Morras en shortcitos

Sábado

5:20 pm

Este Corona está más pinche sudoroso que nunca. Desde que me subí al metro lo supe, el vagón venía abarrotado con gente vestida para el evento y gente que no tenía ni puta idea de lo que pasaba en la Ciudad. Un chingo de sardinas enlatadas sin saber por qué están enlatadas Después llegué a la estación Velódromo y los shorts y las morras con blusa corta me llenaron los ojos.

Seguí entre ese mar de piel humectada por un rato, en el que me gritaron como 40 veces "le sobran o le faltan". Después pasé los controles de seguridad y caminé y caminé hasta que me topé con el campamento hippie-yuppie frente al escenario Corona Capital, es hermoso y decadente, cientos de jóvenes tirados sobre el pasto, cagándose de la risa, olvidando el mundo tan raro y caótico en el que viven con una cerveza gigante en la mano. Me sentí como en casa y caí al pasto mientras escuchaba a una morra de cabello como de sirena de una banda llamada MS MR. Estuve ahí un rato, y no sé qué cara estaba poniendo porque una chica que conozco pero que la neta no recuerdo su nombre se acercó a preguntarme que si estaba bien. Le dije que estaba enamorado de ella.

Carajo, hoy no me voy a poder controlar. No quiero controlarme, quiero verte ¿en qué escenario te veo?

19:30

Hola de nuevo, llevo dos horas acá metido y ya apesto a cerveza y no he bebido ni un sólo trago, creo que a la gente le gusta tirármela encima, quizás es que tengo puta cara de bote de basura. Desesperado de esta situación me puse a correr entre carnales con la camisa abierta y morras con lentes estrafalarios. De pronto me saludó alguien y dijo "No hagas como que te acuerdas de mí" tenía razón. Lo siento pero a veces me gusta conocer gente sólo para olvidarla. Sobre todo los sábados.

En eso llegó un fotógrafo de Noisey y me fui con él a cazar morras en shortsitos. Mientras las acechábamos me reveló el secreto universal para tomarle fotos a morras sin pedos, "si te dicen no sé, diles sí". Esto aplica para todo según él: ¿Quieres darme de tu cerveza? ¿quieres darme un beso? ¿quieres bailar pegadito al ritmo de esta pinche banda que no conozco? ¿quieres que nos encontremos hoy, preciosa? Tú sabes qué sí.

21:30

La noche es la mayor amenaza en el corona Capital, tienes que agarrar a tu morra de la mano fuerte y no soltarla ni cuando va al baño porque corres el peligro de no volver a verla y ser de esos que se quedan en la entrada, gritando nombres de gente que hace mucho perdieron. En mi caso yo perdí al fotógrafo. Soy un idiota, le dije que lo veía a las 6.30 en la entrada de prensa y me tardé media hora más, es un defecto de nacimento. Caminé entre las parejas acurrucadas en la zona de árboles, escuché que un tipo le gritó a su morra "No vas sola", quizás ella quería ir sola. La situación era crítica, pero el público en The XX se daba cuenta, se abrazaban y coreaban como si nada estuviera pasando. De pronto el fotógrafo me tocó el hombro, no sé cómo jodidos me encuentra ¿tendrá olfato para los colaboradores idiotas como yo? Nos fuimos al Bizco Club donde chingo de morras bailaban azotando los pies contra el paso, y los hombres ya no traían camisa, era como una pinche fiesta demente en el infierno.

23:37

Soy el último imbécil en la sala de prensa, pero vengo regresando de M.I.A y fue una puta belleza ver cómo le saca el animal a la gente y los obliga a que levanten su mano y le disparen como desquiciados. Eso es todo, me largo, fue un gusto. Nos vemos mañana.

Domingo

16:30
Piernas y mirreyes en el Festival.

Veo a un mirrey sirviéndose Ron de una bolsita ziplock, veo cómo la cierra y se la mete de nuevo a la bragueta (¿?) Veo cómo el pantalón se le empieza a humedecer, parece que se está meando y le dice a su amigo "Oye we, no mames we, creo que no cerré la bolsa bien we", después sigo caminando y veo a una morra tirada en el pasto que le grita a su amiga que no siente las piernas, sigo caminando y me encuentro a una par de chicas muy guapas, traen shortsitos, una de ellas me sonríe.

Recuerdo qué es lo importante en estos festivales: no es ponerse hasta el moco, no es perder a tus amigos por horas y llorar con un vaso de chela en la mano, es más, ni siquiera creo que la música sea tan importante, lo importante son las morras en shortsitos.

18:30

Morros en shortsitos.

Me fui con el fotógrafo a buscar más chicas y de pronto nos sorprendió un extraño fenómeno, por un momento, a nuestro alrededor hubo más hombres que mujeres en shortsitos. Compramos una cerveza y seguimos caminando para tomarle unas fotos a Matias Aguayo, la gente se pone muy loca con Matias Aguayo, en la Carpa del Bizo Club el calor es motivante pero te calienta la cerveza en cinco minutos.

Pasé a lado del escenario Corona Light donde estaba tocando Jimmy Eat World y todo el mundo coreaba como si fuera el 2001. Ahora me largo a ver a Fuck Buttons, si no vuelvo a escribir otra entrada significa que me estalló la cabeza o algo así, seguiré informando más baboseadas en breve.

20:30

Me encantas pero no te entiendo.

Ver a Fuck Buttons es como ver a una chica encuerarse. Ya sé que la metáfora suena a una pendejada. Llegué al Bizco, tuve una plática con un par de amigos que probablemente no voy a volver hoy y me sumergí entre la gente, para agitar la cabeza como puto demente. De pronto voltee a mi alrededor: cientos de personas mirando y escuchando, con la boca abierta, sientiendo la música pero sin entender un carajo. Algunos abrían la boca, otros, se agacharon para convulsionarse. Era como una puta ceremonia moderna de muchachos con ganas de no entender nada.

Entonces me descubrí a mi mismo, mirando con la boca abierta a ese par de güeyes que hacen los sonidos más cabrones y confusos que he escuchado en este festival, justo como la primera vez que vi una chica encuerarse: era mi primera novia, nunca la entendí del todo, pero me encantaba tanto que la vi de nuevo desnuda en el sillón de casa de mi mamá. Entonces abrí los ojos: el tiempo de Fuck Buttons habia terminado, y todos los que antes habian dicho: "¿Qué chingados es esta mierda?" aplauderion enamorados.

22:13

Ando bien Jaime XX.

Aún con las pésimas reseñas que recibí de él como: "We o sea en el Rhodesia tocó de hueva". Jaime XX puso a bailar a un toda la gente que no se fue a escuchar a los Artic Monkeys a un kilómetro de distancia del escenario. Un chiste hermoso, y con un ritmo tan sexy, tan fuerte, tan para agarrar a una morra cualquiera y decirle que te quieres ir con ella en el mismo taxi. En algún momento hasta se atrevió a poner high life con lo que transformó la carpa del Bizco en una fiesta en otro continente, alejado de la realidad que vives de lunes a viernes. Es un chiste, pero con un ritmo tan sexy.

Una vez más la sala de medios está casi vacía. Si vuelvo a escribir algo fue porque no morí aplastado entre la multiud abarratoda que está viendo en este momento a Grimes.

00:03

Morí aplastado por Grimes.

Y me gustó.

@Ashauri