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Música

El Pop puede ser la solución al calentamiento global

La energía se genera a través de paneles solares y canciones de Justin Bieber. O por lo menos así lo hacen ahora en el Reino Unido.

Tardé toda la secundaria en entender cómo funcionan los imanes de las torres eléctricas. De todas esas clases agonizantes, lo único que recuerdo es que la energía se produce a partir de combustibles fósiles, fusión nuclear, agua y viento. Pero eso era en el 2003, ahora la energía se genera a través de paneles solares y canciones de Justin Bieber. O por lo menos así lo hacen ahora en el Reino Unido.

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Los cerebritos británicos que se encargan de hacer investigaciones sobre la producción de energía a partir de paneles solares, descubrieron que estos artefactos en forma de waffles funcionan mejor si se les expone al sonido. Y casualmente sólo hicieron el experimento con música pop. ¿Por qué? No sé. Puede que a los nerds de allá les guste escuchar a Britney mientras trabajan. O no. Quién sabe. Lo importante es el incremento de energía, no la calidad musical a la que se expone la cosa esa. El asunto es que Miley, Madonna y Lady Gaga son capaces de elevar en un 50% la producción de los paneles a través de las frecuencias de sonido que producen sus canciones.

Los científicos dan toda una explicación técnica sobre cómo el óxido de zinc forma unas barras de nanoescala que generan cierto tipo de vibraciones que… ¡Al carajo! No se los voy a explicar con manzanas. En resumen, lo que genera el jugo extra de las vibraciones son los entornos ruidosos, Eso quiere decir que no sólo funcionan con música. El sonido ambiental funciona. En realidad, cualquier sonido funciona.

Esto es un poco como la fábrica de energía en la que trabajan los personajes de Monsters Inc. Imagínense que el gobierno empiece a implementar iniciativas de organización de conciertos con bandas porno-gore porque son los que más llenan las celdas solares. Si estas minas de genialidad funcionen mejor con ruido, entonces podemos amenazar sin derecho a réplica a nuestras señoras madres con que vamos hacer una fiestota para que el recibo de luz no les salga tan caro. O mejor aún, si argumentamos que por cada rayita que le subimos a nuestra porquería de música salvamos la vida de quince pingüinitos en la Antártida, entonces hasta vamos a poder evadir impuestos en el predial por altruístas. Gracias, ñoños ingleses.