¿Quiere usted aprender a trollear a Four Tet?

Four Tet. Keran Hebden. Un hombre que hace música mágica y feliz, con una sonrisa maravillosa, llena de ilusiones y ganas para las risas de nuestros hijos y los parques y los árboles maravillosos. Mírenlo. No podría matar a una mosca. Nunca ha pensado nada malo en la vida.

HASTA QUE THOM YORKE LE ARRUINÓ LA VIDA.

(Thom Yorke. Él)

¿Por qué? Porque el muchacho de Radiohead tuvo a bien inflar los infiernos del hype primero con Keran, colaborando con él, invitándolo a las fiestas de sus niños a amenizar como payasito, de gira, a hacer remix y medio y, al poco tiempo, presentándole a su próxima pesadilla: un "oscuro" productor londinense llamado Burial.

¿Por qué "oscuro"? Pues porque Burial, quizá el único tipo al día de hoy enteramente respetable de esa escena llena de gel y mocosos confundidos que es el "dubstep", tardó unos tres años, dos obras maestras y mucha, mucha expectativa para revelar su nombre y su cara. Antes no se sabía nada de él, más allá de que disfrutaba muchísimo ponerse hoodies y hacer música como para ponerse hoodies en la noche.

Yorke los juntó entonces para hacer una serie de lanzamientos, casi completamente anónimos. "Moth" es el primero de ellos, y quizá el que más ha gustado. Salieron bajo el mandato estético de Burial: ni una jetita publicitaria ni nada más que el NEGRO DE TODAS LAS NOCHES OSCURAS QUE SUFRIMOS VIENDO EL VACÍO DE NUESTRA EXISTENCIA ENTRE IGUALES, QUE SOMOS NADIE. O algo así.

Total, pasó el tiempo. Y Burial decidió revelar, casi por accidente, que se llamaba Will Bevan, que era del sur de Londres, y que tenía este rostro millonario:

Hasta ahí, todo resuelto. Pero la tormenta empezó para nuestro amigo Hebden, el más sonriente e inocente y bello, a los años: TODO MUNDO EMPEZÓ A CHINGARLO DICIÉNDOLE QUE ÉL ERA BURIAL. Como si la foto y el nombre y las declaraciones de Burial no sirvieran de nada. Como si Thom Yorke fuera el genial artífice de una fantasía mojada de las peores para los lectores de Pitchfork. COMO SI EL MUNDO FUERA OTRO.

Total, empezaron a chingarlo hasta el cansancio con que él era Burial. Y entonces Hebden, que no conocía el sufrimiento, lo vio por primera vez a los ojos:

"Chavos, no me digan que soy Burial. No soy Burial".

Pero la vida no es tan sencilla, querido Kieran, y, como puedes observar gracias a An Dre, nos vale madres. Porque no somos unos niñitos a los que nos meten con embudo las mentiras del gobierno y de la CIA y la reforma de Pemex y nos queda cla-rí-si-mo que tú, sí, eres Burial.

¿O qué dedo nos chupamos o cómo?

Siguieron entonces los ataques de verdad, dejando perfectamente en claro que Burial era Four Tet era Burial. Y Hebden (o Burial, en algunos ámbitos) rompió las reglas básicas de la inteligencia en internet y respondió, quejándose, que ya había recibido "más de 400 mensajes preguntándole si era Burial".

Evidentemente eso no sirvió a nadie, porque todos estaban en una búsqueda profunda por la verdad. A los trolls les dieron comida caída del cielo, nutrida y deliciosa.

Y la saga se extendió al día de hoy, cuando Burial pidió, de la manera más atenta, que dejáramos de decir que era Four Tet. O al revés. No importa. El asunto es que se escucha ya consternado y no ha entendido (a pesar de que pasa horas y horas en Facebook, como una niñita chismosa) que el asunto va a perdurar hasta que él se retire de la música y Burial acepte que es Burial y la vida de todos se arruine porque nuestros niños ya no van a tener fantasía ni imagnación para su futuro.

Por que la culpa no es de la gente. La gente nada más podemos responder ante los estímulos que tenemos de frente. Y Hebden, con toda su carita de inocente, es la mejor víctima posible.

Mejor culpen a Thom Yorke. Él es el que no quiere decir quién es Burial en verdad.

***** UPDATE AL 20 DE JUNIO ****

Esto:

Pobre.

Pobre, pobre alma.