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Música

Música de Arquitecto

¿Nunca lo han pensado? Es un género en sí mismo.

Iba caminando en la calle y hacía un calor de mierda. El ambiente se sentía como se siente cuando uno se para junto a un trompo de tacos en un puesto de la calle. Pasé junto a un local de tortas gourmet. Uno de esos lugares de garnachas que te cobran el triple de lo que cuestan las cosas sólo porque tienen la palabra “gourmet” en el menú. Ese tipo de lugares tienen mesas como de pupitre de primaria atrapada en los noventas y mesas comunales que podrían ser mesas de trabajo en la facultad de arquitectura de una universidad. No me detuve, porque paso junto a ese localito por lo menos unas dos veces al día, y mientras me alejaba, me sorprendí a mi misma tarareando la canción que estaba sonando en ese lugarcito de madera sin barnizar y muros de concreto aparente.

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Es música como de arquitecto, pensé. Como de ese arquitecto que diseñó ese localito en la colonia Roma y que probablemente compre ahí sus tortas gourmet. Uno de esos personajes que escuchan a los Kings Of Convinience, usan camisas de cuadritos, lentes de diseñador y corbatas delgaditas. Uno de esos con los que podría casarme. Uno como mi papá.

Los Kings Of Convinience encabezan la lista de música de arquitecto pero hay un millón de bandas en ese archivo. Las características son muy específicas. Es música que tiene luz, es habitable, agradable y un poco marica. Bueno, muy marica. Está bien hecha, es contenida y tiene algo de elegancia en su manera de ser casual. Como ustedes, los arquitectos.

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