero con un toque inglés, por ello se volvió más interesante musical y culturalmente de lo que creí.

Entonces, ¿qué aprendí? Bueno, que cuando ponen música fuerte en un club, a algunas personas les gusta mover su cuerpo de acuerdo con el ritmo de la canción. Frecuentemente esas personas serán niñas, pero a veces también serán hombres. A veces los hombres intentarán bailar con las mujeres. Algunos de ellos habrán estado bebiendo.

Básicamente, no aprendí nada. Es un ponche baile. ¿Qué podía aprender? Es gente moviendo su cuerpo al ritmo de la música. ¿A caso la macarena nos enseño algo de la situación de los migrantes? ¿Acaso alguien aprendió algo de la vida post-Franco por escuchar a Las Ketchup? Claro que no.

Buscar respuestas sobre raza y género en una competencia de twerking es como buscar el significado de la vida en un concierto de Iron Maiden. No vas a aprender un carajo. Solo disfrutalo por lo que es: un baile, como lo que sea que está haciendo Joe Hart o John Travolta bailando en Grease.

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