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Música

Suerte de principiantes: una entrevista con Trementina

Estrenamos en exclusiva el nuevo video de la banda chilena de shoegaze, y además platicamos con sobre su corta pero fortuita historia.

Foto tomada del Facebook de la banda.

¿Cuáles son las probabilidades de que una banda que empezó como un juego, unos meses después esté dando una gira en Japón? ¿Una entre mil? ¿O tal vez más de las que imaginamos? La realidad es que Trementina comenzó con un grupo de vatos de Valdivia (un pueblo pequeño al sur de Chile) que, aburridos de escuchar las mismas cosas, decidieron crear música muy ruidosa con el único fin de combatir el aburrimiento. Sin embargo, a menos de un mes de haber subido su contenido a Soundcloud y sin que ellos realmente tuvieran una idea de lo que estaban haciendo, el dueño del sello Vinyl Junkie los contactó para ofrecerles una gira hasta el otro lado del mundo, y publicar su primer álbum. Dos años después Vanessa (voz), Cristóbal (guitarra), Lucas (bajo) y Simón (batería) ya tiene publicado un mini disco y acaban de terminar su segundo material, el cual será publicado a principios del 2016.

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Asombrada por la rapidez en la que se conformó la banda y su estilo tan despreocupado, decidí contactarlos para preguntarles sobre su crecimiento acelerado, sus guitarras y bajos violentos, el proceso de creación de su música, los gifs sobre su viaje a Japón y todo lo que se necesita saber sobre una agrupación nueva creada de manera express. Después de tomar té con Cristóbal, Vanessa y Simón vía Skype (Lucas no estuvo presente), el cuarteto decidió dejarnos publicar en exclusiva su nuevo video para “Distress”, un clip que satura la vista con un collage de imágenes que se siente como fragmentos extraídos del cerebro de alguien que vio mucha tele en los 90, mientras que suena su shoegaze de ensueño en el fondo. Disuelvan sus pensamientos un rato entre montañas rusas, explosiones grises, gatos, labios y todo lo demás que podrías haber encontrado mientras cambiabas el canal de televisión de la casa de tu abuela cuando eras niño con lo que hay aquí abajo.

NOISEY: Trementina se convirtió en una banda sin que ustedes lo planearan, es decir, tocaban por gusto y gracias al internet de pronto todo comenzó hacerse grande. ¿Cómo fue ese proceso de ser una banda por diversión a pasar a hacer algo más en serio?
Cristóbal: Nosotros venimos de un pueblo de Chile que queda al sur —hablo de Valdivia, un lugar donde llueve mucho y no hay mucho que hacer. Y yo, junto con Lucas, un día que estábamos aburridos decidimos ponernos hacer música que acá en Chile no íbamos a escuchar. Se nos ocurrió grabar unas canciones. Luego le pedimos a Vane que nos ayudara a ponerle voz a las canciones. Vane no quería, pero la convencimos.

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Vane: Me engañaron, yo no quería tener una banda. Me dijeron que era una cosa para internet y ya. Qué va, ve en lo que se convirtió [ríe].

Cristóbal: Sí, pues realmente no sabíamos qué iba a pasar, pero luego que subimos los primeros tracks a internet, nos habló un japonés llamado Minami Kouichi, que luego nos enteramos que era el dueño de Vinyl Junkie, un sello japonés que se encarga de editar bandas de Estados Unidos e Inglaterra. Total que nos ofreció grabar un mini disco (en Japón no salen EPs) con ocho o nueve temas. De ahí fue que nos hicimos una banda.

Vane: Sí, nos tuvimos que empezar a tomar las cosas más en serio. Fue hasta que nos dimos cuenta que la cosa iba a ser más grande que empezamos a pensar cómo íbamos a sonar, cuál iba a ser nuestro discurso y todo eso… la verdad todo fue demasiado rápido.

¿Cuánto tiempo hubo entre el proceso de subir las canciones a internet y que la disquera los contactara?
Vane: Un mes, más o menos. ¿Dos semanas? No sé, pero fue muy rápido.

Cristóbal: Pero también con la música que subimos a internet la gente acá en Santiago nos empezó a escuchar e invitar a conciertos y todo. Por eso ahora, ya que estamos más conformados, todos decidimos dejar Valdivia y venirnos para Santiago.

Ahora, después del éxito de sus primeros dos mini discos, Brilliant Noise y Almost Reach The Sun, tengo entendido que tienen planeado sacar un disco mucho más en forma. ¿Cómo va eso? ¿Fue diferente el proceso?
Cristóbal: Sí, ya está armado, pero va a salir hasta el próximo año, así lo tenemos planeado. Ahora, sobre la cuestión de grabación, la verdad es que nosotros no necesitamos un estudio o gente que nos esté ayudando; lo que nos gusta es hacerlo todo desde cero por nuestra cuenta. Incluso aprendimos a grabar solos. Nos gusta el DYI (Do it yourself).

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Vane: La verdad es que el primer paso fue acoplarnos, darnos cuenta cómo nos gusta sonar, y aprendernos nuestras mañas, saber coordinarnos. Las primeras canciones eran más de Cristóbal; en este segundo material que va a salir ya es algo hecho mucho más en conjunto.

Simón: Yo creo que eso se nos facilitó gracias a que ahora vivimos en la misma casa, entonces siempre estamos ensayando y conviviendo. Pero la pasamos bien tocando.

¿Cómo creen que ha evolucionado su sonido entre el primer material que sacaron y este nuevo material que va a salir? ¿Qué aprendieron?
Simón: De entrada aprendimos todo, la verdad es que no sabíamos nada [ríe].

Cristóbal: No sabíamos tocar en vivo, no sabíamos cómo manejar las cosas de sonido. Como nosotros no sabemos mucho de los procesos en estudio y cosas así, hemos inventado nuestra propia técnica de grabación. La verdad es que sí hay un cambio entre el primero y el segundo material. El sonido está mucho más trabajado. Se siente la diferencia entre las canciones; los primeros tracks eran mucho más simples, este segundo disco ya tiene mucho más capas de sonido. Se nota una evolución, pero más que eso, se nota que como banda ya hemos encontrado nuestro sonido.

Vane: Sí, en el primer mini disco la verdad es que todo es un popurrí de influencias, algo así como un experimento de a qué queríamos sonar. En este nuevo material el sonido ya es nuestro. Ya sabemos lo que queremos y lo que no.

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Foto tomada del Facebook de la banda.

Si dicen que no sabían tocar en vivo, entonces seguramente tienen alguna anécdota desastrosa sobre este tema…
Cristóbal: ¡Sí! Nos pasó algo horrible en la primera presentación que tuvimos aquí en Santiago. Nos mandaron un mail así de “Vengan a tocar, es una cosa que hace el gobierno cada año para descubrir nuevas bandas, va a ser en un anfiteatro enorme”. Aceptamos. La cosa es que nosotros no teníamos idea de cómo hacer las pruebas de sonido en un lugar tan grande, entonces llegamos, subimos el volumen de los amplificadores y el sonidista nos empezó a decir “Eso está muy fuerte, hay que bajarlo”. Nosotros como en esa época éramos muy inocentes en ese aspecto, cedimos. Bajamos el sonido. Y fue un asco.

Vane: No nos escuchábamos, no nos podíamos acoplar. La guitarra no sonaba, mi voz sonaba chillante constante, no había cambio. La verdad es que la gente aquí en Chile, sobre todo los sonidistas, no entienden muy bien que esto tiene que sonar como una masa. Es un sonido fuerte y muy distorsionado. Nos ha costado trabajo explicarles a los encargados del sonido que así, con sonido sucio, es como nos gusta tocar.

Y justo después de lanzar su primer mini disco se fueron a Japón. ¿Cómo les fue allá?
Vane: Allá es otro planeta, todo demasiado profesional. Las pruebas de sonido duraban cinco minutos y todo sonaba como tú querías y hasta mejor. Allá los equipos, las luces y todo es demasiado pro.

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Cristóbal: Nos fue muy bien, dimos cuatro shows y anduvimos en una camioneta por Japón. Fuimos teloneros de Astrobrite, una banda que pega mucho allá en Japón. Son increíbles. Lo que nos sorprendió un poco al principio es que a pesar de no ser la banda principal, la gente nos pedía autógrafos y nos regalaban cosas. Resultaron ser re fans de lo que hacemos.

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¿Qué les regalaban?
Vane: Comida, todo recién cocinada. Delicioso.

Cristóbal: También un fan fue a vernos la primera vez que tocamos en Tokio y luego, al día siguiente que también teníamos fecha, fue a vernos y nos buscó para regalarnos las fotos que nos había tomado.

Simón: También nos regalaron muchos discos. La verdad es que Japón nos sirvió un poco para consolidarnos, escuchamos cosas bien diferentes allá, eso nos ayudó.

Estuve viendo su blog y tienen unos gifs increíbles de Japón, además de una serie de imágenes bastante divertidas. ¿Quién armó eso durante el viaje?
Vane: Todo partió porque vivimos con otro chico que es publicista. Y en una ocasión que tocamos rompimos una guitarra y él hizo un gif de eso y nos encantó. Luego nos empezó hacer gifs de todo lo que pasaba en nuestros shows. Lucas tomó esa misma idea y armó algunos para el viaje. Ya se nos quedó eso de hacer gifs para todo [ríe].

En su primer mini disco, su música es en inglés, y al parecer han mantenido este formato. ¿Por qué deciden hacerlo así?
Cristóbal: Sí, lo vamos a mantener así por un tema de proyección. Cuando nosotros empezamos con esto era un juego y nos gustaba cómo sonaba en inglés. Luego nos dimos cuenta que nuestra proyección como banda es hacia fuera de Chile, entonces es mucho más fácil lograr conexión con el público externo cuando las letras son en ese idioma.

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Lanzaron un video para “Fall Into Your Bed” hace poco que marea bastante, ¿el nuevo video que están estrenando con nosotros va por la misma línea?

[Ríen]

Cristóbal: ¡Sí! La verdad es que sí marea un poco. Pues digamos que van a ser un poco parecidos en la cuestión de que salen a partir de esta idea de DIY. Con el de “Fall Into Your Bed” sucedió que un día, mientras ensayábamos, otro de nuestros rommies (Vincent) empezó a tomarnos fotos y con esa secuencia de fotos loquísimas armó un video. El próximo video para la canción de “Distress” va a funcionar de la misma manera, todo hecho por nosotros. Digamos que son cosas hechas en casa.

Vane: En general, nuestra idea de hacer estos videos, me refiero tanto al que ya viste como al nuevo que vamos a estrena, tienen el único propósito de renovar este tipo de música, hacer del género algo mucho más juvenil. La verdad es que este tipo de música muy difícilmente lo escuchas a los 16, 17 años. Nuestra intención va un poco por ahí: acercarnos a la gente más joven por medio de nuestros videos y redes sociales para que nos escuchen y sientan nuestra alegría, juventud y poder. Pero al mismo tiempo queremos todo relajado. Nada rockstar.

¿Qué es lo que más les ha costado como banda en Chile?
Vane: Que nos tomen en serio. La verdad es que empezamos muy jóvenes. La gente era muy condescendiente con nuestro trabajo, la mayoría de las personas piensan que no podemos hacerlo bien. En una ocasión tuvimos la oportunidad de grabar en un estudio y la gente que estaba ahí, en vez de ayudarnos a crear nuestro sonido, nos empezó a darnos instrucciones sobre cómo deberíamos de sonar. Según ellos nosotros no teníamos idea de lo que queríamos porque éramos muy jóvenes. En general son ese tipo de cosas, ese tipo de actitudes son las que más nos ha costado eliminar.

Simón: También nos ha costado encajar en la escena. Acá todo es por conexiones entre amigos. Las tocadas son así, entre la gente que se conocen.

¿Qué sigue para Trementina?
Cristóbal: Vamos a seguir tocando y preparanos para el lanzamiento de este nuevo disco. ¡También vamos a ir a México en febrero, tienen que ir a vernos!