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Música

Apocalipsis: El principio, el fin y el cambio

Una de las bandas más pesadas, feroces y emocionantes del under mexa se sentó a platicar con nosotros. Las cabezas nos explotaron.

Foto: NRMAL

La primera vez que vi a Apocalipsis en vivo fue hace como año y medio en Cholula, Puebla cuando mi banda tocó con ellos, Nazareno el Violento, Antílopes (una de las pocas tocadas de este proyecto que pintaba prometedor) y varios locales. Recuerdo que los riffs eran pesados y contundentes, y las partes tranquilas hacían tensión. Luego se subió Zuriel y, casualmente, comenzaron a tocar el set de Nazareno. Desde entonces, han lanzado un álbum, un EP y han tocado en todos lados, como en el festival NRMAL de este año --siendo la banda anterior a los headliners, Brujería-- que les valió, entre mucho reconocimiento de la raza y otras cosas, una mención en Pitchfork. Hablamos de una banda que ha logrado hacer música instrumental que llama la atención de quien los escucha, de lo mejor que ha salido en los últimos años del DF. He seguido muy de cerca los pasos de Apocalipsis ya que su ex bajista, Aldo, entró a mi banda y hemos compartido el escenario en muchas ocasiones. La banda se proyecta como una de las más destacadas del under mexa, una sociedad de definición guanga que incluye, entre otros, desde Los Viejos a Crimen y llegando a Monogatari. Su más reciente material, Alfa/Omega/Delta, es un EP de tres putazos que es aún más afinado que su disco debut. Platiqué con dos tercios de la banda.

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Una de las bandas que tiene que ver con ustedes, obviamente, es Nazareno el Violento. ¿Cómo surge querer hacer algo que fuera menos desvergue musical que esa banda?

Fabián: La unión fue primero Apocalipsis, Leonardo (Mico), Aldo (ahora bajista de WORDS) y yo. En un comienzo era porque “no hay nadie con quién tocar”. Quisimos hacer un proyecto pero no había con quien más hacerlo que con Zuriel, que era el vocalista. Dijimos “¡A la verga! Hay que hacer esto”. Ellos ya tenían Charles Barkley, yo me integro; y luego se fueron dividiendo las ideas de la banda porque había más integrantes. Hoy en día, Zuriel es el que complementa Nazareno (ríe), y hasta nuestra personalidad cambia, porque Nazareno es más hostil.

Chamaz: Es otro estado mental.

¿Les ha pasado que están sacando un riff y dicen “suena a Nazareno”?

Chamaz: Sí nos pasa. “No, ni madres, esto suena a Nazareno”.

Fabián: “Mañana ensayamos con Nazareno, guárdalo” (todos ríen). Pasa mucho por el mood. “Güey, estoy encabronado”, va. Pero también pasa que decimos “estoy encabronado” pero quiero escucharme, que no haya voz. Pura música, puro sentir. Apocalipsis es el sentir, Nazareno es la ira. (ríe)

¿Cuando deciden grabar y tocar?

Fabían: Antes salíamos a tocar más con Nazareno, era más fácil que con Apocalipsis. Pero había veces…como una vez en Manzanillo que nos planchó el otro liro y nos quedamos Zuriel, Aldo, Mico y yo, y nos quedamos, “¿qué pedo, qué hacemos con el set?” Porque hay canciones a dos guitarras y dijimos, “no pues hagamos Apocalipsis” y tocamos una rola y una rola (ríe), y la gente pensaba que era Nazareno el Violento, no entendía qué pedo. Nos decían “¿por qué tocaron así ese día?”, y hasta ahora, mucha gente se dio cuenta que ese tour fue lo primero de Apocalipsis. Y cuando entra Chamaz a la banda, toma otro juego porque comenzamos a componer distinto, empezó a aportar más ideas, más personalidad. Ya no éramos dos sino tres los que estábamos allí al cien, pensando en lo mismo. Surge el triángulo, nos identificamos con esa figura. Ya no eran trazos. No era “si no viene el otro liro, entonces tocamos Apocalipsis”. Y pues terminamos con 11 rolas, y dijimos, “vamos a grabarlas”.

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¿Cómo componen?

Fabián: Varias canciones del disco anterior, Chamaz y yo nos juntábamos para sacar los riffs, para tratar de unificar ese pensar que traíamos. A veces sacaba algo con Vainillo (Mico) y lo afinaba con Chamaz o al revés. Lo refinábamos y llegábamos con Vainillo y ya nos decía si estaba muy chingón o muy culero (ríe), y estaba chido. Que seamos tres nos da cierto filtro, porque no es unánime, siempre hay mayoría o minoría de opinión, dos o uno. A veces, nos juntábamos en el ensayo y desde cero, sacábamos todo.

Tienen muchas influencias. Traen una onda muy sludge pero luego le meten cosas como de black metal, ¿cómo le hacen para juntar todas estas influencias?

Chamaz: Yo siento que es algo subconsciente. Vas escuchando e igual, torpemente, pero tratas de sonar a nada que se haya hecho. Que es algo difícil.

Fabián: Son también como gustos. A mi me gusta un poco más el black metal, el ruido, el grind. Vainillo es más matemático o es más stoner. Es ir mezclando esos gustos. Dices “a huevo, esta es una parte oscura pero no le voy a meter black metal, le voy a meter lo que a mi me gusta”, al igual él (voltea a ver a Chamaz). Mi perspectiva y su perspectiva del black metal son diferentes, la perspectiva del noise…en sí, no trabajamos en géneros; nos gusta tocar y decir “esto suena chingón, esto no suena chingón, esto no lo sentimos”.

Chamaz: Sigue siendo chingón.

¿Hay un disco o artista que los ayudara a tomar el camino de Apocalipsis?

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Fabián: Nos pasaba un chingo que escuchábamos a Fall of Efrafa y luego decíamos “ahh cabrón, ese riff suena un poco a…” (ríe) o a Russian Circles. Eran bandas que estaban sacando, no sé, su primero o segundo EP o algo mientras nosotros estábamos componiendo. Decíamos “tal vez pensamos igual que esos güeyes” pero ellos ya estaban rifando al máximo. Al final, pienso que siempre pasa con la música mexicana, como es más difícil tener tu grabación, tardas más. Si nos ponemos a ver, somos de la misma edad que la banda extranjera y pensamos igual, pero nosotros la vivimos más real, sin tanto Disneylandia (risas).

¿Cómo fue la grabación de su primer material y de su nuevo EP, Alfa/Omega/Delta?

Chamaz: Similares. Fue con la misma persona, con la misma química.

¿Fue en Testa?

Fabián: Sí. Los dos han sido en Testa. Y el tercero y el cuarto…(todos ríen)

Chamaz: También el de Nazareno…el de Weedsnake.

Fabián: El primero fue chistoso porque nos pusimos a buscar para luego escoger algo a nuestro modo, y Chamaz nos dijo “pues yo conozco a un güey que trabajó con Steve Albini” y dijimos “¡Ah, cabrón! ¿Te cae?” y le escribimos un mail y nos responde, “esto es lo que estuve haciendo: Trabajé con Albini 6 meses, sé cómo grabó a Neurosis” y dijimos “¿Neta? ¿Estás diciendo ‘Neurosis’? (ríe) No, pues, allí es”. No hay que buscarle. Y él tuvo la oportunidad de experimentar con una banda como nosotros.

Ustedes cayeron en una escena de post metal que no existía. Pero han llamado la atención. Una cosa es la escena y otra tocar en festivales internacionales.

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Fabián: Siempre hemos dicho que queremos tocar porque queremos tocar y porque tenemos las cosas para tocar. Es hacer un show y tocar, o empezar a ver quien quiere hacer un show. Hasta ahorita es que se está viendo esta otra cosa, que nos inviten a festivales.

Chamaz: Pienso que eso viene del apoyo de todos los carnales, bien cabrón. La banda que nos ha invitado a tocar en, por ejemplo, Manzanillo y ha empezado desde cero, y han querido hacer algo chido, nada excluyente. No porque seamos punks, pero vamos donde se pueda armar algo bueno, aunque sea en Manzanillo, que es un lugar donde no hay mucho rock.

Fabián: Es lo chido. Cuando éramos morros, íbamos a los lugares y también eran morros los que estaban haciendo las tocadas. Nos decían “nos salió mal este show” y les decíamos que no había pedo, que para la próxima salía mejor; y regresábamos y salía mejor. Y la misma gente reaccionaba y decía “a huevo, regresaron y lo hicieron mejor”. Y esos mismos organizadores, ya traen a Punch (ríe) o a Skarp…bandas chidas. Vamos todos juntos. Es lo chido, sin llamarle género. Es simplemente la necesidad que hay en nuestro país y, si no se hace, muere. También hay banda en Mérida que, igual, son jóvenes, y arman bandas y tienen la dinámica de hacer shows. Sabes que no va a parar pronto. El chiste es que las bandas estén dando la vuelta todo el año.

Aunque la escena se ha abierto mucho. Al principio, era Nazareno, Garrick…

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Fabián:…Human Plague…

…Arse Moreira…

Fabián: Era una mezcla. En Monterrey, nos pasó que tocamos como Apocalipsis en algo así como screamo y fue como “Ah, estos güeyes, ¿qué?, pero les gustó. Y fue bien chido que ahora que fuimos al NRMAL, fueron esos mismo güeyes pero más grandes y nos dijeron “te acuerdas esa tocada que los vimos…” y fue brutal. Le dije a uno “¡güey, me acuerdo de ti! Te tengo en un video de tu banda”. Es cuando dices, qué chingón esas tocadas. Nunca hay que demeritarlas porque luego le caen güeyes bien cabrones. Aunque te escuchen 5 personas, pero que sean 5 que te van a seguir.

Y se han conectado más puntos. Hace tres años, hubiera sido muy raro ver un cartel como con Los Viejos, una banda que puede tocar en el Vive Latino, y con Inservibles y Apocalipsis. O cosas de noise, como en lo del Club del Viejo Loco.

Fabián: Ese día que tocamos juntos (con WORDS, en el Club del Viejo Loco) fue, si no lo hacíamos nosotros, entonces nadie lo hubiera hecho. Estaba la gente, el spot. Fuimos por las cosas y estuvo chingón. Estuvo brutal.

Veo que la gente ya no se fija tanto en géneros de las tocadas. Está muy chido.

Fabián: Veo que cada vez se separa más la gente pensante de la gente cerrada, y está chido. Por ejemplo, en Boris, que estuvimos allí, y nos vimos y todos somos compas, todos vamos a las mismas tocadas, y estaba lleno ese show. Podemos apoderarnos de cosas que verdaderamente pertenecen a la música y no a otras cosas. Si todos nos apoderamos y compartimos, allí podremos tener una escena grande, que pasa en todo el mundo. Que no se quede en el mito. “Aquí había lugares…”

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Chamaz: (con tono de nostalgia sarcástica) “¡Rockotitlán!”

Fabián: Cualquier cuadro está chido, el chiste es la banda y la actitud. Eso está brutal.

He visto que le meten mucho a los visuales y a los videos, igual que el arte del disco. ¿Sienten que necesitan esa parte?

Fabián: Yo creo que la palabra “apocalipsis” viene acompañada de una carga visual e imaginación. Sí, sí es pensado el arte y los videos, es más para presentarnos, “esta es nuestra música y estos somos nosotros”. No necesitas tanto para hacer un video, por ejemplo. Es totalmente actitud y hacerlo. Es nuestro gusto, acompañado de la sociedad de que nos da mucho qué pensar (ríe). Las corporaciones, el sistema.

Chamaz: El pedo visual concreta un mensaje y, ya, sólo lo hace sólido.

¿Hablan en contra de las corporaciones y el sistema?

Fabián: Es la voz de Apocalipsis. Que alerte a la realidad, a lo que está pasando en esta época en la que volteas a ver a donde habían árboles y ya no hay. Esto no es normal. Mi sentir natural es que esto está alterado. Es comunicar y prender algo. Y no tenemos problema de hablar en contra de las instituciones y lo que pensamos que está mal.

¿Piensan que Apocalipsis son fatalistas o tienen una parte propositiva?

Chamaz: Eso tiene que ver con interpretación, dependiendo de quien nos escuche. Es parte de lo que es chido que sea instrumental.

Fabián: Mostramos la realidad. Qué bellos son los animales, qué bello es el bosque, qué bello es el mar; pero cada vez hay menos y está más contaminado. Y no es algo que estemos inventando, está pasando pero nadie lo ve porque solo nos muestran el lado bonito. Es mostrarlo y que su sentir humano lo diga. Si piensan que matar toros está chido, ok, pero no creo que te vaya a gustar Apocalipsis. (ríen).

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Foto: Last.Fm

He visto que tienen muchas colaboraciones en los videos y el arte.

Chamaz: Michelle Garza, una amiga, es cineasta, nos gusta un chingo su chamba y la conocemos desde hace un chingo.

Fabián: Es “true” en lo que piensa y en lo que hace.

Chamaz: Es muy chambeadora y es congruente con lo que piensa y hace.

Fabián: Y también vio nacer a la banda, así que es parte de esto. Aportó, igual que la portada que es el trabajo de Cristian Solís, tatuador, fue igual, ir a hablar, comunicarle lo que queríamos y se dio, lo plasmamos. Fue como ir al templo, al monte y decirle “haz paro” (ríe). El pedo es comunicarte, ya sin Facebook y sin nada, ir a la puerta de su casa o de su estudio, o a su escuela, como era el caso de Michelle; y nos decía “tengo 15 minutos o media hora”. Va, sobres; a darle. De eso se trata, que cada vez sea más. Igual en los shows. Que se haga una red de músicos.

Chamaz: Se siente como un trabajo de unidad.

En el EP, la canción “Delta” sale de su sonido habitual.

Fabián: Teníamos pensado el principio y el final, que eran “Alfa” y “Omega” y pues, dijimos que el tercer track tenía que ser algo fuera de nosotros porque, pues, es “Delta” (risas). Era algo de nosotros, porque es el disco completo en track abierto; lo que hizo Roberto Aramburu, nuestro compa, es el que hizo el remix…

Chamaz: Roberto Aramburu, alias Caco.

Fabián:…tomó fragmentos -una nota o un platillazo o un tom- y lo expandió y lo hizo cachitos. Pero sigue siendo nosotros, es lo que nos gustó. No es como electrónica. Es ecualizar tu oído a otras frecuencias aunque sigue siendo Apocalipsis. Al final, es un EP, no quisimos clavarnos tanto.

Chamaz: Es el principio, el fin y el cambio.

A ver, cuéntenme algo cagado o fuera de lo normal que les haya pasado en una gira.

Chamaz: En Morelia se armó una campal…pero eso no es cagado (todos ríen)

Fabián: En el tour con The Zeta…The Zeta, Bocanegra, El Ahorcado, Akuma, Apocalipsis y Nazareno. Llegábamos con los compas y no podían decir “Mamá, se van a quedar unos amigos”, era “¡Se van a quedar 7 bandas, todos se conocen y están borrachos!” (ríen). Fue cagado porque el Won (de Akuma) nos hizo tamales morelianos, nos consintió.

Chamaz: También, a los de The Zeta se las hicieron de pedo, por tener la palabra “zeta” tatuada…

Fabián: ¡Sí! En Manzanillo, como allá hay otro cártel. En Morelia, tenían tapada la palabra todo el tiempo, y en Manzanillo, ya casi nos íbamos y les dice un güey “¿A poco son zetas?” y le dicen, “¡no! Aquí dice ‘zet’ y un triángulo” y no les creyeron hasta que se subió a la van y nos dijo “¡Vámonos!” (todos ríen).