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Música

Shortcitos cacheteros vs. the world

A pesar del tsunami del primer día del Corona Capital, muchas valientes se atrevieron a desafiar a la naturaleza.

Por alguna razón desconocida, la palabra “festival” viene con cierta idea veraniega implícita. Hombres en tank tops fosforescentes y mujeres en shortcitos cacheteros, lentes de sol, sombreros, coronas de flores y trajes de baño. Nunca nadie en el mundo se imagina a sí mismo disfrazado de leñador que acaba de destazar a un venado a la mitad de un bosque lodoso. Y tampoco es raro encontrarse en medio de un festival lodoso envuelto en una vestimenta completamente fuera de contexto. No hay nada de malo en ello, de hecho los festivales son para eso, para celebrar lo que sea que tu mentecita torcida tenga que celebrar durante un par de días de catarsis.

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El público del Corona Capital no es el más excéntrico en sus atuendos (miren a los lunáticos del Mayhem Festival o a los juggalos) pero sí es muy conservador en cuanto a las raíces de sus tendencias Woodstock-Coachella-Vive Latino. Y siempre resulta bien, hasta que este año cayó una tormenta eléctrica que complicó la existencia playera de muchos necios de convicciones duras. El patrón consistente fueron los shorts. A pesar del tsunami del primer día, muchas valientes se atrevieron a desafiar a la naturaleza.