Disney, con huevos y desde YouTube

Desde que tengo acceso al internet he bajado música indiscriminadamente. He decidido utilizar mil tipos de mierda distinta para hacerlo, desde Napster hasta buscar la canción en Google con la terminación ".mp3", pasando por Audiogalaxy 9000, E-mule, Kazaa, Imesh, Limewire y un largo etcétera de programas chacas y llenos de pornografía envirusada y colaboraciones mentirosas de Pink Floyd con Jimi Hendrix tocando a Radiohead.

Hoy en día ya no bajo música, no porque haya tenido una epifanía sobre como descargar música lastima al artista o porque haya visto la iconografía del cafecito, sino por el simple hecho de que ya todo está en la nube y si quiero escuchar una canción puedo steamearla en vez de bajarla. Y eso nos da una facilidad antes impensable porque ociosos como yo ya suben todo a YouTube gracias a esto; el canal de videos, en realidad, para lo que más se utiliza es para escuchar música. O eso yo leí alguna vez.

Total, vayamos a lo importante: un día surfeando por YouTube llegué a encontrar Dive into Disney, un disco japonés de covers de todas las canciones esas que salían en las películas de Disney, pero en versión punk rock. Por alguna razón que aún todavía no logro comprender, el match entre estos parece perfecto en todos los sentidos, desde la ironía hasta el desmadre más injustificado, pasando por una buena dósis de traumas infantiles.

El disco, editado por Avex Group y Walt Disney Records (porque pagar los derechos de estas canciones no debe de ser nada sencillo), comienza con una versión pasadísima de verga de los Beat Crusaders interpretando la canción del Club de Mickey, misma que trae imágenes de todas las botargas de Disney rompiéndose la madre en un slam…sobre hielo.

El material sigue con colaboraciones de varios conocidos, tanto americanos como japoneses: ALL, H20, Reel Big Fish, Voodoo Glowskulls, Dopping Panda y Spoony, así como un par de bandas que en la vida había escuchado y buscando en internet no encuentro ningún otro vestigio de su existencia. Seguro no son más que inventos mercadotécnicos porque, como ya dijimos, lo que no está en YouTube no existe. O quizá sean traducciones inexactas del japonés y necesite yo saber qué caracteres buscar porque nuestros amigos asiáticos suben cada uno de los rincones del mundo a la red. O al menos ese es el prejuicio que tenemos de todos ellos.

Pero regresemos a la música: el disco, para los que crecieron con Disney y sus películas y sus mariconerías, puede ser una joyasa, aunque tiene sus momentos de una turboputería quizá inaguantable: ¿un ejemplo? Cuando The Band Apart toca la icónica canción de Pepe Grillo “When You Wish Upon A Star” (que suena hasta más marica que la original) o “Baby Be Mine” de Dumbo tocada por Husking Be. Tiene también unas rolas super duper verga que podrían pasar como cualquier genérica punk rock de soundtrack de pelicula de adolescentes (no sé si eso es bueno en realidad, pero bueno…) como “Yo-Ho” (la canción de los Piratas del Caribe) que toca Snuff, “It’s a Small World” tocada por H20 o “I wanna be like you” tocada por los Voodo Glow Skulls.

Sin embargo, los que más se mamaron con su cover fueron los ALL con su cover de “Chim chim Cher-ee”, cargada de atmósferas espectrales capaces de hacer que cualquier darketo (si es que todavía existan) se lance al musical de Mary Poppins… Porque la canción, amigos míos, es de esa película. En serio: esta rola suena como a Bauhaus tocando a Andrew Lloyd Weber en una catacumba.

El disco está bueno y conseguirlo en formato digital parece ser toda una hazaña, cuando menos en México. También puede conseguirse en Amazon por la módica cantidad de $38.99, una patada en los huevos para cualquier nostáligo con ganas de violentar su infancia. Por eso sigan mi consejo: búsquenlo y streameenlo en pinche Youtube, donde sale gratis y te evitas ocupar más espacio en tu disco duro.

Total, ya hicimos millonarios a Disney desde la infancia.