Aquí está el "místico" video sexual que Adanowsky hizo con una estrella porno

El músico, artista y director francomexicano Adanowsky —hijo del más grande cinesta surrealista que aún vive, Alejandro Jodorowsky, cuyas cintas han inspirado a millones, de John Lennon a Kanye West— ha hecho un video musical surrealista e hípersexual con su padre. El video es estelarizado por la estrella porno y columnista del New York Times, Stoya, y es musicalizado por el synth pop nocturno de su sencillo más reciente, "Would You Be Mine".

Como uno podría esperar de alguien cuyo papá es famoso por escenas que involucran al excremento de una persona convirtiéndose en oro, y a un hipopótamo nadando en un baño de burbujas, el video está bastante locochón. Básicamente, es "Blurred Lines" si Robin Thicke se hubiera metido DMT en vez de Vicodin ese día. YouTube sigue sin haberlo bajado, así que ya lleva más de un cuarto del millón de vistas.

Estoy seguro de que no quieren que pase mucho tiempo describiendo cada detalle de este húmedo y alucinante video de empierne, pero sólo por cumplir mi misión de ser un buen periodista, tengo que darles al menos un esbozo de lo que ocurre en él. Entre las muchas cosas que pasan, está el consumo de carne cruda, penetración anal con un crucifijo, ingestión oral de cristales masivos, humo proveninente de un jardón, miles de moños saliendo de bocas, y torrentes simbólicos de mecos.

Quiero dejar una cosa muy clara: no soy una persona mustia. He visto bastantes chorizos, chichis, y florecitas en mi vida. He probado posiciones diferentes al misionario cuando bebo más de una sidra. Y he visto el Golden Choice pasada la media noche. Pero aún con toda esta experiencia, nada me pudo haber preparado para este hipnagógico buffet de bombeo.

Oye, Sr. Surrealista, con tus filosofías liberales y europeas sobre el sexo y tu aproximación de ensueño a la dirección: yo sé que crees que está bien pasearte encuerado por tu casa, con tu pito en una mano, platicándole al resto de tu familia tus aventuras sexuales mientras ellos desayunan cereal, pero de donde yo vengo, nosotros reprimimos nuestra sexualidad hasta que se vuelve un asunto muy privado, al grado de que se llega a considerar asqueroso. No es algo que discutimos abiertamente —eso sería una locura—, sino que usamos metáforas como las abejas y las flores. Y ASÍ NOS GUSTA AQUÍ, ¿ESTÁ BIEN?

En fin, no se quieren arriesgar dándole play a esto en el trabajo. Si tu jefe pasa por tu lugar, es fácil decir que estabas buscando algo rápido en Facebook o Twitter, pero no existe justificación alguna para explicarle por qué estás viendo en la oficina un video en el que alguien le está metiendo un crucifijo por el ano alguien. Si aún así te quieres arriesgar, lo puedes ver aquí aquí.

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