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Música

Mariachi State Of Mind

Contactamos a Simon para que nos cuente qué chingados le pasa por la cabeza cuando dice que su música tiene “mariachi-ness”.

La semana pasada publicamos una nota sobre bandas de rock que de repente se ponen a cantar rancheras. Ese día contactamos a Simon, vocalista de la banda inglesa Roja, para que nos cuente qué chingados le pasa por la cabeza cuando dice que su música tiene “mariachi-ness”.

Simon es un tipo muy amable. Nos contó que siempre quiso escribir canciones como las de Jeff Buckley o… Thom Yorke, pero no le fue muy bien con eso y mejor decidió ir en otra dirección. En el 2000 tenía una banda de rock de nombre Marlowe. Luego en 2005 tuvo un proyecto de música electrónica que se llamaba Testcard y después grabó un disco otra banda —esa era de hardcore, creo. Más tarde abandonó la idea de sacar discos con sellos discográficos y empezó a hacer música sólo por divertirse con sus amigos.

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Una tarde soleada en Liverpool, Simon escuchó a Vicente Fernández. No cualquier canción de Vicente Fernández, además. Por casualidad (o por una obviedad absurda) se topó con “Estos Celos”. Simon quedó fascinado con la voz de Don Chente. “!Puede hacer temblar las cimientes de cualquier escenario con esa resonancia!” dice emocionado. Le pedimos que nos cante un pedazo. “Me sale bien si me tomo un tequila, pero mi español es muy malo. Me daría pena cantarla”. Ni modo, tal vez en otra ocasión se anime.

Nos platicó que tal vez su interés por el mariachi viene de los soundtracks de las películas de Sergio Leone. Dice que la trompeta en la música de Ennio Morricone tiene un gran impacto emocional en él. Claro, la trompeta. También describió una escena en No Country For Old Men de los Coen en la que el personaje principal está tirado en la calle y unos mariachis le cantan encima.

Esta última referencia fue la que lo llevó a investigar un poco más sobre rancheras. “Así fue como me encontré con Vicente Fernández”. Culpen a ese señor por lo que vino después. Simon formó una banda con la misma alineación de sus proyectos anteriores, pero ésta vez con un toque mortal en la estructura: el factor mariachi. “Nos dimos cuenta de había algo intrínseco, potente y poderoso en este tipo de música”. Se dieron cuenta de todo. Muy bien.

“Al principio sólo nos llamábamos a nosotros mismos The Mariachi Band” respondió Simon cuando le preguntamos sobre Roja. “Encontrar el nombre correcto fue bastante difícil”. Cuenta que cuando empezaron a tocar trató de aprender muchísimo “esperando que algún día las influencias del mariachi se manifestaran en mi escritura.” Y así como Harold Bloom se le presentó a Allen Ginsberg en sueños alucinantes, a nuestro querido amigo Simon se le apareció José Alfredo Jiménez. Sólo que Ginsberg se fue por patas al manicomio.

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Para escribir las canciones de Roja, Simon usa una herramienta que él mismo inventó llamada “Mariachi Filtering Machine”. No la presta, pero le preguntamos cómo es que funciona. Dice que no es tan sencillo como parece. Se pone a escribir, y si le gusta algo pero no le suena muy mariachi entonces le pone más trompeta o una letra que suene más épica. “Hay algunos elementos que pueden transformar una canción ordinaria a una que tenga un oleaje mariachi en su interior.” Acordes, vientos tropicales, cambio de tempo… ya saben, esas cosas.

Roja /// The Evil Stands High from Tomfoolery Pictures on Vimeo.

“Nos tenemos que poner en un estado mental muy Mariachi para encontrar esa profunda resonancia dentro de la música. Tiene que ser brutalmente honesto y lleno de integridad o de lo contrario simplemente no es lo suficientemente bueno”. Nos temíamos que el estado mental del que hablaba fuera una peda de tequila sobre un burro. Casi.

Le preguntamos si hay cantinas por allá. Dice que en Inglaterra no, pero que en España y en Italia hay algunas. “Una vez me senté del lado opuesto de la calle a una cantina en Italia. Habían grupos de hombres sentados bebiendo y jugando dominó por lo que parecían horas. Fue fascinante”. Hablamos sobre pulque y mezcal. Dijo que nunca se había emborrachado con eso pero que conoce la frase esa de “para todo mal, mezcal y para todo bien también” dice que suena a su tipo de drink.

Le explicamos qué es una serenata y le planteamos la idea de hacerlo con los ingleses. Le pareció una excelente idea. “!Podríamos anunciarnos como una especie de servicio de apoyo al matrimonio para los esposos borrachos traviesos! Tal vez podría ser una buena manera de conseguir algunos fans más. ¡Contrátanos y vamos a salvar su matrimonio!”

Le preguntamos si alguna vez ha pensado salir a tocar con bigotes falsos o algo así. No contestó. Pero no es necesario que lo haga, pues sí nos contó que en todos sus shows suben a alguien del público a tomarse un shot de tequila con ellos en el escenario. Salud.