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Música

¿Qué tienen Kandinsky y el breakdance en común?

La respuesta está en "Pathfinder".

“El bailarín imagina líneas, patrones o procesos abstractos para improvisar una interpretación física de los mismos”, explica princeMio labs, que desarrolló la obra en colaboración con onformative studio, “la intención de Pathfinder es formar parte de este proceso, mediante la generación ininterrumpida de formas geométricas para inspirar al bailarín”. Aunque los coreógrafos pueden ajustar diferentes variables del algoritmo, incluyendo la velocidad y la complejidad geométrica, no pueden definir las imágenes específicas. Puesto que Pathfinder genera formas de acuerdo con los ajustes determinados por el coreógrafo, los bailarines interpretan y traducen simultáneamente el resultado visual

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Para el desarrollo de la herramienta, el equipo de princeMio labs necesitó considerar las formas que podrían convertirse en “objetos virtuales” y las formas de transformación que podían llevar a cabo. Al mismo tiempo, tuvieron que encontrar un lenguaje gráfico que ofreciera un equilibro delicado entre lo abstracto y lo concreto. Si el resultado visual era demasiado concreto, los bailarines imitarían las formas en lugar de interpretarlas; mientras que si eran demasiado abstractas, los bailarines no serían capaces de conectar sus movimientos con ellas.

Una vez los equipos hubieron decidido los gráficos basándose en el trabajo de Kandinsky, desarrollaron un algoritmo que pudiera generar “transiciones lógicas” para que las formas geométricas pudieran formarse de forma fluida como lo hace la forma cambiante del cuerpo de un bailarín. “La complejidad de Pathfinder no se explica por sus formas elementales, sino por las incontables posibilidades de transición que presentan”, añadió princeMio.

El coreógrafo y codificador Christian Mio Loclair fundó princeMio labs para explorar la división entre los dos mundos y construir un puente entre ellos. “Pathfinder constituye un enfoque experimental para investigar nuevas formas de comunicación dentro del proceso creativo de la coreografía, substituyendo el habla y el espectáculo”, explica. Además, al observar experimentos con bailarines reales, él y su equipo vieron el potencial de Pathfinder para innovar la improvisación: en lugar de volver a los hábitos y movimientos aprendidos, los bailarines se inspiraban para romper con la “redundancia creativa”, para hacer ajustes y abrir nuevos caminos.

Loclair espera que el experimento inspiré más creatividad y resultados espontáneos: "Me gustaría ver cómo más tecnólogos creativos asumen las responsabilidades de la coreografía, aplicando sus visiones del arte y la tecnología al baile y al teatro físico".