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Música

Massacooramaan: samples percusivos para volar la cabeza

Entrevistamos a uno de los pilares de la escena de Fade to Mind en Los Ángeles, quien se presentará en México este viernes.

Dave Quam suele contar que sus primeras experiencias en cuestión de música experimental –aunque, como era de esperarse de alguien serio y para el que las etiquetas se quedan cortas, odia el término “experimental”— se las dio Sun Ra, a quien escuchó por primera vez vía Cosmic Tones for Mental Therapy. Había llegado a ese disco deseoso de aprender de jazz, pero de su escucha salió más confundido que maravillado. Quiso saber más. Leyó todo lo que encontró y dio con su disco It’s after the end of the world, que le voló la cabeza y le ayudó a que todo cobrara sentido. Hoy, a ese álbum atribuye que la búsqueda de música rara se convirtiera en uno de sus estímulos, y en su honor tituló con ese nombre elblog donde suele compartir algunos de sus entusiasmos musicales, a los que ha llegado en plan oído aventurero, pero también de periodista. Unos ocho o nueve años antes de eso, cuando Dave tenía 9, ya estaba obsesionado con el hip-hop. Cita a Mannie Fresh como una temprana y definitiva inspiración.

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–Mis primos me ponían cosas de Cash Money cuando visitábamos a la familia en Florida, y me volaron la cabeza.

Cuando se trata de hablar del momento en que comienza a relacionarse con la música electrónica, dice que fue justo cuando el rap comienza a usar sintetizadores. La extravagancia de los sintetizadores le fascinó, para él era como música espacial. Otros momentos fueron fundamentales: cuando se sintió aterrorizado por la línea de sinte en Adrenaline Rush, de Twista; cuando descubrió los videos de 2 Live Crew en la tele y cuando jugueteaba con el órgano de su abuelo. A lo largo de su vida ha estado relacionado con la música. De los 6 a los 12 años tomó clases de piano… Que odiaba. Él hubiera preferido una guitarra, unas tornamesas o un sintetizador. En la primeria, también tocaba el trombón. Luego, en la prepa y la universidad, comenzó a usar videocaseteras para hacer cosas más noise, con loops en cinta… “Pura cosa rara”, dice. Por ese tiempo consiguió una copia de Ableton y comenzó a hacer pequeños mixes. La producción cobró sentido para él hasta hace unos pocos años. Entonces nace Massacooramaan. Con el nombre de un monstruo marino imaginario al que temen los mineros de Guyana –y que de paso evidencia su atracción por el folclor del Caribe– decidió bautizar sus exploraciones del juke, el footwork y demás géneros vertiginosos. Esos intereses rítmicos también los atribuye al hip-hop.

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–Cuando empecé a escuchar hip-hop, era demasiado joven para entender de política, así que las letras normalmente pasaban de largo –confiesa–. Con lo que conectaba era con la batería.

Hoy, ya como productor firmado en Fade to Mind y como dj que va recetando adrenalina a las pistas de baile donde se presenta, cuenta que su proceso de composición suele iniciar con algunos platillos o alguna otra percusión. El footwork fue siempre una de sus inspiraciones desde que lo descubre mientras jugaba basquetbol con los chicos de la prepa en Chicago. Vivía junto a un parque en el que había montones de programas para aprovechar el tiempo libre saliendo de la escuela. Cuando la pelota se volaba, los chicos comenzaban a hacer cosas locas con los pies, y cuando Dave preguntó qué estaban haciendo solo le decían: jukin’. Por esos días, comenzó a obsesionarse con ver peleas de footwork en youtube, y en tratar de rastrear los tracks. Por un amigo, conoció a Spinn, y de pronto iba a su estudio a pasar el rato.

–Fue tan surreal la primera vez que bajé las escaleras rumbo a su sótano, de donde salían esos ritmos martilleantes.

Sus experiencias con DJ Rashad, Spinn, Traxman, RP Boo y el resto del crew Teklife cambiaron su vida por completo. Entre otras cosas, le fascinó descubrir la manera en que podían ser usados los samples de manera percusiva. (“Todo podía ser percusión, no importaba si era una engrapadora o la voz de alguien.) Y guiado por esa fascinación produce y luego programa en plan dj todo eso que va creando o que va estimulando sus propios asombros musicales. Justo en su papel de dj le veremos el próximo viernes en el Bahía en la fiesta más reciente de los chicos de NAAFI, de quienes supo gracias a NGUZUNGUZU hace unos años. Massacooramaan nunca ha estado en México, y dice estar muy emocionado de tocar y checar lo que está haciéndose por estos lares. Con el sello Fade To Mind, con Kingdom y con Prince Will se involucra gracias también a NGUZUNGUZU, con quien entra en comunicación en la época del myspace.

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–Siempre he sido muy fan de su música. Junto con DJ Rashad, esos chicos me convencieron de comenzar a djear y crear mis propios tracks cuando solo me dedicaba a escribir.

Una vez convencido, produjo algunos tracks, los envió a Kingdom y Prince Will, les gustaron, y comenzó a gestarse un EP, Dead Long Time, que haría feliz a Massacooramaan por el respeto que sentía por el sello, la música, la estética, los conceptos… Asegura que no habría publicado un disco en un sello que tuviera un enfoque pobre o un mal diseño. Y vaya que lo visual es importante en su universo creativo. Además de ser dj y productor, Dave es fotógrafo. La foto ha sido siempre uno de sus amores, y en algún momento de esta entrevista contó que su aproximación a ambos medios –la música y la fotografía– es muy similar. Las texturas, el color y la forma son fundamentales para él en ambas actividades. (“¿Cómo podrían no escucharse formas y colores? Eso no tiene sentido para mí.)

El año pasado, Massacooramaan conoció a L-Vis 1990 en SXSW, cuando todos los integrantes de Fade to Mind y Night Slugs compartieron casa. Tras descubrir afinidades, L-Vis y Massacooramaan decidieron que podría estar divertido probar una colaboración. Massacooramaan envió algunos archivos de Ableton a L-Vis y los resultados fueron increíbles. Ambos compartían la idea de crear música que sonara viva, como si fuera un organismo viviente, respirando, con pulso. Y pronto su sonido comenzó a evolucionar hacia una especie de criatura mitad hombre, mitad máquina por el interés compartido de ambos en películas como Tetsuo The Iron Man. El proyecto ha sido inspirador para ambos, y sus sesiones de estudio de pronto se mueven hacia territorios demenciales. “Pon un ladrido ahí”, “vamos a usar un montón de gongs” o “vamos a hacerlo más deschavetado”. Han estado trabajando en un live set en forma, y aunque han tocado juntos en un par de ocasiones, harán uno más en Nueva York a finales de junio. Y los discos no tardarán en llegar, porque tienen ya un montón de material que les urge comenzar a publicar. Pero mientras eso sucede, Massacooramaan pasará el viernes por Tolsá 36. Aunque asegura no planear mucho sus sets y que el 60 por ciento cobra forma cuando cruza la puerta y se da una idea del ambiente, sabemos que estrenará mucha de la música que ha estado produciendo el último año.

–Veré qué puedo hacer para jugar con las cabezas de todos.

@peach_melba