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Música

Peter Beste pone la escena Rap de Houston en un libro

Después de publicar con nosotros un libro de arte de título "El Verdadero Black Metal Noruego", Peter Beste se llevó su cámara a un proyecto de larga duración: la documentación de la comunidad hip hop en Houston.

En 2008 Vice publicó el libro fotográfico de Peter Beste, El verdadero Black Metal de Noruega. Gracias a Satanás, el libro fue todo un éxito. Tanto así que le pedimos a Peter que nos ayudara hacer una película con el mismo nombre acerca del hombre más odiado de Noruega, el líder de la banda Gorgoroth, Gaahl. Después de haber documentado la inusual escena metalera de la manera más honesta y con más acceso que nunca, Peter empezó con otro gran proyecto de larga duración. La documentación de la comunidad hip hop en Houston.

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Después de nueve años de trabajo, su proyecto se convirtió en un libro titulado Houston Rap. Le marcamos a Peter para que nos platicara de Houston, de la tergiversación que hacen los medios de la cultura hip hop, del “Black Power”, y de lo mucho que tiene el back metal en común con las armas, el sizzurp y la ética de “Do It Yourself” del mundo rapero de Texas.

VICE: Hola Peter, recuerdo haber visto algunas fotos del Houston Rap hace unos años. ¿Esto se convirtió en un proyecto de largo plazo para ti, verdad?

Peter Beste: Ha sido bastante largo. Empecé en 2004 y había estado planeándolo desde el 2000. El libro originalmente iba a salir hace algunos años pero hubo varios problemas durante el proceso de publicación. Tener que esperar nos permitió tener más tiempo para profundizar en la comunidad. En retrospectiva, me alegro mucho de haber tenido ese tiempo extra. El libro hubiera tenido un nivel un poco más superficial si lo hubiéramos publicado antes, creo que el tiempo extra nos permitió ahondar más eh los temas. Publicamos un libro verdadero y único.

¿Fue difícil ganarse el respeto y el acceso a la comunidad? ¿Esto contribuyó a la extensión del libro?

Eso fue un pequeño factor, pero fui bastante afortunado porque inmediatamente me presentaron con los tipos correctos en 2004, como Dope E de los Terrorists, K-Rino y miembros de la Street Military. Estos tipos tienen un inmenso respeto dentro del barrio y estuvieron dispuestos a enseñarme la zona, presentarme a la gente y esencialmente a responder por mí.

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¿Cómo cambió el proyecto a lo largo de todo ese tiempo?

Conforme el proyecto progresó expandimos el concepto. Llegó a ser menos acerca de quién es quién en el mundo del rap en Houston, y más sobre una imagen antropológica importante, específicamente sobre un tiempo y espacio en la historia de América. Nos metimos en temas mucho más jugosos como la espiritualidad, los ataques deliberados en el barrio por entidades gubernamentales, el aburguesamiento y un montón de cosas personales.

Muchos de nuestros lectores probablemente no han visto el libro, así que debería mencionar que el título es casi engañoso. Me refiero a que hay raperos en el libro, pero realmente no es acerca de música rap. Es más amplio que eso, es acerca de la ciudad y la comunidad. ¿Hubo un cambio orgánico con respecto a lo que inicialmente se propuso hacer?

Fue orgánico. Yo crecí con mucho de este Houston rap. A principios de los 90, estaba mistificado y realmente impresionado por los primeros artistas Rap-A-Lot como los Geto Boys, Ganxta NIP y cosas por el estilo. Años después entré en la fotografía y me pareció un proyecto perfecto para mí, así que decidí rastrear a estos personajes sombríos y tratar de fotografiarlos en sus entornos personales. Ese era el enfoque inicial, pero con el tiempo (conforme iba conociéndolos mejor) empezamos hacer las preguntas correctas y nos fuimos alejando de los estereotipos y toda esa típica mierda mainstream que se pública en los medios del rap.

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Digo, todas esas cosas están en el libro: mujeres, coches y todo el materialismo over the top, no hay duda que eso forma parte de la comunidad. Pero es más profundo que eso. Como todos sabemos, los medios se enfocan en estos aspectos primarios. Nosotros terminamos haciendo de esto un estudio más social y antropológico de la riqueza cultural sureña.

Houston estaba, en la mayoría de sus partes, dominado por el mainstream. Históricamente, si no eras de Nueva York o Los Ángeles, eras ignorado por la comunidad del rap –aparte de los Geto Boys. Por esa noción de ser marginados, muchos de estos chicos empezaron a desarrollar su propio estilo musical, eran sus propios CEOs y red de distribución. Incluso con su propio estilo en drogas con el sizzurp y todo lo demás. Ellos no tenían a grandes disqueras interfiriendo y diciéndoles qué producir. Claro, inicialmente no elegían ser ignorados, pero con el tiempo creo que eso se convirtió en algo positivo. Se dieron cuenta de que en lugar de firmar con una disquera importante y cobrar cincuenta centavos por CD, ellos podían manufacturar y producir sus propios discos. Estos los vendían por sus propias redes y terminaban haciendo siete u ocho dólares por cada disco mientras mantenían su independencia.

Eso me recuerda un poco a las disqueras independientes de soul en los 60, la idea de crear una disquera en un pueblo pequeño o descuidado, en donde graban, editan y distribuyen. Todo en un mismo lugar, independientemente de ser pasado por alto por Motown o lo que sea.

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Sí, esa ética de hacerlo todo por ellos mismos me hace tenerles un enorme respeto. Yo vengo de un pasado punk rock, así que eso es algo que realmente me admira y conecta con ellos.

Fotografiaste el grime de MCs en Londres y en toda la escena en su apogeo, o por lo menos antes de que ganara un peso real dentro de lo mainstream. ¿Crees que existan similitudes entre las dos escenas? ¿De alguna manera las escenas que no son viables comercialmente, se están haciendo a si mismas y construyendo una industria?

Estuve trabajando en la escena grime un tiempo comparativamente corto, pero sí. En 2005 estuve de regreso en Londres, y nunca me adentré tanto como lo hice con la comunidad en Houston, pero me atrajo su ética similar y su habilidad de hacer algo único mientras cuentan sus historias acerca de dónde vienen y todo por lo que han pasado. Otra gran similitud que existe entre el grime y el Houston rap es que es producido y promovido dentro de la comunidad con esta red de apoyo interno de las radios piratas y así sucesivamente. Como la manera en que DJ Screw hace sus cintas y la forma en cómo se propagan y multiplican. Esa red DIY en algunas formas es comparable con las estaciones piratas del grime de Londres, en donde ellos reparten su música con sus propios términos con muy poca influencia y soporte de afuera.

Si comparamos esto con otra escena del nicho con la que has trabajado, me imagino que hay cruces culturales limitados entre los raperos de Houston y las personas en el verdadero Black Metal Noruego ¿No es así?

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Irónicamente, crecí fuera de Houston y encontré que encajo mejor (por lo menos físicamente) al otro lado del mundo, en Noruega, que en mi patio trasero en Houston. Existen similitudes: las dos subculturas musicales son marginales, poseen un conjunto de ética y estética, y tienen su propio conjunto de reglas. En ese sentido son similares. Por supuesto sus acuerdos de ética son muy diferentes. No los pondría juntos en ninguna otra forma. Los problemas que encaré son similares también, tuve que ganarme el respeto de ambas comunidades con el tiempo. Lo logré teniendo una actitud humilde, tomé algunas fotografías y regresé unos meses después para enseñarles la divulgación en una revista en la que ellos estaban suscritos. Con el tiempo, las relaciones empezaron a crecer como una bola de nieve.

Mencionaste que tu libro contiene imágenes de algunas de las ideas mainstream acerca del estilo de vida del hip hop, pero frecuentemente vienen contrastadas con imágenes de pobreza y dificultades que afectan todos los días a muchos norteamericanos. ¿Tu visión del rap y su estilo de vida cambió después de haber visto los dos mundos intersectados?

Uno de mis objetivos principales con los dos proyectos era mostrar la fachada de las comunidades presentes y contrastarlo con elementos más reales y humanos que se presentan después de cavar un poco más profundo, así sean los metaleros con maquillaje, o los raperos con coches caros, mujeres y pistolas. Para la mayoría de esta gente, esa es la imagen del proyecto. Por cada cincuenta fotos que tomo así, logro por lo menos una imagen de alguien con la guardia baja, una más real y personal.

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Esas imágenes se van a comunicar más con las personas que las ven, hay mucha gente que sólo se preocupa por las fotos duras de raperos. Si no hubiera llegado tan dentro como llegué, no habría invertido tanto tiempo en el proyecto. Lo mismo con Noruega –si sólo hubieran sido güeyes sosteniendo cruces de cabeza en el bosque, me hubiera aburrido rápidamente. Con las dos subculturas, mientras más te adentras en sus historias, sistema de creencias, familias y demás, más universal se vuelve. Había una pequeña línea por la que caminar, entre la fachada y las verdaderas personas detrás de esos andamiajes.

Aunque no hubo una fórmula para que se lograra eso. Tuvo mucho que ver con que contaba con un muy buen editor, Johan Kugelberg, que fue capaz de ayudar a mi co-autor Lance Scott Walker. Yo le di zoom a todas las imágenes para verlas en gran formato y así seleccionar un grupo de imágenes y texto que mostraran todo el espectro que en última instancia comunicaría bien con más personas. Estuvimos tan inmersos dentro de la escena que fue difícil para nosotros editar objetivamente. Tuvimos que ir con cuidado y tratar de producir un lindo libro de arte mientras manteníamos felizmente los temas del libro y representábamos a la escena de manera convincente.

Algunas personas dentro del libro son defensores del poder negro y filosofías similares. ¿Eso creó una capa adicional de dificultad para ti en cuanto al acceso y la confianza necesaria?

La mayoría de las personas que tenían esta filosofía, no tomaron nuestro color de piel en nuestra contra porque pudieron darse cuenta que nuestras intenciones eran honestas y estábamos consientes de las cosas que les apasionaban. Por ejemplo –Dope E de los Terrorists (el güey con la pistola afuera del local de la pantera negra) se convirtió en uno de nuestros mejores amigos dentro de la escena y nos abrió varias puertas. Creo que al final su rebelión contra el proverbial "hombre blanco" no es tanto sobre el color de piel, sino lo que va contra el sistema de poder opresivo. Creo que eso era algo que no entendía plenamente al principio de este proyecto.

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