Adrianigual se cansó de reclamar

Fue sorpresivo. Éxito Mundial (2011, Cazador), segundo disco de Adrianigual, llegó a nuestros oídos como una patada en la cabeza. En él convivía una cruda crítica al consumismo, la posmodernidad, las deudas y la destrucción del entorno; con un viaje, siempre bailable, de libertad, amistad y evasión. Como si el baile y las drogas fuesen la única salida para la presión y la ansiedad que nos aplasta.

—Bailar, para mí, es seguir adelante. Aunque el mundo sea una mierda y todos estén deprimidos a mí no me van a hacer caer. Creo que estoy bastante preparado para luchar y soy sólo un humano más.

Quien habla es Diego Adrián

, mientras trabaja en el sucesor de Éxito Mundial, que estará disponible en 2015. El nombre está claro: el nuevo disco de Adrianigual, luego de casi cuatro años de silencio, se llamará Rap y amor. Así, como el tatuaje de su brazo derecho.

Estás preparando Rap y amor, nuevo disco de Adrianigual, ¿de qué trata?

Rap y amor trata sobre las confusiones mentales y los problemas que causa el superarlas. Esta inspirado en la ansiedad, la angustia y también el pop moderno.

¿A qué te suena Rap y amor?

Suena a las canciones geniales. Suena tecno, pop, latino, entregado y, por supuesto, a rap y amor.

El fondo es blanco y tiene una palabra escrita con color fucsia: llámame. Está hecho en Paint, se ve tan precario como sincero. Sin pretensiones. Ahora, en el video, habla Diego Adrián: «¡Hola amigos! Todos me preguntan, ¿vas a sacar un nuevo disco? Y yo les digo: sí. ¿Y qué onda? ¿Cómo va a sonar? Más o menos así».

Sonríe, como riéndose del silencio de Adrianigual, de las expectativas, de los tiempos con que se mueve la música. Luego se para, baila. La letra de la canción, que podría llamarse «Llámame» o de cualquier forma, dice algo así: «Si vivimos mintiendo hace más de tres años. Debería detenerme, decir la verdad. Ya no soy tan perfecto, ni siquiera me acerco. Que la vida acá, no es tan fácil, no. Y aunque piense todo el tiempo en ti, prefiero olvidar. Mi cabeza grita fuerte: ya no quiero verte más».

Ahora, Diego Adrián, toca la guitarra. La melodía es triste y melancólica. «¿Qué es rap? ¿Qué es el rap y amor? Todo lo que representamos tú y yo. Te cuento, que un día cercano voy a ir nadando cerca de tus sueños. Me alojo ahí en tu memoria, recuerdo la gloria de haber sido tan feliz. Mientras nos llueven misiles, somos tan visibles, pero nos defiende. Que tengo todo lo que quiero, todo lo que quiero es tenerte cerca», canta Adrián, como recordando con nostalgia una vida que se va acabando.

Al parecer Rap y amor es más personal y egocéntrico. Su antecesor, Éxito mundial, se hacía cargo de temas más colectivos. ¿Ha sido difícil liberarse de ese disco?

No tanto, la verdad ya estaba aburrido de cantar las mismas canciones y de escucharme reclamar. Me importan los problemas sociales y las barreras que la gente debe enfrentar para lograr vivir en paz, pero mi vida ha cambiado y, a veces, hay que ocuparse de los problemas propios. Al momento de escribir no me detuve a pensar en ser coherente con las temáticas de mis trabajos anteriores, ésta vez escribí sobre lo que estaba sintiendo y eso tenia más que ver con temas internos.

La búsqueda de las letras de Rap y amor parece ser más sencilla e íntima, ¿se extiende eso a los sonidos? ¿Serán cercanos a un pop más simple y purista?

A veces, para crear algo simple, debes partir por la complejidad y luego ir limpiando hasta encontrar al resultado esperado. Busqué llegar a una síntesis sonora poniendo énfasis en la fluidez melódica. Hay cierta genialidad en la construcción de un hit, pero la mayoría de los músicos alternativos temen a que sus canciones suenen muy comerciales. Si ven que un tema esta tomando ese camino, hacen lo posible por sacarlo de ahí.

¿Falta honestidad ahí?

Fallan y terminan convirtiendo nuestro arte en algo demasiado programado y lejano. A mí me gustan el pop y no puedo más que seguirle el pulso. Esta vez hice lo que me salió mas natural. Dejé que todo me influenciara y después limpié hasta que quedara lo esencial.

¿Estás constantemente escribiendo? ¿Tienes algún tipo de inspiración literaria o es algo más personal?

Tengo etapas en que escribo todo el día. Para Rap y amor hice, no sé, unos cien poemas y letras que finalmente no ocupe. Decidí que era mejor empezar desde cero, pero el haber escrito todos esos textos me llevó a tener una idea muy clara sobre qué era lo que quería expresar. Me interesa la poesía, siempre leo a diferentes escritores que me gustan por sus temas o por su prosa: Rodrigo Lira, Enrique Lihn, Francisco Ide, Gabriela Mistral y Violeta Parra, madre de Chile. También soy fan de las letras de otros músicos, creo que antes de escuchar una canción leo la letra. Eso es la esencia real del mensaje artístico, si no tienes una letra no tienes nada. Cualquiera puede hacer una melodía buena y armar una canción, pero no todos pueden escribir una letra que te haga emocionar o empatizar.

Álex Anwandter es el productor de Rap y amor, ¿cómo ha sido trabajar con él por tercera vez consecutiva?

Álex ha acompañado mi proyecto desde el comienzo, conoce mi proceso. Es exigente y ordenado al momento de trabajar. Me saca el jugo y me aterriza, lo que me sirve mucho porque soy muy disperso. Al final, siempre aprendo cientos de cosas nuevas. Le estoy muy agradecido.

Háblame del primer single de Rap y amor.

Me habría encantado lanzarlo este mes, pero se nos vino el tiempo encima. Finalmente aparecerá en marzo. Tiene una onda popera y bastante simple en lo rítmico. La melodía es nostálgica y la letra es mas bien íntima. Es romántica.

Hay una vocación bailable irrenunciable en Adrianigual, ¿cuándo notaste que esa era la música que querías hacer?

Siento la música como una asociación directa al movimiento. Creo que toda la música es bailable, por muy lenta que ésta sea. Sé que a algunos les gusta sentarse y escuchar, pero yo me paro y me pongo a bailar. En mi casa nunca hubo un instrumento musical, pero si había un espejo de cuerpo entero, una radio y muchos discos de Madonna. Ahí está, creo yo.

¿Qué esperas de Rap y amor?

Hacer un disco hermoso, que la gente lo pueda cantar y bailar. Una meta bastante alta. Ahhh, y comprarme un Porsche.

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«El reggaetón, el fútbol, el sexo en exceso y las dos mentes más exacerbadas de Santiago de Chile», dice la descripción en YouTube del video de la canción «Maracanaso». Ahí, Adrianigual y Planta Carnívora le cantan a nuestro Maracanaso: ese perfecto día en que la Selección Chilena de fútbol le ganó 2-0 a España en Río de Janeiro y eliminó al campeón vigente.

¿De dónde nace la idea de hacer «Maracanaso» con Planta Carnívora?

Con Planta Carnívora nos presentaron unos amigos, nos juntamos e hicimos una improvisación. Nos quedó fome, así que no la mostramos. Después lo intentamos nuevamente y nos pusimos como meta subirla a internet. Fue una especie de ejercicio de producción que nos sirvió mucho. La Planta es muy inteligente y tiene unas visión muy particular de la sociedad, es muy entretenido trabajar con ella. Ahora somos más amigos y estamos haciendo otro tema que, de seguro, muy pronto regalaremos por internet.

«El Rey de Santiago. Diego Adrián. D.A. Medio millón de visitas en YouTube», dice Planta Carnívora al inicio de «Maracanaso». ¿Eres fan del reggaet de Rap y amorpegote ye, electroeón?

Me encanta el reggaetón en español, es bailable, electrónico, latino, pegote y hitero. Ufff, hay mucho que aprender. La gente a veces tiene problemas con las letras, pero para disfrutarlo hay que sacarse los prejuicios.

¿Algún exponente del género que te guste más?

Me gusta Arcángel y Chencho de Plan B, el mejor cantante. Todo Pina Records. Baby Rasta & Gringo. También, la Tomasa del Real.