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Música

“Tu hijo es una bala”: lecciones a posteriori con Los Tigres del Norte

El Haragán ya lo había dicho en “Él no lo mató”, pero Los Tigres del Norte, quienes no habían sacado disco desde hace cuatro años, nos vienen a recordar lo importante que es cuidar a los niños y lo fácil que es echarle la culpa a los matones y los factore

Detrás de cada gran fortuna hay un crimen.

Balzac

Dicen que la familia es uno de los grandes tesoros, la máxima fortuna y patrimonio que se tiene. Sin embargo, ante el desconcierto de decisiones mal asumidas por los padres, habría que señalar que se necesita ser inocente en exceso para asumir que el peligro no existe en el seno familiar, más aún cuando detrás de él hay bonanza financiera, de cualquier tipo: llámese una tiendita, dueño de una cadena de restaurantes o un grupo de música vernácula. Sobre todo esto último.

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Los Tigres del Norte nunca han sido unos grandes maestros de las figuras retóricas, pero sí unas leyendas vivientes del cotidiano mexicano, sobre todo ese que se raja el lomo en la frontera, a costa de sudor, lágrimas y mucha sangre. La tragedia del mojado pocas veces ha encontrado un eco tan fiel como el de las letras de los autores de “Contrabando y traición”, “La Puerta Negra” o “Jefe de Jefes”.

Sin embargo, el tiempo no acaricia, y a decir verdad más de 30 años de trayectoria artística han hecho mella en las letras de Los Tigres del Norte, quienes suenan no sólo repetitivos y poco ingeniosos, sino que de unos diez años a la fecha platican la canción sin lugar a la metáfora o la alegoría. Sencillamente han contado historias cada vez más claras e ilustraditas. Pero sus videos siguen siendo la cábula del humor involuntario. Así lo podemos comprobar en el clip del primer sencillo de su más reciente material, que como combo matador tiene la dirección de Sergio Arau (sí, el de Botellita de Jerez), con una estética de superposiciones de lo narrado con la banda tocando, como si de una edición de los ochenta se tratara (Odisea Burbujas puede verse más moderno en ciertas partes). “La bala” narra de forma trágica (¿hay otra?) las pendejadas de un papá cariñoso pero desentendido de la realidad de su retoño de 18 años, quien ante la etapa del cambio y los intentos materiales del padre por ser su amigo, aprovecha para amasar un arsenal de armas .

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La analogía de “la bala perdida” y una bala perdida real de la mafia son contadas de forma ilustradita sin lugar a la duda o la interpretación, tanto en la canción como en el video, aunque el poster del cuarto del niño que dice LOVE, palabra conformada por metralletas debió haber sido una pista para el papá.

"7 años tenía el niño del que les vengo a cantar(…), mi hijo de 18 años se empezó a descarrilar, su promedio era muy bajo, grosero con su mamá, cerraba el cuarto con llave disque su privacidad, pero de armas en mi casa, él ocultaba un arsenal (… cosas raras me callaba con tal yo de ser su amigo, y por no verlo enojado le cumplía cualquier capricho, y se llegó el final (…)".

El Haragán ya lo había dicho en “Él no lo mató”, pero Los Tigres del Norte, quienes no habían sacado disco desde hace cuatro años, nos vienen a recordar lo importante que es cuidar a los niños y lo fácil que es echarle la culpa a los matones y los factores externos. ¿Problemas con la retención del mensaje?

Sergio Arau nos facilita la tarea: ¡Denuncia!