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Música

Perreando con Jesús: Hablamos con la profesora que hizo la versión cristiana de “El Taxi”

Esta profesora colombiana estaba en desacuerdo de que sus alumnos cantaran “Me lo paró”, y creó una nueva versión titulada “El Cristo”.

Jesús pidiendo “El Taxi”. Foto tomada de Jesus Everywhere

Cuando en el 2014 Osmani García y Pitbull tomaron el riddim de “Murder She Wrote” de los jamaiquinos Chaka Demus & Pliers, crearon una bestia que durante meses sonó en todas las radios del Universo sin parar. A lo largo del 2014 y 2015, básicamente sólo hubo cuatro canciones "El Taxi", “Ginza” de J Balvin, “Can't Feel My Face” de The Weeknd y “Sorry” de Justin Bieber. Y justo cuando pensamos que nos habíamos liberado de este pecaminoso tema con el nuevo año, Internet lo resucitó, y de igual manera que Jesús convirtió en agua el vino, nos lo trajo convertido en bálsamo para el alma. ¡Así es, hermanos! Gracias a Diana Granados, profesora del colegio laico Jorge Eliecer Gaitán Ayala de Villavicencio, Colombia, “El Taxi” fue purificado, redimido y rebautizado como “El Cristo”. ¡Libre de pecado!

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Desde la secretaría del colegio, Diana, que nació en Tabio, Cundinamarca, cuenta que la idea surgió el año pasado mientras dictaba clase de música a uno de sus cursos de sexto. Cuando escribía en el tablero, de espaldas a sus muchachos, notó que estos prepubertos cantaban “me lo paró”. Algo sorprendida, les preguntó que si les gustaba esa canción, y como era de esperarse, todos dijeron que sí. Entonces Diana, quien también toca guitarra, piano, flauta y canta, les propuso que tomaran el sabroso ritmo de “El Taxi” y le cambiaran la letra para que hablara de valores.

La siguiente semana, vaya sorpresa, uno de los niños de la clase llegó con una versión libre de pecado. “Organicé la canción de modo que rítmica y métricamente quedara lo más parecida posible a la versión original, para que así los niños tuvieran un punto de referencia y se la aprendieran más fácil. Fue una cuestión pedagógica musical, pero me tocó aprenderme la versión oficial, ya sabes, la versión grosera… y me costó mucho adaptarla a la versión de mi estudiante”, cuenta Diana por el teléfono.

“El Cristo”, pues, mantiene el bajo jamaiquino de la versión original, pero le mete una letra purificadora escrita por un entusiasta cristiano de doce años. Al respecto de esto, hablamos con Diana, quien a propósito tiene una voz muy dulce y se ríe con ganas.

NOISEY: ¿Por qué considera que “El Taxi” es una canción grosera?
Diana Granados: Tu sabes que a esa edad los chicos están en la preadolescencia y desarrollan curiosidad por el sexo. Entonces imagínate a esos niños cantando “me lo paró”, todos felices y haciendo señas con la mano. Para mí es doloroso ver que un chico de diez o una niña de doce años estén cantando una canción de esas. Me parece terrible, porque a veces ni entienden el significado profundo de esas letras. Además estamos bombardeados por el reggaetón, el vallenato, las rancheras, la norteña, y los chicos como que no salen de ese círculo. El objetivo de esta actividad pedagógica era hacerles ver que ellos también podían crear a partir de algo que les gustara. Después, muchos chicos del colegio cogieron el gusto por cambiarle las letras a las canciones, pero no sólo para hablar de temas religiosos, también para cantar cosas chistosas o relacionadas con el medio ambiente.

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En vista de todo el auge de esta música, ¿usted cree que eso afecta la mente o el desarrollo de los niños?
Como docente opino que hay más. En estos últimos tiempos musicales hemos sido limitados a un solo género, que es el reggaetón. Me gusta el ritmo porque uno sin darse cuenta está moviendo el pie; además somos latinos y eso se lleva en la sangre. Pero sí limita a los chicos y los sexualiza desde muy pequeños. Luego nos quejamos del embarazo adolescente y nos preguntamos el porqué de las relaciones sexuales prematuras. Vivimos en un ambiente erotizado. Con mi esposo, que también es docente de música, hemos hablado de que realmente sería bueno empezar una cruzada para hablar con las emisoras y que le pidan a los cantantes de reggaetón que limiten el uso de palabras explícitamente sexuales; de pronto cuidar las letras o volver a ese romanticismo, que es lo que de verdad se necesita. Los chicos de hoy no saben lo qué es la conquista. De una piensan en sexo sin saber que al sexo se puede llegar por el amor.

¿Y cómo va la cruzada?
Mi esposo está en otro colegio y queremos sacar más canciones con textos cambiados, pero el tema de plagio nos complica la cosa. Hemos notado que los chicos se dan cuenta que pueden bailar sin tanta morbosidad y ya saben que hay otros ritmos como la salsa, el merengue o el mismo porro colombiano. Las niñas entienden que no quieren ser miradas con ojos de sexualidad y eso me lo dicen ellas mismas.

¿Cuál cree usted que es la parte más lasciva de “El Taxi”?
Me pasó que los chicos me preguntaban que qué significa “se vino” y me parece que esas cosas les dañan la mente. Cuando cantan “me lo paró”, ya todo el mundo piensa en ese doble sentido y yo quisiera que la mente de los chicos se pudiera preservar un poquito más en esa niñez inocente, sin tanta vulgaridad. No es puritanismo. Lo que pasa es que yo crecí en un tiempo bonito, donde había romanticismo y eso es bello. No podemos dejar perder los valores.

¿A usted le gusta perrear?
No, a mí me gusta la zumba, que a veces usa cosas del reggaetón. Beto López enseña con propiedad y hace bonito el reggaetón. Así como para el fitness, ese género me parece encantador.

¿Entonces le cae bien Beto López?
Para mí es un modelo por su historia. Él llegó a Estados Unidos y sólo sabía decir tres palabras en inglés. Así vendió su idea y se hizo famoso en todo el mundo. Yo viví 15 años en Italia y me daba orgullo como colombiana ver cómo dictaba cursos frente a cientos de personas.

¿Y qué opina del escándalo que tuvo con ese video sexual?
Realmente la intimidad debe quedar en la intimidad. Lamentablemente con tanta tecnología la gente busca más placer viendo que haciendo. El placer está en la mente. Si alguien hace una filmación de las cosas íntimas corre el riesgo de que salga a la luz. Pienso que a la Negra Candela le faltó ética, porque no pueden hacer que un programa se haga famoso dañando la integridad de otra persona, eso se paga caro. *** Así es que, ya lo saben, amigos. Ahora también podemos perrear en nombre del Señor. ¡Amén!