Desde los primitivos comienzos de la televisión, la humanidad se ha hecho una y otra vez la misma pregunta: ¿qué pasaría si a nuestros programas favoritos –hechos con cincuenta centavos–, se les metiera un chingo de varo? Imagina lo increíble que habría sido Club Nintendo, con gráficas muy, muy, estúpidamente perras. Que en Chiquilladas, Carlitos Espejel hubiera podido volar como el verdadero Drácula o que El mundo de Beakman se hubiese grabado en un laboratorio de la NASA, con pingüinos de verdad. Habrían sido los MEJORES programas en la historia.
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Desafortunadamente, no todas las buenas ideas se quedan en “presupuestos independientes”. Digo desafortunadamente, porque la mayoría de los artistas de nuestros tiempos pierden la cordura cuando están frente a una montaña de dinero. El hecho de que no existan límites presupuestales, que obliguen a los creativos permanecer en el mundo de lo tangible, los conducen a romper los límites de la razón.Este es el caso de Grimes, que alguna vez con solo con una cámara de 35 mm y un presupuesto mísero, grabó “Oblivion”. Un video donde el absurdo –en el buen sentido– mundo Grimes, se injerta en el aún más absurdo –en el mal sentido– mundo de los deportes norteamericanos.Pero todo empeoró: hace unos días Grimes estrenó el video para “Go” una rola que compuso para Rihanna y le fue rebotada –en estos momentos creo que entendemos la decisión–. El video es la muestra innegable de que a esta morra se le soltaron las cabras, una especie de cuento donde ella es una princesa de Disney y gobierna otro planeta. Acá un extenso análisis de esta obra, casi tan conceptual como Stalker de Tarkovsky.
De entrada la canción saca de pedo. Es una mezcla rara entre Skrillex, Pablito Mix y Mariah Carey. Cero Grimes.Entonces nos vinieron estas preguntas y observaciones IMPORTANTÍSIMAS:
1. ¿Quiénes son estas tres misteriosas doncellas de plata que bailan “La Macarena”?
2. En el planeta Kepler-62E, de donde es Grimes, no existen los caballos. En cabio hay caballeros con armaduras que transportan a princesas.
3.¿Quién carajos es Blood Diamonds? Seguramente es uno de estos amigos otakus que Grimes se carga. Eso sí, es muy galante el tipo. ¿Ya toparon las chanclas de Grimes?
4. Grimes porta una trenza/corona inspirada en un panal de abejas.
5. De pronto ya está perreando en un rave dentro de su castillo.
6. Baila con un gran velo rojo que simboliza la sangre y el amor de su pueblo.
7. El castillo tiene un serio problema de humedad. Una vez más esas misteriosas doncellas.
8. Esto ya es muy J-Lo en los noventas.
9. ¿De dónde carajos salieron unos mimos?
10. Esta especie de crackero campesino psicópata, ya es demasiado.
11. Blanco, la pureza virginal de Grimes. ¿Ella es asexual no?
12. Grimes con un look country que va muy bien con las dunas. Ahora entiendo quien es Blood Diamos, el chulo del reino.
13. Por si no les había quedado claro todo el viaje, Grimes nos regala una recapitulación fugaz de lo sucedido.
14. ¿Toda esta agua es una indirecta a Rihanna? Un “mi baile sobre un charco es mejor que el tuyo en 'Umbrella'. Bitch!”
15. ¿Es un sutil homenaje a Flash Dance y Blade Runer? Nos quedamos con la primera.
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