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Música

Shibari, sexo y sometimiento en “Pendulum” de FKA twigs

Ya estamos acostumbrados a ver un erotismo chorreante en el trabajo de FKA twigs.

El año pasado hubo un episodio erótico de investigación en las oficinas de VICE que quedó resonando en las cabezas de todos los elementos masculinos del lugar, que en ese momento, eran la mayoría. La escena era la siguiente: sobre la duela caliente del cuarto cuyas ventanas daban con la calle de Álvaro Obregón, había una chica atada con cuerdas de yute desde la boca hasta los pies bajo la técnica japonesa de shibari. Durante muchos días, todos los hombres de la oficina le dedicaron sus conversaciones y probablemente sus silencios a ese momento que, estoy segura, todavía atesoran en los rincones más privados de su memoria. No los culpo.

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Foto por Francisco Gómez.

Ya estamos acostumbrados a ver un erotismo chorreante en el trabajo de FKA twigs. Siempre apelando a lo feo, a lo incómodo y a lo tremendamente sensual, twigs ha logrado colocarse como el símbolo sexual más raro que ha pisado los estandartes del imaginario popular. Y ahora que me senté a ver este video para “Pendulum”, y vi las marcas en su piel después de estar colgada e inmovilizada entre cuerdas azules tejidas con nudos de shibari, entendí muy bien qué es lo que hace que FKA twigs sea tan fascinante a pesar de provocar imágenes muy violentas en medio de un ambiente sexual siempre contenido pero que parece escaparse por todos lados.

Twigs entiende que en el sexo hay algo de violencia y de sometimiento. Eso le cuesta trabajo a la gente. Aceptar la sumisión no es muy políticamente correcto. Y aceptar que hay violencia en el acto sexual es ignorado por completo en la sexualidad enferma de la gente. Lo que twigs hace muy bien, es usar lo feo y lo incómodo del sexo como elementos de violencia sutiles. Los nudos, las uñas, los dibujos en sus patillas y sus trenzas anti gravedad, son propuestas estéticamente interesantes, pero no apelan a lo bello, ni cerca podrían ser la imagen de Calvin Klein, jamás. Vean el video y discútanlo con sus mejores fantasías.

Puedes leer la nota del shibari en VICE.com dando click aquí.

Raquel escribió esto mientras veía las marcas en su piel que le dejó la almohada. Síguela en Twitter: @salvenseustedes