FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Veinte minutos con The Field

En entrevista, el músico sueco nos habló de Daft Punk, su trabajo como licorero y la sensación de que, un día, sabe que todo va a acabar.

Axel Willner debería de ser un tipo extraordinariamente ordenado, metódico, analítico a la hora de hablar. A final de cuentas, ha esperado exactamente dos años entre un lanzamiento y otro para construir su carrera; cada uno de sus discos se visten de, prácticamente, la misma portada; su música se construye de loops minuciosamente arreglados de las más diversas joyas del pop y tiene una carga referencial de "todo lo que ha pasado en la historia de la música electrónica" que nada más indica que el tipo tiene una colección de discos impensable y ha pensado durante mucho tiempo en ella. Es del norte de Europa, y eso a los latinos nos hace pensar, insisto, en orden, en método y en análisis. Para escuchar su música uno necesita aguantar minutos y minutos de repetición para entonces fijarse en los pequeños detalles que aparecen de un lado y del otro, que van transformando las piezas sin que nadie se de cuenta.

Publicidad

Sin embargo, la enorme sorpresa de platicar con Willner, mejor conocido como The Field, es que resulta ser una experiencia completamente contraria a la esperada. Al menos, deja esos espacios que requieren de muy disfrutables y certeros procesos mentales a un lado. Yo me lo encontré tomando una cerveza, con una sonrisa silente dibujada en la cara, como si para él fuera cualquier otro día. Un tipo amable, tranquilo, accesible y cálidamente tímido. Esto sucedió en nuestra conversación, previa a su participación en MUTEK 2013.

No es tu primera vez en México. Yo recuerdo que la primera vez fue hace ya bastante tiempo, cuando acababa de salir From Here We Go Sublime, y tocaste en un club inmundo que estaba en medio de un edificio abandonado en Reforma. Habían, a lo mucho, quince personas. ¿Cómo no te rendiste?

Ha pasado mucho de esa primera vez. De entonces a ahora he regresado a México dos o tres veces más y sin duda cada vez ha sido mucho más emocionante; los venues son mejores y más grandes, y el sonido creo que se ha refinado mucho.

Es lo que iba a decir: ya hay contigo músicos en vivo, acompañándote. ¿Por qué tomaste esa decisión, si tu música es una de profunda monotonía y repetición electrónica?

Claro que obtiene un valor estético, en términos de lo que puedes hacer con el sonido; suena más fuerte, más poderoso, más abrasivo. Pero, si te soy completamente franco, la razón principal es una de índole personal: me sentía muy solo cuando iba de gira. Y no puedo negar que suena mejor, le da una vibra mucho más vital a todo el evento y extraño un poco eso de la música, digamos, "orgánica".

Publicidad

¿Estuviste alguna vez relacionado con alguna escena que no fuera la electrónica?

Claro. Empecé, justamente, en bandas de metal y de punk. Era el espíritu de la época, hablando de mediados de los ochentas, algo así. Mis primeros discos, los que realmente amé, fueron de Black Sabbath, de Motley Crew, de toda esa movida.

Aquí un ejemplo del setup de The Field en vivo.

Fue entonces que escuchaste a Gas (proyecto de ambient de Wolfgang Voigt) y, por lo que he leído, fue lo que cambió tu perspectiva de la música…

Lo de Gas fue importantísimo, sin duda, y es mi mayor influencia o una de las más grandes. Pero mi interés por la música electrónica, en realidad, se dio por el primer disco de Daft Punk, Homework.

Que es un disco enorme.

Es un disco impresionantemente bueno, al día de hoy. Cuando lo escuché no podía creer que alguien pudiera hacer algo tan bueno con esas herramientas. Sigue siendo la piedra angular de mi camino.

Y entonces sucedió lo de Gas.

Sí, pero ahí fue un asunto de refinamiento. Ya sabía que me interesaba hacer música electrónica, pero el proyecto de Wolfgang me hizo querer explorar territorios más abstractos, más pensados.

Si puedo interrumpir, me atrevería a decir que mucho más referenciales. es decir, en tu trabajo hay muchas, muchas referencias a la música electrónica, desde tu fijación por el loop como el uso de ciertas texturas que son, por ejemplo, propios de software de producción muy barato. ¿Es cierta esta apreciación? ¿Hasta qué punto trabajas pensando en tu propio contexto?

Publicidad

Es cierto. Definitivamente hay mucho espacio referencial ahí, de otras épocas, de esta misma época, incluso de mi propio trabajo. Pero no todo tiene esa lógica. Digamos que la otra mitad del tiempo simplemente hago lo que quiero hacer.

Pero, para hacer lo que haces, debes de ser un tipo muy concentrado en su propia colección de discos.

Algo así. Pero no quisiera verme como una suerte de geek que hace todo en relación a los demás o a su propia historia.

¿Pensaste que podías dedicarte a esto, alguna vez en tu vida?

Para nada. Nunca me imaginé que iba a pasar todo lo que ha pasado.

Si no es indiscreción, ¿qué hacías antes de hacer música?

Trabajaba en una licorería. En Suecia hay un monopolio de licorerías y trabaja en una de ellas. Una cosa muy extraña.

Y, por cierto: ¿de dónde viene el nombre The Field ("el campo" o "el área")?

Soy pésimo para las entrevistas.. (Risas). La verdad es que no tiene mayor ciencia: es un nombre que me gustó, simple y llanamente.

Todo en tu proyecto es extraordinariamente lineal: tu música, el hecho de que las portadas sean prácticamente iguales, cómo van rpogresando las ideas en una pieza de un loop muy sencillo a algo más grande pero igualmente acotado. Como todo lo que es lineal, ¿no temes que, un día, The Field ya haya dado de sí? ¿Que las ideas se hayan agotado, o al menos esa idea tan clara de lo que es "The Field"?

Se te olvidó otro detalle: he esperado dos años entre cada lanzamiento, exactamente. Y sí, definitivamente creo que sucederá en algún momento. Estuvo a punto de suceder ahora, con el disco que acaba de salir (Cupid's Head). Empecé a trabajar en él y no sentía nada. No sentía que estuviera llegando a ningún lado. Pero, poco a poco se fue transformando y fue funcionando. Y entonces me dio esperanzas y me puse a trabajar más.

Pero bueno, independientemente de ese disco, sí creo un poco en lo que dices. Llegará un momento en donde ese campo que yo mismo crecí y acoté va a dar de sí y tendré que fijarme en alguna otra cosa. No sé cuándo pueda suceder.