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Música

Un mes de punk con Viruela y sus breves minutos de rabia

¿Antes había muchas bandas que duraban un mes? Una breve historia (con todo y un registro grabado) de este trío de punk que duró menos que el verano 2016.

El punk, como expresión musical, no conoce fronteras. Hay una nueva camada de chicas y chicos para la que no importan las nacionalidades y el sexo, donde están presentes las maneras de conectar uno con el otro haciendo uso del correo postal y las redes sociales para intercambiar demo tapes, playeras y vinilos. Igualmente es más sencillo formar una banda, grabar, subir a Internet canciones, editarlas en algún formato, organizar una gira, contactar a las personas idóneas que estén envueltas en lo mismo, salir a la carretera y tocar por distintas partes del planeta.

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Todo esto ocurre en las entrañas del punk mexicano, movimiento al que se han ido sumando más chicas, integrando bandas y apoderándose de los espacios que les permite gritar lo que sienten. Grupos como Riña, Cremalleras, Especie Fallida, Olvido o Anti Sex lo han venido haciendo; sin embargo, Viruela, un conjunto que igualmente sobresale por tener dos chicas al frente, se escucha fuertemente influenciado por bandas ochenteras de hardcore y punk. Viruela se formó el verano de este año después de que hicieron amistad Lisa y Alexandra en las tocadas y fiestas que hay en la ciudad. Lamentablemente su existencia solo duró un mes, periodo en el cual tuvieron tres shows en la CDMX.

“Teníamos ganas de hacer las cosas, y aunque sabíamos que nos íbamos a separar muy rápido por nuestras ondas de que somos bien nómadas, preferimos dejar algo grabado a no tener nada”, comentaron los integrantes del grupo respecto al mes en el que dedicaron todo su tiempo a la banda.

Viruela estuvo integrado por Alexandra en el bajo y voz; Lisa en la guitarra y la otra voz; y Patricio en la batería, quien jamás había tocado punk, pero siendo un viejo amigo de la bajista, complementó la fugaz alineación, demostrando que los muros y distancia no son un pretexto para hacer lo que se convierte en una pasión.

La grabación de su self titled estuvo a cargo de Doomsday Records en el mes de julio, mientras que la masterización la realizó Lenin Rojo (Mula Terca Records).

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"Todo fluyó bien cabrón, fue fácil hacer algo juntos", explica Alexandra. “Pudimos hacer todo en poco tiempo; le apodamos ‘la misión suicida’ y hasta Yair (Doomsday Records) se prendió para ayudarnos a hacer la grabación”.

Lo que hizo Viruela fue conseguir una casa prestada donde durmieron, despertaron temprano a desayunar chilaquiles y tamales, para posteriormente ensayar lo mejor posible las canciones y grabarlas al tercer o cuarto intento en un solo día.

“Grabamos todos los instrumentos juntos. Obvio también nos prestaron los amplificadores y la batería, que esa era la de nuestros compitas Olvido. De un jalón hicimos eso y a día siguiente grabamos las voces en el cuarto de la Santa María la Ribera donde vivía acá en la ciudad”, recuerda Alexandra, quien después de esto regresó a Mazatlán, Sinaloa, ya que la vida en la ciudad es muy demandante.

Lisa hizo lo mismo, pero ella volvió a su natal Quebec, en el país de Canadá para ahorrar dinero y ver a su familia después de ocho meses. No obstante, Viruela, comentan sus integrantes, no está muerto, sino que permanecen en una especie de standby.

“Si Lisa llega a bajar para el tour que se tiene planeado con Olvido en el verano del próximo año, me iré a la Ciudad de México antes para sacar más rolas con Patricio, grabarlas y así ya irnos bien listos. Pero a ver qué pasa. Es algo que todos queremos: irnos a tocar por el país, cotorrear y visitar compas”.

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Así es como sus tres integrantes pudieron realizar sus aproximados siete e intensos minutos que dura el self titled. Los cinco temas que lo componen y se cantan tanto en inglés como en español, parecen expresar lo que cualquier persona amaestrada a una ciudad gigantesca –como lo es Chilangoland– siente, descubriendo entre empujones en el transporte público y carterazos: lo que implica es vivir en esta pocilga maloliente que nos absorbe, a la cual rápidamente se le ama y odia al mismo tiempo. Su canción "Escape" expresa: “Estoy harta de esta ciudad, ¡ME COME VIVA!”. "Paranoid", que abre la grabación, quizás trate ciertas dudas y el miedo que se tiene, mientras se intenta ir tranquilo y soñando por las calles de la ciudad, dándose cuenta de que en realidad, todos parecen ir a otro ritmo, a la defensiva, transando y avanzando, haciendo que uno se genere muchas dudas dentro de la cabeza. El tema más frenético y que funge como una válvula de escape es "Mierda".

"Gettin’ home" refleja ese sentir de cualquier mujer yendo y viniendo de casa en esta metrópoli gris y misógina, donde lo más nefasto es tener que soportar todas las sandeces que les gritan a los cuatro vientos. Y el último tema, "Never enough", es otro rugido femenino, en el cual, dentro de la escena punk del país, las mujeres de a poco se han ido estableciendo en un núcleo que solía ser dominado por el sexo masculino.

Respecto a las temáticas de las canciones, Alexandra comenta:

“Las rolas hablan sobre nuestra inestabilidad emocional, como le dije alguna vez a Lisa. Tratan del delirio de persecución, la ansiedad, de querer escapar e irte de donde estás; sobre todo de ser mujer y sentir que nunca eres lo suficientemente ‘algo’: bonita, talentosa, buena, etcétera… También van sobre el acoso sexual callejero y de responder contra eso, siendo fuerte y no dejar que te chinguen”.

Y sobre su composición dijo:

“Algunos riffs son míos y otros de Lisa, quien anteriormente ya había tenido algunas bandas de punk en su país (Malokio y Deadwife). Yo también ya había tocado antes en una llamada Synesthesia. Patricio, aun cuando no está acostumbrado a tocar punk, agarró rápido el rollo y la batería de volada sentimos que se escuchó bien amarrada. Lisa y yo primero nos juntábamos a sacar ideas, para ya después ensayar los tres y que Patricio se acoplara a las ideas que traíamos”.

Viruela no solo es una agrupación pasajera de tres acordes que no se sabe qué pasará con ella en un futuro. Viruela demuestra que hacer música con una especie de deadline se disfruta igual o más, sin sentir un compromiso por completo, y como sea logrando dejar un registro en las nuevas bandas de punk que están formándose en México. El grupo simplemente es un canto de rabia para las chicas y un ejemplo de hacer bien las cosas para todos –aunque parezca que hayan sido muy rápidas–. Solo queda esperar a que el tiempo y los compromisos se vuelvan a alinear para Lisa que se dedica a hacer ilustraciones y cómics, Alexandra que es estilista y Patricio que está por recibirse como maestro. Por lo pronto su self titled en los meses que vienen será editado por Runstate Tapes de Canadá, y posiblemente también habrá una edición europea.